El presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Mario González, durante el esperado discurso anual que expresa la actualidad, las expectativas y los proyectos de la vitivinicultura argentina, manifestó su confianza en la recuperación del sector, condicionada por una mejoría en las condiciones macroeconómicas, y pidió al gobierno que mantenga la retención cero para las exportaciones y reduzca los impuestos internos a la vitivinicultura. También expresó que el sector necesita total libertad de comercio y que se firmen Tratados de Libre Comercio (TLC) con la mayor cantidad posible de países y bloques.
Ante un auditorio calificado que incluyó a la vicepresidenta argentina, Victoria Villarruel; al ministro del Interior, Guillermo Francos; al ministro de Defensa, el mendocino Luis Petri; al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Fernando Vilella, al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo; al ministro de Producción provincial, Rodolfo Vargas Arizu; al gobernador de Jujuy, Carlos Sadir; al presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Carlos Tizio; legisladores nacionales, empresarios y periodistas, el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina, Mario González, pronunció un discurso de tono esperanzado, puntualizando las dificultades y requerimientos de la vitivinicultura pero confiado en una recuperación de la macroeconomía que permita mayores ventas de vino en el mercado interno y crecimiento de las exportaciones, aprovechando la demanda global y la mejor cosecha de este año.
En su alocución, Mario González arrancó agradeciendo «a los productores, a los viñateros de todo el país, a los bodegueros, industriales, que juntos constituyen el eslabón más importantes de nuestra cadena«. Y continuó: «Frente a todo contexto favorable o adverso, nacional o internacional, la vitivinicultura argentina mira al futuro con optimismo, porque tenemos un plan, un horizonte construido por consensos y de forma participativa al que todos queremos llegar… El Plan Estratégico Vitivinícola de Argentina cumple 20 años, ha sido una experiencia inédita en el mundo, que abre una efectiva mesa de diálogo y una articulación público privada que constituye una verdadera política de estado».
«El sector se autofinancia, -explicó-, porque en 2003, a través de una ley nos autoimpusimos pagar un pequeño costo, dentro de la elaboración, dentro de los despachos, para financiar este plan estratégico a largo plazo. Y lo digo con orgullo, y convoco a todos los sectores de la vitivinicultura argentina a que se sumen a trabajar y a participar, ya que todos tenemos mucho por aportar y contribuir en el desarrollo de este plan estratégico.
La vitivinicultura argentina tiene enormes posibilidades de crecer en el mercado mundial de vinos, pero necesitamos previsibilidad, reglas claras a largo plazo y condiciones que contribuyan a la competitividad de nuestra producción».
Mario González, presidente de la Coviar
Luego trazó un panorama de la vitivinicultura argentina: «Tenemos mucho trabajo por delante, no sólo en el vino sino en las pasas de uva, el mosto, la uva en fresco, tenemos mucho para desarrollar. Argentina es un actor central dentro de la vitivinicultura mundial, como país somos el 7mo. mayor productor mundial de vino, el 10mo. mayor consumidor, el 11avo. exportador mundial, y el 2do. mayor exportador de jugo de uva concentrado. El vino es parte de la cultura, y de la mesa de los argentinos, contribuye a construir identidad y marca país en todo el mundo, el vino es un embajador de la Argentina. Tenemos 205.000 ha distribuidas en 23.046 viñedos que están en manos de 17.000 productores a lo largo de todo el país, de las 18 provincias se dedican a la vitivinicultura… Necesitamos previsibilidad, reglas claras y lograr competitividad, la vitivinicultura argentina tiene enormes posibilidades de crecer en el mercado mundial de vinos, pero necesitamos previsibilidad, reglas claras a largo plazo y condiciones que contribuyan a la competitividad de nuestra producción».
En la continuidad de su discurso, González se refirió a los problemas que genera la alta presión impositiva: «La vitivinicultura es una actividad económica de mano de obra intensiva, que genera valor y arraigo en el campo argentino. Soportamos una presión impositiva que en muchas casos hace inviable la producción y nos deja fuera de mercado a nivel internacional, en especial a las pymes y productores más chicos. Pedimos de forma prioritaria una esquema impositivo que priorice la inversión y la generación de empleo de calidad en Argentina».
Llamado a la unidad, «sin mezquindades ni egos»
Y remarcó González: «Por eso es fundamental avanzar hacia un contexto macroeconómico estable, con reglas claras que nos den un marco de previsibilidad y competitividad. Necesitamos ir hacia un esquema de disminución de la alta carga impositiva que pesa sobre nuestra actividad, con condiciones indispensables para promover inversiones y productividad. Y junto con condiciones de estabilidad macroeconómica y reducción de la inflación, necesitamos líneas de crédito acordes con la realidad productiva de las economías provinciales, necesitamos que el sistema financiero esté a favor del sector privado. Es imposible para los productores y bodegas adaptarse a la velocidad de los cambios en la tendencia de consumo, a los nuevos esquemas tarifarios, cuando muchas producciones son electrodependientes y enfrentan los desafíos de la crisis climática, sin un sistema financiero que acompañe con créditos productivos en cuanto a plazos y tasas de interés».
Finalmente, González llamó a la unidad de todos los actores de la industria: «Estamos atravesando momentos difíciles en nuestro país, y necesitamos estar más unidos que nunca, somos optimistas, como siempre lo hemos sido, tenemos un potencial productivo muy grande, pero para desarrollarlo tenemos que trabajar todos juntos, codo a codo, sin egos, sin mezquindades, sabiendo que vamos a tener un futuro mejor. La vitivinicultura argentina merece estar mejor y Argentina merece estar mejor. Trabajemos todos juntos para que esto suceda».
Gobernador Cornejo: «La industria vitivinícola no puede quedarse llorando»
Tras el discurso de González, se dirigieron al público el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir; la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel; y finalmente el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. Todos expresaron su optimismo en el futuro pero hicieron hincapié en que para que esa expectativa se materialice es necesaria una macroeconomía ordenada, equilibrada y confiable.
Cornejo expresó: «La industria vitivinícola no puede quedarse llorando porque se cae el consumo en el mundo… Al contrario, debe salir a conquistar los nuevos mercados, enfrentar los problemas que trae el cambio climático, la sequía, la caída del consumo… Tenemos todo para superar esas dificultades estructurales, y la política pública tiene gran responsabilidad para sortear esas dificultades. Es imprescindible que la Nación firme acuerdos de libre comercio, es imprescindible que ordenemos la macroeconomía… Es un desafío enorme, y esperamos que el presidente Milei de vuelta la historia de decadencia en la que estuvimos en las últimas décadas, tenemos esa esperanza, no somos de su mismo signo político, pero hay que apoyar reformas estructurales que den vuelta las páginas de la decadencia de este país. La vitivinicultura necesita estabilidad de la macroeconomía, no basta con el objetivo del déficit cero».
Video completo del Desayuno de la Coviar (ver a partir del minuto 24)