El miércoles 2/4, el presidente estadounidense, Donald Trump, impuso aranceles globales a las importaciones de bienes hacia EEUU, haciendo sonar la alarma de un principio de guerra comercial. La medida afecta a todos los países del mundo que exporten a EEUU, aplicándoles un gravamen base del 10%, pero 60 estados o bloques comerciales tendrán un «castigo» mayor, ya que el cálculo se hizo en base al déficit comercial del país dividido entre sus exportaciones a EEUU y multiplicado por la mitad. En este contexto, los aranceles para el mundo del vino quedaron en 20% para la Unión Europea (UE), 30% para Sudáfrica, 31% para Suiza, 10% para Gran Bretaña, Chile, Australia, Nueva Zelanda y Argentina. La tasa base del 10% entrará en vigor mañana 5 de abril, mientras que las tasas más altas tendrán efecto el 9 de abril.
Las exportaciones de vino argentinas a EEUU seguramente sufrirán algún impacto, ya que el país del Norte es el principal destino del producto, absorbiendo alrededor de un 30% del vino que Argentina vende a 127 países del mundo. Entre los bodegueros, empresarios y funcionarios mendocinos hay diversidad de miradas sobre el tema. Algunos lo ven como una ventaja relativa, ya que Argentina quedó en el grupo de menores aranceles. Y otros creen que esto generará inflación y caída del poder adquisitivo en EEUU, por lo que muchos consumidores relegarán las compras de vino extranjero.
Los nuevos aranceles anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump afectan a todas las importaciones de bienes sin distinción del país que provengan. La diferencia está en las tasas impuestas, ya que el gravamen base es del 10%, pero más de 60 estados o bloques comerciales se enfrentarán a aranceles más altos. Ejemplos de esto son la Unión Europea (20%), Corea del Sur (26%) y Japón (24%).
Para definir el porcentaje arancelario para cada país, el gobierno de Trump contempló el déficit comercial del país dividido entre sus exportaciones a Estados Unidos (EEUU) y multiplicado por la mitad. Por ejemplo, el déficit comercial de EEUU con China en 2024 fue de U$S 295.400 millones, y EEUU importó productos chinos por valor de U$S 439.900 millones. Esto significa que el superávit comercial de China con EEUU representó el 67 % del valor de sus exportaciones, un valor que el gobierno calificó como “arancel cobrado a EEUU” La mitad de ese 67%, el 34%, se le suma a los aranceles preexistentes del 20 %, lo que da un total del 54% de gravamen que estableció sobre China, el segundo mayor exportador a EEUU después de México.
Varios países y bloques económicos, entre ellos China, la Unión Europea (UE) y México, prometieron responder a los aranceles con represalias comerciales.
El mercado bursátil también contestó a su manera: la mañana del jueves 3/4 el índice Dow cayó 1.500 puntos, el índice más amplio S&P 500 cayó un 3,95%, y el Nasdaq, con gran peso tecnológico, cayó un 4,9%.
Esta medida impacta significativamente en el flujo del comercio mundial. Los países más afectados deberán reevaluar sus estrategias, redefinir los destinos de sus exportaciones -y con ello los productos que priorizarán producir- y pensar alternativas para subsanar las pérdidas. Además, el consumo y la economía interna de EEUU también sufrirán el golpe. Todos los productos que el país importa pasarán a ser más caros para los estadounidenses, ya que los comercios no tendrán la capacidad de absorber el valor adicional.
Cómo queda el mapa vitivinícola
Los aranceles sobre el vino quedarán en 20% para la UE, 30% para Sudáfrica, 31% para Suiza, 10% para Gran Bretaña, Chile, Australia, Nueva Zelanda y Argentina. La tasa base del 10% entrará en vigor mañana 5 de abril, mientras que las tasas más altas tendrán efecto desde el 9 de abril.
Estos porcentajes se aplican cuando el producto llega al puerto y es el importador el que debe hacerse cargo, lo que implicará aumentos de precios a los consumidores y una presión financiera sobre las empresas en toda la cadena de suministro del vino, desde los importadores hasta los minoristas.

Aunque el objetivo es impulsar la producción nacional, los aranceles podrían perjudicar a la industria vitivinícola de EEUU al limitar las opciones, aumentar los precios y provocar represalias comerciales que reduzcan las exportaciones de vinos estadounidenses.
Según publicó la revista especializada Food and Wine, existe un ecosistema económico muy grande en EEUU basado en el vino importado. En 2024, los estadounidenses compraron U$S 31.600 millones en vino importado, vino que pasó por unos 4.000 pequeños importadores y distribuidores estadounidenses, y aún más restaurantes y tiendas, e implicó el trabajo de innumerables empleados estadounidenses en la industria del vino. En teoría, los aranceles podrían beneficiar a las bodegas estadounidenses, pero una guerra comercial como la que se vislumbra con estas medidas probablemente no ayude a nadie, basta con ver cómo vinos y licores estadounidenses han sido retirados de las estanterías en tiendas de Canadá recientemente.
El impacto en el vino visto desde Mendoza
El titular del Consejo Empresario Mendocino (CEM) Martín Clément, en declaraciones a Radio Post, opinó: «Estamos todos bastante desorientados porque es algo realmente novedoso. Estamos un poco expectantes a ver cómo va a evolucionar esto. Es un cambio realmente importante en lo que son las relaciones internacionales en general y dentro de la olvidada ya Organización Mundial del Comercio, que si bien está ahí, está un poco olvidada: ya nadie piensa que nadie va a ir a reclamar por este tema en la OMC. Es un cambio radical de reglas de juego y veremos con qué fin. Si bien la administración de Trump apunta que las empresas vuelvan a radicarse en Estados Unidos, eso se podría dar en caso que todas estas políticas se perpetuaran y en el tiempo pero eso está por verse».
Las exportaciones de vino representaron el 41,2% del total del valor FOB de ventas mendocinas al exterior en 2024. El mosto sumó otro 4,5%. Entre ambos productos acumularon casi el 46% del monto exportado desde Mendoza el año pasado.
El empresario Clément agregó: «Hasta ahora el vino argentino en Estados Unidos pagaba un derecho específico, es decir, unos centavos por litro cuando entraba en Estados Unidos. Esto, en principio, llevaría a que pague no solamente un porcentaje sobre el valor del vino o el mosto también, sino sobre el valor ahora: si es un vino más caro, va a pagar nominalmente más. Todo esto va a producir sin duda un reacomodamiento y hay que ver cómo reacciona el consumidor norteamericano y aparte hay algunos productos que no son consumibles: Estados Unidos importa muchísimo material para procesar. Hay que ver mercado por mercado y rubro por rubro».
Por su parte, el ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, consultado por diario El Sol, aseguró que la exportación de vinos ya contaba con un arancel del 10%. Por lo que, antes de afectar a Mendoza, el incremento aún mayor para otros países provocará “una mejor competitividad en el sector vitivinícola mendocino”.
Hay que entender que hubo países y bloques a los que Trump les impuso un arancel mayor, como fue la Unión Europea con un 25%. Esto beneficia a la Argentina y principalmente a Mendoza, porque se podrá competir a un nivel más amplio… El aumento, en principio, es negativo. Pero si se compara con mercados rivales, con el arancel mayor, se presenta como una oportunidad para crecer”.
Rodolfo Vargas Arizu, ministro de Producción de Mendoza.
Ramiro Barrios, coordinador de Comercio Exterior de Bodegas de Argentina (BdA), en declaraciones al diario Los Andes, manifestó: “Primero, a nivel competitivo, tener un costo más en la cadena de costos hasta llegar al consumidor sin duda impacta en las ventas de vino… La categoría de vinos en los Estados Unidos tuvo una caída del 7% en la venta total en 2024. El aumento de aranceles va a generar un menor consumo y no debemos olvidar que estas subas también impactan en las materias primas y otros productos que forman parte de la canasta del consumidor americano, con lo cual esto va a tener presión sobre la inflación y reduce el dinero disponible de la gente para gastar. Y el vino no es un producto esencial”.
Fuentes: CNN, Food and Wine, Radio Post, El Sol y Diario Los Andes