En los últimos días, la muerte de una joven voleibolista, presuntamente causada por la ingesta de alcohol de su novio al volante, más la colisión entre el vehículo de un futbolista que tomó de más y una moto, con dos heridos graves, reavivaron la polémica sobre si se debe o no bajar el nivel permitido de alcohol en sangre de conductores, hoy de 0,5 g por litro.
Desde hace años, siempre con mayor vigor después de tragedias que actualizan el tema, legisladores y familiares de víctimas de conductores alcoholizados han impulsado la sanción de una ley de tolerancia cero de alcohol en sangre para quienes manejan vehículos.
Esto ocurre tanto a nivel provincial como nacional, y en algunos casos los parlamentarios gestores de este legítimo reclamo han tenido éxito en sus estados o regiones. Tal es el caso de Córdoba, Salta, Tucumán, La Rioja, Neuquén y Entre Ríos, donde se aplica la norma de sancionar duramente, incluso con prisión, a los conductores a quienes en la prueba de alcoholemia se les compruebe la ingesta de un mínimo de alcohol. En tanto, en Mar del Plata (y en todo el partido bonaerense de General Pueyrredón) también se formalizó a fines de 2018 la ley. En total, contabilizamos 10 distintas presentaciones de legisladores en el Congreso Nacional solicitando la sanción de esta ley a nivel nacional, mientras que en Mendoza se registran al menos tres solicitudes -Omar de Miguel (UCR) María José Sanz (UCR) y Hebe Casado (PRO)- que hasta la fecha no han prosperado.
En Mendoza, como apuntábamos al principio, el tema recobró vigencia tras el fallecimiento de Julieta Testa (25), hija del conocido entrenador de voley Luis Testa, el lunes 8 de julio último. Y terminó de instalarse el domingo 14 de julio, cuando el futbolista de Godoy Cruz Luciano Pizarro atropelló con su vehículo a dos motociclistas, una de los cuales murió mientras que el otro estaba grave al cierre de esta edición (17/7, 21 hs.). Pizarro, según trascendió, tenía 0,9 gramos de alcohol en sangre, casi el doble de lo permitido por la ley de Tránsito.
Luego del fuerte reclamo de varios familiares de víctimas en el auditorio Ángel Bustelo ante el presidente Macri, de visita en esta provincia, el propio gobernador Alfredo Cornejo salió a enfrentar la situación proponiendo, en lugar de modificar las leyes vigentes, más dureza contra los infractores.
“Hay que tener sanciones más rápidas, veloces y altas sobre la gente que conduce alcoholizada -sostuvo el gobernador mendocino-, por lo cual estamos comprando más grúas para llevarnos los vehículos. De nada vale poner más dura la ley si las sanciones no se aplican o no hay controles. Ahora estamos mejor preparados”, aseguró Cornejo. A la par, fuentes del Ejecutivo agregaron que ya tienen 36 alcoholímetros homologados disponibles para controles en Mendoza, cuando hace 3 años había sólo 10.
En declaraciones a la prensa local, el gobernador indicó también que el proyecto propone sanciones similares al Código de Faltas, como trabajo comunitario, multas económicas relacionadas con el valor del vehículo y hasta días de arresto.
Según explicó, con este cometido tienen planeado habilitar un establecimiento en El Borbollón, Las Heras, para alojar a los conductores detenidos por esta causa. La idea es construir una minipenitenciaría que pueda albergar entre 50 y 60 personas, que deban cumplir arrestos de 1 a 30 días.
En tanto, sobre las sanciones monetarias, Cornejo aseguró que han quedado desactualizadas por efecto de la inflación, por lo que se estudia aplicar una multa en porcentaje al valor del vehículo que conduzca el infractor. Actualmente, según aclaró por su parte Diego Costarelli, titular de la bancada radical en el Senado, la multa por conducir ebrio ronda hoy los 18.000 pesos. “Estamos viendo si lo llevamos a un porcentaje del valor del vehículo, como ocurre en España”, adelantó.
No obstante, también analizan la posibilidad de retener el vehículo: “Hoy si el conductor está alcoholizado, si tiene un acompañante con carnet de conducir en condiciones de manejar puede irse en el auto”, dijo Costarelli en declaraciones al diario Los Andes.
Rechazo de la industria vitivinícola
Por su parte, desde que el conflicto está instalado hace varios años, distintos representantes de la industria vitivinícola han manifestado su oposición a cambiar la ley vigente en Mendoza, mostrándose partidarios, en sintonía con el gobernador, de endurecer las sanciones económicas y penales.
Uno de los argumentos que esgrimen los empresarios vitivinícolas es que, en general, los accidentes de tránsito provocados por alcohol se producen, en la mayoría de los casos, entre los conductores jóvenes a la salida de los locales bailables, donde el vino prácticamente no tiene intervención.
Y se reitera, una y otra vez, que el vino “no tiene que ver con el problema”.
También el empresario Fernando Barbera, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica y Afines de Mendoza, advertía en 2014: “En Córdoba se habla de una caída del 20% en el consumo de vinos en restaurantes y en Mendoza podría descender el consumo de vino en restaurantes si se aplica la tolerancia cero”.
¿Cuánto vino se puede beber y cuánto dura el alcohol en sangre?
Hugo Grecco, especialista en seguridad vial, afirma que “la graduación alcohólica va por la masa muscular, el peso de cada uno, y por el sexo”. También habla de la diferencia que existe entre un hombre y una mujer a la hora de tomar: “Si una mujer pesa 55 kilos, el hombre pesa 80 y los dos toman 750 ml de vino, el hombre va a tener un gramo de alcohol en sangre, mientras que la mujer va a tener casi dos gramos”.
Y prosigue: “El alcohol no se elimina en un ratito y son mentiras qué ingiriendo ciertos productos como el chocolate, el café y tantas cosas que se escuchan, eliminamos el olor. El alcohol lo metaboliza el hígado y tarda lo que tiene que tardar. No hay nada que aumente la rapidez”.
Uno de los puntos a tener en cuenta es cuánto tarda el cuerpo en eliminar el alcohol que se tomó. Al respecto, Greco es muy claro y preciso: “La mujer tarde entre 12 y 14 hs en eliminar todo, mientras que el hombre entre 8 y 9 hs. Acá es donde tenemos que prestar mucha atención para no confundirnos. Si una persona va a cenar y consume más alcohol de lo permitido y tiene que viajar a las 5 o 6 de la mañana, por ejemplo, no va a bajar la graduación. Ahí viene el riesgo porque los sentidos no están al nivel que corresponde.”
“Un vaso de vino da 0,30 o 0,35 ml y lo permitido en la Argentina es hasta 0,50 ml. Con esa poca cantidad uno no dice que la persona está borracha. El tema pasa por la pérdida de reflejos, de sentidos, por la pérdida de la vista lateral y por el retraso de la reacción. Todas estas cuestiones son muy peligrosas cuando uno está frente a un volante. En estos casos si la persona que tiene un accidente se le hace el análisis para saber si tomo alcohol y el mismo da positivo va a tener problemas”.
Por último, Hugo Greco hace referencia a lo que tarda en hacer efecto lo que se consume: “Desde que uno toma el primer vaso de vino, en media hora ese alcohol ya está recorriendo el cuerpo. Para finalizar, lo que tiene que saber el público es que lo que mide el alcoholímetro no es el alcohol en sangre sino el alcohol espirado”.
Fuente: Carburando
Familiares de víctimas, firmes en su postura
Hace unos años, cuando el mismo debate se recalentaba tras varias tragedias con ebrios al volante, el entonces gerente de Bodegas de Argentina, el mendocino Juan Carlos Pina, apuntaba que se habían realizado estudios estadísticos en Córdoba -donde desde junio de 2014 rige tolerancia cero- que concluían que «el consumo de botella abierta (restaurantes y degustaciones) cayó un 20 por ciento en los últimos meses”.
En contraposición, Andrés Vilouta, papá de Alan (joven que falleció cuando cruzaba el Acceso Sur tras ser atropellado por Alejandro Verdenelli, conductor ebrio), sostuvo que tanto él como los integrantes de la Asociación Estrellas Amarillas están convencidos de que la medida a aplicarse debe incluir el alcohol cero al volante. «Tenemos que concientizar a la población que manejar un auto es como si tuviéramos un arma y que puede ser disparada”, dijo.
Sobre las sanciones, Vilouta enfatizó: “No importa el dinero, porque el que tiene plata puede hacer lo que quiera, parece que tenemos un signo pesos en la cabeza. Yo quisiera explicarles lo que es perder a un hijo en manos de una persona alcoholizada. Tenemos que tomar medidas”, destacó, y agregó que el 26 de agosto (segundo aniversario del fallecimiento de Alan) presentarán un nuevo proyecto de tolerancia cero, tras un acto en la zona donde fue el accidente de su hijo.