Mañana jueves 17/12 a las 17 hs, la Enoteca reinicia sus actividades tras más de 9 meses cerrada al público. Esta antigua bodega modelo de la Escuela Nacional de Vitivinicultura, recuperada y refuncionalizada, se emplaza en el Centro Cívico de Mendoza, a 10 cuadras del km 0 de la ciudad. Allí se resume parte de la historia de la vitivinicultura argentina y se exponen antiguos equipos de vinificación y una muestra ampelográfica de cepas implantadas in situ. Las actividades no tienen costo para los mendocinos, con reserva previa por whatsapp o email.
La Enoteca, emplazada en el Centro Cívico de Mendoza, es el único testimonio arquitectónico existente de la Escuela Nacional de Vitivinicultura, que funcionó entre 1897 y 1939 y formó a los primeros profesionales de la vitivinicultura de Argentina y América Latina. Esta Escuela empezó a funcionar el 3 de agosto de 1897 con 52 alumnos, quienes recibían el título de capataces-administradores de viñas y bodegas.
A partir de 2002, esta antigua bodega ha sido refuncionalizada por el Fondo Vitivinícola Mendoza y es el Centro Temático del Vino donde se desarrollan actividades de promoción de la actividad vitivinícola durante todo el año.
Conocer La Enoteca es un viaje en el tiempo, un recorrido histórico que comienza en el viñedo, manejado de manera orgánica, que es una singular muestra ampelográfica de las variedades más implantadas en Argentina.
Los visitantes podrán saber cómo llegó la vid a Argentina y a Mendoza; luego, la guía incorporará datos y experiencias combinando placer y saber, dos grandes aliados del vino.
Durante este primer fin de semana habrá intervenciones artísticas en vivo y continuará la muestra fotográfica del artista Máximo Arias. Obviamente, el recorrido incluye degustaciones de vinos.
Las visitas se desarrollarán entre las 17 y las 20 (cada una hora), el jueves 17, viernes 18 y sábado 19, con un cupo máximo de diez personas por turno. A partir del lunes 21 los horarios de visita serán de 10 a 18, también con cupos limitados.
Reservas al 2616595405 o al correo turismo@laenoteca.com.ar
El uso de tapabocas será obligatorio y se aplicarán y respetarán todos los protocolos sanitarios.
El viñedo
En el ingreso a la Enoteca hay un pequeño viñedo en el que se cultivan las principales variedades implantadas en Mendoza, a modo de muestra ampelográfica, para que el visitante tenga una primera impresión de la producción vitivinícola local. Las variedades tintas cultivadas son: Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon, Pinto Noir, Merlot y Syrah. Los cepajes blancos que están implantados en estas hileras son: Torrontés Riojano, Chadonnay, Pedro Ximénez y Sauvignon Blanc. El viñedo cuenta con riego por goteo y está conducido en sistema espaldero.
Edificio histórico
En su libro «Patrimonio de la tierra del vino», editado por el Fondo Vitivinícola, la arquitecta Liliana Girini cuenta la historia del edificio de La Enoteca.
Ante la necesidad de construir una «bodega modelo» acorde a las prácticas enológicas que incorporaban tecnología y equipamiento de punta, hacia el año 1899 se aprobaron los planos (según el diseño de profesionales del Departamento de Ingenieros Civiles de la Nación) y al año siguiente comenzó su construcción.
El edificio consta de dos naves principales de ladrillo, con cabriadas de madera, cielorrasos planos de caña, torta de barro y zinc; una nave semienterrada y la cava de gruesos muros de piedra, destinadas a albergar los «foudres» de roble para la conservación del vino. Completan el conjunto el laboratorio, adosado a la nave norte y una amplia galería extendida hacia el Este, que originalmente cubría el lagar y la zona de molienda.
La expresión clásica de la fachada de esta bodega, con ladrillo a la vista, fue la más difundida en Mendoza, probablemente por su sencillez constructiva. El tipo está relacionado con los templos renacentistas del norte de Italia, con frontón triangular y muro plano, donde se abren el portón y el óculo central.
La construcción, si bien respondió al modelo de la época, difundido desde fines del siglo XIX en la provincia, fue más pequeña que el común de las bodegas ya que su finalidad no era la producción de grandes volúmenes de vino para comercializar, sino para fines educativos y experimentales.
Fuente: La Enoteca