En la bodega La Svolta, de la región italiana de Puglia, Italia, instalaron paneles solares justo encima de los viñedos para aprovechar al máximo el terreno disponible en su pequeña finca. Con sorpresa, tras la cosecha, elaboraron los vinos y vieron que su calidad era notoriamente superior a los vinos obtenidos en otra finca con los paneles instalados lejos de la viña. Tras el análisis del fenómeno, entendieron que los paneles como «techo» ofrecían protección contra el viento y las olas de calor, a la vez que contribuían al ahorro de agua, con el consiguiente rédito positivo para las plantas y las uvas.
La energía fotovoltaica generada en emprendimientos vitivinícolas mediante la instalación de paneles solares es una tendencia en alza para mejorar la sustentabilidad de la industria, al generar energía limpia y permitir, incluso, ahorro económico con respecto a la energía electrica convencional, luego de un razonable período de amortización de la inversión para los paneles.
Lo sorprendente es que también puede tener un impacto positivo en la producción de vino. La bodega La Svolta, situada en la región de Puglia, en Italia, ha demostrado que la combinación de paneles solares con viñedos puede reducir los efectos del cambio climático, retrasando la maduración de las uvas y elevando la calidad del vino.
Gracias a esta innovadora técnica, en principio descubierta por casualidad pero ya adoptada como una práctica beneficiosa, la bodega italiana está cultivando cepas que normalmente no se adaptan al clima local, al tiempo que optimiza el uso del agua y genera energía renovable en la misma tierra donde crecen las vides. De esta forma, obtienen beneficios tanto económicos como ecológicos.
Un ambicioso proyecto cooperativo
A partir de la experiencia de La Svolta, en la región desarrollaron un proyecto comunitario denominado Vigna Agrivoltaica di Comunità, una innovadora iniciativa que ya cuenta con 7.770 paneles solares de película delgada y doble capa, generando una potencia total de 970 kW.
Estos paneles solares, instalados en dirección sur y con una inclinación de 28 grados, se sostienen sobre una estructura de hormigón que emula las tradicionales pérgolas italianas. Bajo esta instalación, las vides crecen protegidas tanto del viento como de las intensas olas de calor.
La clave está en la sombra que proyectan los paneles, lo que ha permitido que la bodega La Svolta retrase la vendimia entre tres y cuatro semanas en comparación con los viñedos cercanos. Este fenómeno se ha observado tanto en variedades de uva blanca como en uva tinta. Este año, la Vigna Agrivoltaica di Comunità realizó su cosecha a finales de agosto, mientras que en otras zonas el proceso ya había concluido semanas antes.
Cómo actúan los paneles para mejorar la calidad del vino
La reducción de la exposición solar ralentiza el proceso de acumulación de azúcares en las uvas, lo que ayuda a lograr un mejor equilibrio entre la acidez y el contenido alcohólico durante la fermentación.
Según aseguran los enólogos y agrónomos de La Svolta, esta técnica permite obtener vinos de mejor calidad que los que no están protegidos por paneles, sin necesidad de recurrir a ajustes adicionales.
El uso de energía fotovoltaica alivia el estrés hídrico de las plantas y resguarda las uvas de fenómenos climáticos extremos. También, en este caso, ha disminuido la velocidad del viento en un 50%, comparado con viñedos expuestos. Los estudios técnicos realizados por la bodega demuestran una reducción en el uso de agua para riego de hasta un 20%, y un incremento en la productividad del terreno de entre un 20% y un 60%.
La Svolta no se quedó sólo con este beneficio y siguió innovando en su bodega italiana. Plantaron más de 30 variedades de vid, mayormente nativas de Puglia, con la esperanza de obtener resultados interesantes el próximo año. Sus planes para un futuro próximo incluyen la producción de vinos espumosos a partir de uva blanca, para la cual consideran que el sistema agrivoltaico será especialmente ventajoso.
Fuentes: Xataca y Euronews