En una nota de la Agencia Solidaria de Noticias (Ansol), publicada el pasado 6/6/24, el secretario general del Sindicato de Contratistas de Viñas y Frutales se refirió a la crisis de precios en la producción de uva y vino, como producto de la alta inflación y los desequilibrios en la macroeconomía argentina, lo que a su vez causa un fuerte deterioro en el salario de los trabajadores de la viña.
La industria vitivinícola de Mendoza, una de las principales regiones productoras de vino en Argentina, atraviesa conflictos marcados por la discrepancia entre los precios de la uva y la inflación, los que a su vez impactan en los ingresos de los productores asociados a las distintas cooperativas vitivinícolas. Sumado a esto, según advirtió Edgardo Lera -secretario general del Sindicato de Contratistas de Viñas y Frutales y socio fundador de la Cooperativa Cootraavi Ltda, que lleva adelante la producción de la bodega cooperativa No me olvides– «una reciente importación de vino desde Chile por parte de distintas bodegas, devino en una importante baja del precio de la uva y del volumen de demanda para con los productores».
En diálogo con la Agencia de Noticias Solidaria (Ansol), Lera afirmó que el conflicto viñatero se ha trasladado también a la zona del Valle de Uco de Mendoza (departamentos de Tupungato, Tunuyán y San Carlos)como producto del crecimiento desigual en la producción de uva en la región: «En estos últimos años, todo lo que es producción de uva, de viña, de diferentes variedades, no ha crecido mucho en algunas zonas puntuales. Lo que llaman ‘Primera Zona’, es un lugar donde ha crecido mucho la producción vitivinícola y también la instalación de bodegas. Pero también tenemos, por ejemplo, el valle de Uco, donde hay fincas abandonadas y bodegas cerradas».
Da impotencia ver que los vinos en góndola han subido más de un 300% en un año y eso no se refleja en los ingresos del productor o del trabajador».
Edgardo Lera
Mendoza, en particular, ha tenido un crecimiento importante debido al turismo y el enoturismo. Sin embargo, Lera destacó una contradicción: «A pesar del auge de la industria, los salarios de los trabajadores no reflejan este crecimiento; las exportaciones siempre traen nuestro reclamo de que los obreros no son reconocidos en su salario por cómo ha crecido la industria, que es una de las principales fuentes de trabajo en la zona rural».
Según recordó Lera, «recientemente, un grupo de productores mendocinos se enfrentó a una gran bodega que decidió comprar vino más barato de Chile. Este hecho, en un contexto donde los precios de la uva aumentaron solo un 100% en comparación con el año pasado, generó un fuerte reclamo de pequeños productores y trabajadores contratistas. Es impotente ver que los vinos en góndola han subido más de un 300% en un año y eso no se refleja en los ingresos del productor o del trabajador».
La Agencia de Noticias Solidarias (Ansol) lleva 14 años desde su fundación, buscando visibilizar al sector de la Economía Social y Solidaria que en la Argentina representa a más de 28.000 cooperativas y sus 15.000.000 de asociados; 5.000 mutuales con sus 5.500.000 asociados y los 4.000.000 de trabajadores del sector de la Economía Popular, según el último censo estadístico del Inaes en 2019 y otros complementarios.
Por otro lado, según manifestó el representante de los contratistas y también productor vitivinícola, «a esta problemática se le suma el aumento en el costo de exportación debido a la reimplantación del Impuesto País a las exportaciones. Esta medida encarece aún más la producción de vino, haciendo que exportar sea considerablemente más caro. La cosecha de este año es mayor a la del 2023, y la disminución de la demanda del mercado interno debido a la recesión debería favorecer a la capacidad exportadora del sector… Esta situación también afecta directamente a los precios, que bajan proporcionalmente en el costo de la uva profundizando la crisis en la capacidad productiva».