El 17/9 se llevó a cabo en San Martín, Mendoza, el 10º Taller de Construcción Participativa, organizado por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Los productores de esta región clave de la vitivinicultura argentina plantearon sus problemas, necesidades e ideas con el objetivo de diseñar un plan estratégico para los próximos 11 años.
El 10° Taller de Construcción Participativa PEVI 2030 se realizó ayer, 17 de setiembre en la zona Este de Mendoza, los departamentos de San Martín, Rivadavia, Junín, Santa Rosa y La Paz se reunieron en la Inspección de Cauce Rama Montecaseros del Departamento de San Martín.
Con más de 130 participantes, que se suman a los más de 1.100 asistentes entre los 10 talleres, se identificaron, con visión prospectiva y en un marco participativo, fortalezas y problemáticas propias de la zona productiva del Este mendocino y acciones estratégicas que constituirán una matriz de temas prioritarios para la actualización Plan Estratégico Vitivinícola argentino.
Productores, bodegueros, enólogos, técnicos, cooperativistas, regantes, profesionales, referentes institucionales, organismos técnicos, estudiantes y académicos, entre otros actores de la vitivinicultura, participaron del taller buscando analizar temas como competitividad, sostenibilidad, innovación, enoturismo, trabajo, educación, institucionalidad, mercado interno y mercado externo. En esta línea, los referentes zonales coinciden en la necesidad de contar con un Plan, ya que esto favorece y potencia la institucionalidad de la vitivinicultura, y aporta a la competitividad global para actualizar la visión del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020 por diez años más.
En esta oportunidad también se destacó la participación de la Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza (Aproem) con la presencia de su presidente Daniel Gil, apoyando el plan estratégico 2030, que hasta ahora fue siempre bien recibido en todas las ediciones y en los diferentes lugares donde se realizaron
Aproem es una institución gremial empresaria, sin fines de lucro que representa y defiende los intereses de los pequeños y medianos productores vitivinícolas del Oasis Este, una de las principales regiones de argentina en cuanto a extensión de viñedos y volumen de producción de uvas y vino, conformada por los departamentos Rivadavia, San Martín, Junín, Santa Rosa y La Paz.
Entre los asistentes se contaron Eduardo Sancho, presidente de Acovi; Fernando Morales, gerente de la Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Jugo Concentrado de Uva; Hilda Wilhelm de Vaieretti, presidenta de la Federación de Cámaras, vicepresidenta de la Coviar y titular de la Cooperativa Mendoza Norte; Eduardo Córdoba, presidente de la Asociación de Viñateros de Mendoza; Pedro Marianetti, coordinador Región Cuyo del programa Cambio Rural; Matías Manzanares, gerente de la Asociación de Viñateros de Mendoza; Nicolás Vicchi, subgerente de Acovi.
Las diferentes regiones vitivinícolas del país participan de esta serie de talleres: San Juan (en dos oportunidades en Pocito); Zona Norte de Mendoza (Lavalle, Guaymallén y Las Heras); Valle de Uco, Mendoza (Tunuyán, Tupungato y San Carlos); Zona Sur de Mendoza (San Rafael y General Alvear); Patagonia, en General Roca (Río Negro, Neuquén); Valles Calchaquíes (Salta, Tucumán, Jujuy y Norte de Catamarca); Zona Centro de Mendoza (Luján de Cuyo y Maipú) y Norte Argentino (La Rioja y Catamarca): de esta manera, los 10 talleres realizados en los oasis vitivinícolas del país han sido el ámbito de participación, interacción y canalización de propuestas, de más de 1.100 referentes de la vitivinicultura.
Luego del procesamiento de la información obtenida en los 10 talleres de Construcción Participativa, el INTA volverá a mostrar los resultados a cada oasis productivo con el afán de integrar las propuestas seguir profundizando las fortalezas y dificultades de cada zona para darle forma definitiva al nuevo Plan Estratégico Vitivinícola 2030.
Hilda Vaieretti, vicepresidente de la Coviar, abrió la jornada en el Este mendocino, proponiendo: “mirar hacia el futuro y trabajar por una vitivinicultura mejor porque en esta industria tenemos la capacidad de sobreponernos a dificultades circunstanciales y estructurales. El INTA, la entidad madre del campo argentino, coordina la realización de la continuidad del Plan Estratégico hacia 10 años más. En la actualidad, 20 años en el mundo es una eternidad, cambia la geopolítica, la tecnología, el consumo y los hábitos muy rápidamente, por eso propusimos que el Plan sea a 10 años y no ya solamente con la visión de cadena, sino de construcción de escenarios y también enfocados en las necesidades de cada zona porque no es lo mismo lo que sucede en cada lugar de nuestra vitivinicultura argentina”.
Con información local, nacional e internacional, con los actores del sector discutiendo y consensuando cuáles pueden ser las tendencias y variables críticas del contexto en el que nuestros productos llegarán a los consumidores y de la propia evolución de la cadena, considerando así como dimensiones el mercado interno, mercado externo, aspectos sociales (trabajo- empleo, educación-formación, asociativismo), ambientales e institucionales, además del enoturismo, la investigación, desarrollo e innovación, la competitividad y la distribución del ingreso en la cadena. Esos son los ejes del trabajo que demandará un año y que en el primer cuatrimestre del 2020 dará vida al nuevo Plan Estratégico Vitivinícola Argentina 2030.
Zona Este de Mendoza
Está conformada por los departamentos de San Martín, Junín, Santa Rosa, La Paz y Rivadavia, y representa la mayor región vitivinícola del país; posee cerca de 65 mil hectáreas dedicadas a esta actividad, que produjeron en la cosecha de 2019 casi 9 millones de quintales de uva.
Cuenta con la mayor superficie de vid en Mendoza, con 64.828 ha, lo que representa el 42,4 % del total, según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino. De ahí la importancia de esta región.
El destino principal de la uva de la zona Este es la elaboración de vinos y mostos, registrando sólo el 1,9% de las variedades aptas para uva mesa o pasa.
La zona se caracteriza por ser una planicie bañada por las aguas del Río Tunuyán y parte del Río Mendoza. Esta clase de vitivinicultura de llano se encuentra en una altitud entre los 750, en las zonas más elevadas, y los 650 metros sobre el nivel del mar. La variedades predominantes de esta zona son: chanin blanc, malbec, bonarda, tempranillo, merlot y syrah. Además se han desarrollado las actividades olivícolas, frutihortícola y apícola.