La medida de liberación anticipada permite que las bodegas puedan poner sus vinos varietales en las góndolas a partir de los 40 días «de vida», con el único requisito de que estén enológicamente estables. La resolución provocó el enojo de algunos viñateros sanjuaninos, que consideran que al aumentar de esa manera el stock de vino disponible -ya que las bodegas no deberán esperar a junio para liberarlo, como ha sido habitual años atrás-, el precio del kilo de uva podría caer. Por su parte, la mayoría de los bodegueros de esa provincia y directivos de la Coviar lo ven con buenos ojos. A continuación, replicamos la nota publicada ayer 7/3/24 en el diario Tiempo de San Juan por la periodista especializada Elizabeth Pérez.
La decisión pasó un poco inadvertida porque salió en medio de los festejos vendimiales. Pero a medida que se va difundiendo, saltaron los primeros cruces en el sector vitivinícola que abonan los clásicos tironeos por los precios. Es que el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) emitió una resolución permitiendo a partir de este año que los vinos varietales puedan salir a la venta en góndola, sin tener que esperar la fecha de liberación tradicional que la Nación siempre reguló el 1 de junio de cada año.
Con esta desregulación, el gobierno de Javier Milei, a través del INV, autoriza a las bodegas a que saquen a la venta los vinos al mercado interno, con el único requisito que lleven un mínimo de 40 días de elaboración en los establecimientos. La medida ya estaba disponible para los exportadores, que podian pedir esta autorizacion. Ahora se extiende también dentro del país.
Los bodegueros en San Juan celebran la decisión porque dicen que respetando ese lapso el vino ya está listo para venderse. Los viñateros pusieron el grito en el cielo porque dicen que es una maniobra para tener más volumen ahora, y bajar los precios que se pagan al productor: a mayor oferta, menos precios.
La resolución de “Liberación anticipada de vinos varietales” es la número 3 del 2024, y fue firmada por el titular del INV, Carlos Tizio; el 29 de febrero pasado. Indica que los industriales que deseen despachar al mercado externo y consumo interno vinos nuevos, identificados exclusivamente como varietales, que se encuentren enológicamente estables, y aun cuando no hayan finalizado con los ingresos de uvas, podrán gestionar la correspondiente certificación y solicitud de análisis, cumplimentando los requerimientos de tramitación establecidos por este Organismo.
Para obtener la aprobación del INV para la venta, la uva utilizada debe haber ingresado al establecimiento elaborador como mínimo con 40 días antes de gestionar la tramitación, lo que deberá ser avalado por las correspondientes Declaraciones Juradas de Ingreso de Uva (CIU) transmitidas al Organismo.
Opiniones encontradas entre viñateros y bodegueros
“Esto va a afectar al productor”, dijo categórico el histórico dirigente viñatero, Juan José Ramos. “Las bodegas van a sumar vino a los que tienen en stock de años anteriores, y eso le pega al sector productor que busca un precio mejor para su uva en este momento”, indicó. Ramos está enojado con la política liberal del gobierno nacional que se extendió al INV, y dijo que, tras esta resolución, se vienen otras que son perjudiciales para los viñateros como la apertura de importaciones de vinos y la posibilidad de que modifiquen los grados alcohólicos de la bebida. “Resulta que sí se puede modificar la fecha de liberación de vinos, y nosotros pedimos por años la postergación de la fecha y nos respondían que lo impide un decreto de la época menemista”, se quejó.
En cambio los bodegueros locales apoyan la decisión, e incluso, algunos dicen que no va a afectar el mercado de precios. Gustavo Samper, vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y titular de la Cámara que nuclea a bodegas trasladistas, es uno de ellos. “La medida es correcta, a los 40 días de ingresada la uva ya estaría en condiciones enológicas”, dijo y agregó que “no creo que afecte los precios ahora que se liberan los vinos varietales para el mercado interno”. Por el contrario, cree que la medida favorecerá para que las bodegas puedan mantenerse abastecidas, “y no caer en la tentación de las importaciones de vinos, ya que hay serias intenciones de traer vino de Chile”, indicó.
La Cámara de Bodegueros tambien mostró sus apoyos. “Una fecha de liberación de los vinos varietales no tenía razón de ser desde el punto de vista enológico ni de la calidad de los vinos. Sí por razones de precio”, dijo Mauricio Colomé, presidente de la Cámara de Bodegueros.
Agregó el referente que “a las bodegas grandes les cae bien, debido a que generalmente no tienen en stock todo el volumen de vino en envase en el año, por lo tanto, en muchas ocasiones compran vino y lo suficiente como para llegar a la fecha de liberación. Si se anticipa, estas últimas compras no se producen. El tema es financiero casi exclusivamente”.
Fuente: El Tiempo de San Juan, por Elizabeth Pérez