En la zona vitivinícola Norte de Argentina, desde Lavalle en Mendoza hasta Salta, pasando por San Juan, La Rioja, Catamarca, la recolección de uva empezó a mediados de enero y se irá incrementando hasta mediados de febrero, cuando comience la parte más intensa del trabajo. En Mendoza, la posibilidad de conseguir ingresos extra por esta tarea despertó gran expectativa, al punto que se inscribieron más de 6.000 cosechadores locales. Sin embargo, aún no hay precios de referencia para el tacho de 20 kilos ni para el kilo cosechado.
En 2020 se pagó en promedio $20, y este año los representantes de los trabajadores de viña vienen pidiendo $50. En la única provincia en que entidades gremiales y patronales acordaron un valor mínimo es en Salta, con $22,5 para el tacho de tintas y $45 para las blancas. En Mendoza, recién a mediados de febrero habrá reuniones entre las partes para acordar un precio de referencia. Hoy, aún con una recolección incipiente, la realidad es que cada encargado de finca y bodega acuerda con los trabajadores en el momento de arrancar la labor en la viña.
Por Lorena Mellone y Pedro Straniero
(info@enolife.com.ar)
En Argentina, 10 años atrás, una familia de 5 o 6 cosechadores, incluyendo los niños, que solían ayudar por fuerza de la costumbre y en contra de las leyes que prohiben el trabajo infantil, podía reunir una suma importante de dinero, incluso «salvar el año», porque el tacho de uva cosechado se pagaba muy bien, el esfuerzo rendía.
Una simple conversión del peso argentino a valor dólar al momento de inicio de la cosecha 2011 nos permite calcular que un trabajador hábil que recolectaba un promedio de 50 tachos de 20 kilos por día se podía ganar unos 20 dólares por jornada. La cuenta es así: el tacho en la cosecha 2011 se pagaba a $1,70. O sea que 50 tachos eran $85, y con el dólar en ese momento a $4,15, esos $85 significaban 20 dólares. O sea, el equivalente hoy a unos $3.000 por día. Esa cifra, multiplicada por 4 cosechadores integrantes de una misma familia, redondeaba, a valores comparativos actuales, los $12.000 por jornada. O sea que en una semana de 6 días, el grupo familiar podía «cosechar», siempre a números actuales, $72.000. Si proyectamos esa cantidad a unos 2 meses (9 semanas) de cosecha, llegamos a la conclusión de que una familia podía reunir en ese lapso una nada despreciable suma, que hoy sería de $648.000.
Traído este cálculo a la realidad y al tiempo actual, con un precio promedio del tacho de $25, en el mismo lapso de 2 meses, una familia de 4 integrantes podría ganar, como máximo, $270.000. O sea, en valores equiparables, dos veces y media menos que en 2011.
En 2011, una familia mendocina de entre 5 y 6 cosechadores de uva podía ganar el equivalente a $648.000 actuales en dos meses de trabajo (tomando como referencia el parámetro del dólar). Hoy, según nuestros cálculos, esa misma familia a duras penas podría llegar a los $270.000 en el mismo lapso, o sea dos veces y media menos que hace 10 años.
Tras esta introducción desmoralizante para los miles de jóvenes que se inscribieron en un plan del gobierno mendocino destinado a ofrecer una fuente de trabajo alternativa como es la cosecha a lo largo de febrero, marzo, abril y mayo, les ampliaremos a nuestros lectores el panorama, sintetizando los datos acerca de la negociación salarial que pudimos recolectar.
En Cafayate se paga bien y en Mendoza no hay precio
El primer acuerdo cerrado por el precio del tacho de uva en Argentina se logró en Cafayate, Salta, hace 10 días. Allí, tras negociaciones colectivas entre el Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Soeva) seccional Cafayate y la patronal de Bodegas de Salta, se pactó que el precio del tacho de uva para la gamela tinta y para las variedades de uvas blancas Chardonnay y Chenin durante la vendimia 2021, sería de $45. Y para las variedades blancas y criollas, de $22,50, o sea el 50% del precio de la tinta y las otras blancas. Cabe señalar que este tipo de acuerdos nunca es vinculante ni obligatorio para la patronal, sólo funciona como precio de referencia o, en el mejor de los casos, como precio mínimo. Es que a la hora de la verdad, lo que impone el precio es la situación financiera de las bodegas sumada a la urgencia de los trabajadores y a las características de la uva a cosechar.
Según explicó sobre el tema el mendocino Antonio Arias, secretario general de la Federación de Obreros y Empleados de Viñas de Argentina (Foeva), «Cafayate es un caso especial, allá se logran acuerdos sectoriales, existe un microclima laboral que lo hace posible, y siempre consiguen un precio por tacho mucho más elevado que el precio a nivel nacional que nosotros pactamos. Nosotros ponemos un precio que es el mínimo que podemos exigir por nuestra corresponsabilidad gremial, y siempre lo consignamos por escrito en forma legal, pero después es en el terreno donde se pactará el precio real del tacho, según las condiciones de la uva y según las condiciones generales de la región productiva».
«En Mendoza y a nivel nacional -detalló Arias-, todavía estamos en veremos, todavía no se han sentado los paritarios en el Ministerio de Trabajo. El año pasado se terminó pagando $20 como mejor precio, así que dificilmente este año llegue a $50… Nosotros siempre planteamos un precio en base a la canasta alimentaria y en relación a las cifras del nivel de pobreza, pero la verdad es que este año es imposible que los productores puedan pagar el 100% de esos $50 pesos requeridos».
Antes de la «bajada a tierra» sobre el precio del tacho que hoy realiza Antonio Arias, uno de sus colegas gremialista, Luis Pezzutti, titular del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas de Maipú, había formulado su expresión de deseos a fines de octubre de 2020, seguida de otra suerte de reconocimiento de la realidad: «El tacho debería pagarse a $50, pensando en una base de 50 tachos diarios para uva fina, garantizando una jornada de $2.500». Pezzutti admitía hace 3 meses: «Lo que se acuerda en paritaria tiene un precio y en la viña tiene otro». Y anticipaba una definición que aún no se produce: «El precio definitivo del tacho recién se sabrá a fines de enero».
También para fines de 2020, la directora de Capacitación y Empleo del gobierno de Mendoza, Emilce Vega Espinoza, consultada por Diario UNO, admitía que lo justo en la cosecha 2021 sería que «la jornada de trabajo se pague a un mínimo de $1.300».
Un precio en formación, desde $17,50 a 40
En una ronda de consultas entre productores, dirigentes cooperativistas y cosechadores, pudimos sondear el panorama de lo que se está pagando, que varía según la zona y el tipo de uva.
-Víctor (productor de Rivadavia asociado a la Asociación de Viñateros de Mendoza, AVM): «Si en las bodegas el precio de la uva se va a pagar un 50 por ciento más que el año pasado, como se comenta, entonces nosotros podríamos pagar al cosechador entre $30 y $40 por tacho de uva chardonnay… Eso sí, incluyendo en ese precio el porcentaje del cuadrillero y las cargas sociales».
-Marcelino (contratista en una finca de Lavalle): «En esta zona se empezó pagando $25 el tacho, hay que ver si los gremialistas presionan para que nos aumenten el precio…».
-Eduardo Senra (coordinador de la Unión Vitivinícola Argentina): «Aún no se han abierto las paritarias, todo indica que la fecha probable sería a mediados de febrero o finales de febrero. Por ese motivo, no puedo decirte precio oficial, salvo el que sigue vigente del año anterior, que es de $17,50. Ese es el valor oficial, que sólo es para el calculo de la Tarifa Sustitutiva (Corresponsabilidad Gremial). Por eso, desde ya menos que eso no se puede pagar, pero en la realidad siempre es más, es lo que se negocia directamente con el trabajador. Lo que se paga por la ficha en las fincas siempre es una negociación aparte de la que indica la paritaria a los fines legales.»
-Edgardo Lera (secretario general del Sindicato de Contratistas de Viñas y Frutales de Mendoza): «En Tupungato están pagando $30 el tacho».
-José «Catuco» Molina (productor y dirigente vitivinícola de San Juan): «En San Juan todavía no se forma el precio».
-Hugo Carmona Torres (vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura): «En San Juan la cosecha ya arrancó; en realidad un cuadrilla te está cobrando entre $3 y $3,2 el kilo por cosecha y acarreo, y el cuadrillero le paga a su gente entre $35 y $40 el tacho. Eso es lo que ahora estamos relevando en las fincas».
-Carlos Crotta (presidente de Bodegas y Viñedos Crotta SA, de San Martín, Mendoza): «En esta zona todavía son muy pocas las empresas que han empezado a cosechar, no hay un precio referencial. Así que aún no tengo referencia de precios.»
-Fabián Ruggeri (ingeniero agrónomo, productor en la Zona Este e integrante de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentina, Acovi): «Nosotros estamos cosechando unas uvas criollas para base ácida ya desde el lunes en nuestra cooperativa, y se están pagando entre $20 y $22 el tacho, pero en la zona hay también algunos que pagan $25. En algunas fincas por ejemplo de Barrancas, Maipú, el tacho está un poco más caro, entre $25 y $30, hasta $32 y $33. También depende de si son variedades Chardonay o Sauvignon Blanc, que sí o sí se cosechan con tijera, no se pueden cosechar a mano, y con esas uvas cosechar es más lerdo.»
-Francisco «Pancho» Bustos Barragán (productor y bodeguero sanjuanino, dueño de la marca de vino en damajuana «Coronavinus»): «Por acá sé que se está pagando por encima de los $20. Yo el lunes (por el 1/2) empiezo por kilo y en los carros. Vamos a ver cómo quedamos».
-Trabajadores Vitivinícolas Luján de Cuyo (agrupación autoconvocada con sitio en Facebook): «Aquí en Luján, en la zona de la picada de Ugarteche para arriba, están pagando actualmente $25 el tacho. Se comenzó a cosechar esta semana… Pero en otros lugares llega a los $30».