El país del Altiplano firmó el 21/12/20 su nueva adhesión a la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), en busca de fortalecer la industria del vino y nuevos mercados de exportación. Bolivia fue integrante de la institución global entre 1993 y 2004, pero dejó de pertenecer debido que su gobierno, por conflictos políticos internos, dejó de pagar la cuota de membresía. Ahora, retorna con sus vinos de altura y con el singani como banderas.
Bolivia tiene más de 40 municipios dedicados a la producción de vino, de la cual el 1,5% se comercializa en los mercados internacionales. Produce vino tradicionalmente desde hace más de 400 años. Las regiones más importantes en la actualidad comprenden 3.000 hectáreas en Valle Central de Tarija, Valle de Cinti y Valles Cruceños.
El 99% de todos los viñedos bolivianos se cultivan entre 1.600 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con viñas ancestrales de más de 400 años que se envuelven alrededor de los árboles de molle. Produce vinos de muy buena calidad con personalidad y elegancia típicas de la región producidos en volúmenes pequeños.
El 21/12 se firmó un convenio para que el país vuelva a ser miembro de la OIV. El viceministro de Comercio Exterior e Integración de Bolivia, Benjamín Blanco, en una entrevista con Bolivia TV, expresó: «A partir de hoy, tras la suscripción del convenio y una vez que se haga la solicitud formal de reingreso, Bolivia volverá a ser parte de la OIV»
Según Blanco, con la incorporación de Bolivia en la OIV se refuerza el trabajo en la búsqueda de nuevos mercados externos para los vinos de su país.
«Estamos trabajando para duplicar la cantidad de vino que se exportará a precios que reconocen el trabajo de los agricultores y, además, a mejorar la industrialización, para que llegue a nuevos mercados con una imagen propia que caracterice a la producción boliviana», indicó.
Características de la industria vitivinícola boliviana
A pesar de que los viñedos en Bolivia se encuentran entre los 17.00º y 21.53º de latitud al sur del Ecuador y por encima del cinturón vitícola típico del hemisferio Sur, el clima es templado y semiárido debido a la gran altura de los valles. Bajando por la cordillera de los Ande” y las sierras de la cordillera Real, con picos de más de 6.500 msnm, y hasta las tierras bajas del Amazonas, Bolivia cuenta con numerosos valles pequeños donde la vid ha crecido durante siglos.
La superficie de viñedos más alta del mundo
Todos los viñedos bolivianos se encuentran en altitudes en un rango de 1.600 a alrededor de 3.000 msnm. En 1993, después de descubrir las sutiles diferencias en la calidad del vino debido a diferentes altitudes, el sector vitivinícola de Bolivia desarrolló el concepto de “Vinos de Altura”, un atributo que posiciona el vino boliviano como un producto único en el mundo.
La condición única de la viticultura boliviana de altitud y su potencial para la producción de vinos de calidad es un tema de investigación completamente nuevo en el mundo.
Un estudio sobre los vinos de altura de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, de Tarija, ha encontrado mayores concentraciones de resveratrol en vinos tintos de Bolivia en comparación con vinos de viñedos más bajos que se producen en otros países. Por otro lado, se está llevando a cabo un nuevo estudio en cooperación con el INV de Argentina para buscar la caracterización de las cepas de los vinos de altura de Bolivia y Cafayate (Argentina).
Los vinos de alta calidad de Tarija,; que ganaron numerosos concursos internacionales, se están estudiando en la actualidad para determinar con precisión científica las complejas características y los efectos beneficiosos que la altura y otros factores tienen en la producción de vinos de alta calidad.
Viñedos ancestrales
Algo típico de todas las regiones vitivinícolas de Bolivia es que lograron mantener su ancestral tradición vitícola en regiones como Cinti y otros valles, donde las viñas viejas todavía se encuentran en producción. Existen viñas de hasta 300 años de edad que todavía crecen en torno a los molles (Schinus molle), así como chañares (Geoffroea decorticans) manteniendo el viejo sistema de formación colonial. Todos los años, los árboles de molle son profundamente podados para mejorar la penetración de luz solar hacia la vid que crece alrededor del tronco y las ramas del árbol, creando una paisaje único en la historia vitivinícola ancestral de Bolivia.
Estilos de vino hechos en Bolivia
- El 77% son vinos tintos (vinos abocados de mesa, varietales, reserva, premium e íconos)
- El 20% son vinos blancos (vinos abocados de mesa, varietales, reserva, premium y Moscatel seco y semi-dulce)
- 3% Rosé (de postre, espumosos y fortificados)
Fuentes: Eldiario.net (Bolivia) y Wines of Bolivia