El secretario de Agroindustria de la Nación vino a nuestra provincia para explicar cómo impactará en las economías regionales el Tratado de Libre Comercio (TLC) Mercosur-Unión Europea (UE). Reiteró que las retenciones a las exportaciones quedarán totalmente eliminadas el 31 de diciembre de 2020 y que la desgravación de impuestos al vino, hasta llegar al arancel cero, será paulatina en los próximos 8 años.
Referentes de la industria vitivinícola, como Patricia Ortiz -titular de Bodegas de Argentina-, Sergio Villanueva -del Fondo Vitivinícola-, Mauro Sosa -Centro de Bodegueros del Este- y Carlos Fiochetta -de Coviar-, se mostraron satisfechos con las precisiones de Etchevehere y, en su mayoría, apoyaron la firma del Tratado.
En la exposición del Tratado en Casa de Gobierno acompañaron al funcionario nacional el gobernador Alfredo Cornejo, la ministra de Hacienda y Finanzas de Mendoza, Paula Allasino y el subsecretario de Agricultura y Ganadería local, Alejandro Zlotolow, entre otros.
Tras defender la estrategia de negociación del gobierno argentino y los Estados asociados al Mercosur, Luis Etchevehere precisó que en el Tratado están incluidas “10.000 posiciones arancelarias”, de las cuales 1.800 corresponden a productos agroindustriales. También anticipó que “con Europa se nos abre un mercado de 500 millones de personas” y que podría haber negocios por un total de 100.000 millones de dólares.
Antes de detallar cómo el TLC con la UE puede beneficiar a las economías regionales como la de Mendoza, y cómo podría generarse más empleo y mejor crédito bancario para los productores, Etchevehere adelantó, para sorpresa de muchos, que el Mercosur negocia y se apresta a firmar nuevos TLC con el bloque EFTA (los países europeos que no están en la Unión Europea), con Canadá, Singapur y Corea del Sur. En total, estos mercados suman alrededor de 150 millones de personas.
En este sentido, fundamentó: “ Nuestra vocación es firmar acuerdos comerciales de libre comercio, porque esa es la contracara del proteccionismo, es la manera de no tener barreras arancelarias y buenas condiciones de intercambio para el futuro, para las dos partes, o sea, de darles la mayor previsibilidad a todos los sectores productivos de cada país”.
Comercio con el 30% del PBI mundial
Volviendo al tema del Tratado ya firmado con la UE, el secretario de Agroindustria precisó: “Argentina sólo tenía acuerdos comerciales con países que significan el 10% del Producto Bruto Interno (PBI) mundial y, como la Unión Europea tiene el 20% del PBI mundial, ahora vamos a pasar a tener relaciones comerciales con el 30% del PBI mundial”.
Y agregó: “De las 10.000 posiciones arancelarias que se negociaron en este acuerdo, 1.800 corresponden a agroindustria; el 84% de estas posiciones arancelarias van a terminar teniendo arancel cero, y de ese 84%, el 70% tendrá arancel cero desde el primer día en que se ponga en marcha el acuerdo”.
En cuanto a las retenciones a las exportaciones, el secretario explicó que ya hay una reducción de 4 a 3 pesos en 207 productos de economías regionales, lo que constituye un “alivio positivo” de 2.200 millones de pesos en el costo fiscal. Y que, como el tratado con la UE establece que en los primeros 3 años desde su puesta en marcha no debe haber retenciones, éstas terminarán definitivamente el 31 de diciembre de 2020.
Etchevehere comentó que “en todos los casos en que se han firmado acuerdos como éste, en los países firmantes del acuerdo la inversión extranjera ha aumentado entre un 20 y un 30 por ciento”. “Y esto va a pasar aquí, vamos a ver reacciones dentro de poco”, se esperanzó.
“Con respecto al vino -informó a los representantes del sector vitivinícola-, el arancel actual se va a reducir en el transcurso de los próximos 8 años hasta llegar a cero de los dos lados. Cada año, se va a ir quitando una octava parte”.
En respuesta a una inquietud periodística sobre la futura gestión del Tratado en caso de que cambie el color político del gobierno argentino, Etchevehere argumentó: “Esta es una política de Estado, cuya continuidad está garantizada por la firma de un Tratado internacional que deberá ser respetado por cualquier gobierno que venga… Es una política de Estado clarísima, es una gran avenida al progreso. Esto significa que gobierne quien gobierne, va a producirse el ingreso de nuestros productos al mercado europeo y el de los productos europeos a nuestro mercado”.
“Una especie de revolución”
“Va a haber más crédito para productores -enfatizó-; tendremos que adaptar nuestro sistema financiero, es una especie de revolución porque cambia completamente la lógica de gestión pública, la lógica de gestión privada, y la actitud de los bancos tendrá que ser más sensible, porque habrá un negocio importante, van a tener que sensibilizarse y poner buenas condiciones para que los productores puedan tomar esos créditos”.
Finalmente, Etchevehere adelantó que “está previsto que el acuerdo entre en vigencia en un par de años a partir de ahora, porque la negociación ya está cerrada. Ahora va a traducirse a 20 o 23 diferentes idiomas y luego tiene que pasar por el Parlamento Europeo y por los Congresos de nuestros 4 países, para que sea ratificado”.
El vino a granel, afuera
“En el caso de la industria vitivinícola -detalló el funcionario- el Tratado beneficia al vino embotellado y también al mosto, al que se logró incluir a último momento, pero no se pudo sumar al vino a granel… Por más que insistimos hasta el último momento, no tuvimos el acompañamiento de nuestros socios del Mercosur ni tampoco de los europeos, no encontramos eco para llevar adelante este producto”.
Beneficios para la industria vitivinícola
Vinos tranquilos y espumantes fraccionados en envases de capacidad inferior a 5 litros: la desgravación ocurrirá lineal y gradualmente, en un período de 8 años.
Otros espumantes: libres de arancel desde la aprobación del Acuerdo para aquellos cuyo precio por litro sea superior a 8 dólares y una desgravación lineal y gradual en un período de 12 años para los de precios inferiores a 8 dólares por litro.
Vinos a granel: excluidos del Acuerdo.
Jugo concentrado de uva: desgravación lineal y gradual en un período de 10 años.