Cada tanto, estallan pequeñas crisis en la patria vitivinícola por escasez de botellas para envasar el vino. Pasa cuando las cosechas son abundantes y hay mucha producción de nuestra bebida nacional, pero sobre todo cuando aumenta la demanda del consumidor. Aquí en Mendoza y San Juan, pese a que tenemos fábricas líderes como Verallia y Cattorini, hubo cierta escasez este comienzo de 2021 porque se juntó el mayor requerimiento de las bodegas a causa del crecimiento del consumo con las limitaciones impuestas por el covid. Es que en 2020, con menos personal y hornos que debieron parar, las cristaleras discontinuaron la fabricación.
Pero la situación tiende a normalizarse para fines de este año. Ayudó mucho el gobierno mendocino, que al finalizar la vendimia 2021 compró 6,5 millones de botellas y las financió a bajo precio a pequeños productores. Por todo esto reciclamos -palabra significativa si la hay en este tema- esta nota de Tecnovino que reseña las 7 principales razones por la que el vidrio es fundamental y nunca morirá.
Material empleado desde el 5.000 a.C. en Mesopotamia, es impermeable, hermético, no se oxida, inerte, se recicla infinitas veces… Así es el vidrio, uno de los materiales más empleados del planeta con grandes beneficios para el ambiente y la salud. Desde la plataforma web Friends of Glass, los amigos del vidrio compartieron algunos de los datos más sorprendentes sobre este material que quizás sean desconocidos.
El vidrio es un material de envasado que forma parte de nuestro día a día, tanto en los momentos más cotidianos, abriendo el frasco de mermelada en el desayuno, como en aquellos de celebración, cuando descorchamos una botella para brindar juntos. Sin embargo, esa familiaridad unida a una de sus características más reseñables, la transparencia, hace que en muchas ocasiones pase desapercibido.
Por ello, la plataforma de consumidores a favor de la elección y el reciclado de envases de vidrio, Friends of Glass, comparte 7 datos curiosos que nos acercan aún más a este material, desvelando peculiaridades que hacen de él un material singular, saludable y sostenible.
1. Milenariamente reciclado
Con una antigüedad mayor que la de las pirámides de Giza, los expertos apuntan a que el vidrio fue empleado por primera vez alrededor del 5.000 a.C. en Mesopotamia, donde se han encontrado aplicaciones del material destinadas a revestir objetos de cerámica. Los primeros envases fabricados en vidrio fueron hallados en Egipto y datan del período de 2.100 a.C. Además, se ha demostrado que en esa época ya existía una práctica de reciclaje arraigada, habiéndose encontrado diminutos fragmentos clasificados por colores que se conoce que en el siglo XVIII a.C. eran enviados a los hornos de las vidrieras en las ciudades de Sidón y Tiro, el actual Líbano, donde existía una próspera industria del vidrio.
Reciclado doméstico y solidario
En las personas y en las ciudades, cada vez existe mayor conciencia sobre la necesidad de ahorrar la energía del planeta reciclando materiales en lugar de gastar recursos y generar contaminación produciéndolos a partir de materia prima, con consumo de combustibles fósiles. Por ello, cada vez más se ven esos contenedores para dividir la basura orgánica del plástico y del vidrio. Son los famosos recipientes verdes que, en Mendoza, suelen emplazarse en plazas, parques y espacios públicos, aunque aún no abundan en la vía pública. En Madrid, París, Los Ángeles o Tokio sí se los topa uno por todos lados. Y esperamos que pronto se haga costumbre en toda Argentina.
En sintonía con esa toma de conciencia, Verallia -la empresa productora de envases de vidrio para la industria del vino, el aceite de oliva y la alimentación, una de las más grandes del mundo, con planta en Guaymallén, Mendoza– desarrolla cada año en esta ciudad la campaña «Vidrio, una acción transparente», que consiste en juntar botellas, tarros y frascos donados por los vecinos en sitios fijos, para reciclar ese vidrio en su propia fábrica. A cambio de ese gesto solidario de la gente, Verallia entrega fondos equivalentes al costo del vidrio al Hospital Materno Infantil Humberto Notti de Mendoza, para mejorar sus instalaciones y comprar equipamiento para los niños internados. En los 9 años que lleva la campaña de Verallia, ya se entregó al hospital casi $1.000.000.
2. Con ADN versátil
El vidrio presenta una serie de cualidades que lo convierten en un material muy versátil y de innumerables aplicaciones. Es inerte, rígido y frágil al mismo tiempo, amorfo y transparente. Todas estas características, en combinación con el ingenio y la creatividad del ser humano, hacen que pueda aplicarse en todo tipo de industrias, y en ámbitos tan diversos como el arte y edificación. El vidrio toma diferentes formas: lanas de vidrio, vidrio plano, vidrio hueco. Y tiene tantas aplicaciones que ha resultado esencial en el desarrollo de la tecnología, la biomedicina, la astrofísica, la energía solar o las telecomunicaciones.
Su empleo como envase es uno de los usos más extendidos y tienen nombres diferentes según su contenido. Se llaman tarros cuando son para alimentación, botellas cuando contienen líquidos y frascos cuando son envases de perfumería, farmacia o cosmética.
3. Se recicla infinitas veces
El vidrio se crea a partir de materia prima natural, sostenible y abundante (arena de sílice, carbonato de sodio y caliza) pero, actualmente, su principal ingrediente es el vidrio reciclado, ya que se trata de un material que no se degrada durante el proceso de reciclado, pudiendo repetirse infinitas veces, sin pérdida de calidad ni cantidad, y para convertirse de nuevo en lo que era, un envase apto y seguro para alimentos y bebidas. De esta manera, en un circuito cerrado e infinito, se evita la generación de residuos, al tiempo que se ahorra energía y se reducen las emisiones de carbono.
El vidrio nunca es basura, es un recurso inagotable cuando se recicla, que sustituye con creces a las materias primas, de hecho al reciclar 1 tonelada de vidrio se ahorran 1,2 toneladas de materia prima.
4. Una barrera infranqueable
Es un material puro que conserva las cualidades originales de su contenido y lo protege frente a agentes externos. El vidrio es impermeable, hermético y no se oxida. Los envases de vidrio, no necesitan capas internas (barnices, plásticos…) para estar en contacto directo con los alimentos o bebidas. El vidrio es inerte, es decir, no existe riesgo de que absorba o libere químicos dañinos ni a su contenido ni a su entorno, está libre de contaminantes y se erosiona como cualquier roca, sin afectar a la cadena alimentaria. De hecho, el vidrio es el único envase que ha recibido la etiqueta GRAS (Generalmente Reconocido como Seguro, por sus siglas en inglés) por la FDA (Administración de Alimentos y Fármacos) de Estados Unidos.
El vidrio no sabe ni huele a nada. Por eso se utiliza para realizar catas, ya que no afecta al aroma o al sabor, y también es el material elegido en laboratorios, al no alterar las muestras.
5. El mejor ejemplo de sostenibilidad
La Naturaleza nos muestra el mejor ejemplo de sostenibilidad, actuando mediante ciclos cerrados que aseguran su desarrollo a lo largo del tiempo, sin agotar recursos y preservando el futuro. La economía circular pretende imitar este ciclo, cuidando a la naturaleza, y creando a su vez riqueza y empleo.
El envase de vidrio es un magnífico ejemplo de economía circular: cuenta con un reciclado modélico, integral e infinito; su industria genera empleo local, estable y de calidad; y es un material de proximidad, los proveedores de materia prima, la fabricación, la distribución el envasado… La práctica totalidad de las etapas hasta que un envase llega al consumidor se realiza gracias a la red de empresas locales que trabajan por y para el vidrio.
La industria del envase de vidrio es un sector esencial,. Por eso durante la crisis provocada por el covid-19, la industria del vidrio y sus trabajadores no se detuvieron. Los envases de vidrio forman parte de la cadena alimentaria, sin el suministro necesario de botellas y tarros, las empresas de alimentación y bebidas no podrían proceder con el envasado de sus producciones.
6. Se fabrican sin parar
El vidrio se crea al fundir las materias primas en grandes hornos a una temperatura próxima a los 1.000º centígrados. Ese vidrio fundido es cortado en gotas de un peso igual al del envase y distribuido a los diferentes moldes, donde mediante una serie de procesos de presión, prensado y vacío, se da forma a los nuevos envases. Estos hornos funcionan las 24 horas al día, los 365 días al año, durante sus 12 o 15 años de vida útil.
7. No es lo mismo vidrio que cristal
Aunque puedan parecer lo mismo, no lo son. Los cristales los crea la naturaleza a partir de la cristalización de gases a presión en la pared interior de cavidades rocosas, en cambio, aquello que se fabrica fundiendo principalmente arena de sílice, es vidrio.
Existen, sin embargo, vidrios creados también por la naturaleza siguiendo el mismo procedimiento: como la obsidiana o vidrio volcánico, que se forma por el calor generado en el interior de los volcanes; o las fulguritas, que es el resultado de la caída de un rayo en la arena.
En la actualidad, a algunos vidrios, se les añaden determinados metales, como el plomo, para que sus propiedades en cuanto a brillo, sonoridad y peso sean muy parecidas a las de los cristales. Éste es el caso de las vajillas (copas, vasos), aunque es vidrio lo llamamos cristal.
Por lo tanto, aunque son similares, su composición es diferente, y no se reciclan igual.
Fuente: Tecnovino