La preocupación por la lucha contra las plagas que afectan al viñedo es cada vez mayor para los viticultores a nivel global. Es que cada vez más, las plagas como el mildiu se ven favorecidas por la resistencia que desarrollan a los fitosanitarios y por el cambio climático, que ofrece condiciones meteorológicas más favorables para su desarrollo. En este escenario, empiezan a aparecer nuevas alternativas, como la nutrigenómica, una técnica que permite activar las defensas naturales del viñedo frente a las enfermedades.
En una presentación realizada por la Cooperativa Delagro y la empresa Alltech, en Galicia (España) técnicos de ambas instituciones explicaron en qué consiste la técnica de la nutrigenómica. Se trata de la estimulación temprana de las defensas naturales que tienen las plantas contra las enfermedades, ya que simula un ataque ante el cual debe defenderse. «Se trata de unas levaduras naturales que mejoran la respuesta general de las plantas a las plagas», explicó Jesús Sánchez, técnico de viñedo de la Cooperativa Delagro. Es decir que cuando el viñedo se ve atacado, tarda un tiempo en responder: «Cuanto menor sea ese tiempo mejor será la respuesta y los bioestimulantes movilizan esas defensas para que el tiempo de respuesta sea más rápido», argumentó el especialista.
Sánchez consideró que, debido a la reducción en el uso de sustancias activas,. En su opinión, la lucha contra plagas y enfermedades «debe abordarse desde diferentes enfoques porque, cada día, se dan las condiciones perfectas para el desarrollo de la enfermedad y antes de que brote el viñedo, las esporas de mildiu están ya activas», afirmó.
Debido a la reducción en el uso de sustancias activas, se generan muchas resistencias y los fungicidas son cada vez menos funcionales. Por eso, los viticultores buscan cada vez más este tipo de productos.»
Jesús Sánchez, técnico de la Cooperativa Delagro de Galicia, España.
Por eso la nutrigenómica se convierte en una alternativa más, que es compatible con el uso de los fitosanitarios. «De hecho, se dan en mezclas con los fitosanitarios porque es un complemento, una ayuda», añadió. Y aseguró que la acción de estos productos se puede comparar con la de una vacuna, que ayuda al organismo a estar preparado para combatir la enfermedad y que cada vez son más los viticultores que apuestan a este tipo de productos. «Cuanto más completa sea la estrategia de lucha contra las enfermedades más poder de acción va a tener y más beneficios. Estos son productos ecológicos, que no hacen daño a la planta, y son una herramienta más», afirmó.
Por otro lado, Sánchez sostuvo que las plantas tienen una cantidad de energía limitada, y los bioestimulantes les permiten volcar esa energía a la producción de uva y no tanto a la defensa. «Tenemos comprobado que el viñedo tratado con nutrigenómica da mejor calidad de uva, con menos acidez y más grado, porque la planta está más liberada de otras funciones y dedica más energía a la maduración», concluyó.
Fuente: La Voz de Galicia