Entre marzo de 2024 y octubre de 2025, el poder de compra mostró una mejora significativa frente a productos esenciales de la canasta básica: aceite de girasol, yerba mate, leche, asado, huevo y pan. En el caso del vino «común», su mínima suba del 2,1% en el último año también contribuyó a mejorar la capacidad de adquisición de los consumidores, pero perjudicó a los productores, ya que la inflación de los últimos 12 meses fue del 31,4%, a la par de los costos de producción.
La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) de Argentina presentó una nueva edición de su informe mensual “Del Sueldo al Plato: ¿Cuánto rinde el salario?”, en el que analiza la evolución del poder adquisitivo a partir del salario promedio de los trabajadores estables, medido por el índice Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), relevado por el Ministerio de Capital Humano de la Nación.
De acuerdo con el reporte que aquí replicamos, entre octubre de 2024 y octubre de 2025 los salarios tuvieron una suba interanual del 39%, por encima de la inflación del período (31,1%). Esta brecha se tradujo en una mejora real del 5,8% y en una recuperación acumulada del 25,9% respecto del piso alcanzado en marzo de 2024.
En octubre de 2025, la inflación mensual fue del 2,3%, mientras que el Ripte avanzó un 2,7%, ubicándose por encima de la variación de precios. A valores constantes de ese mes, el salario promedio pasó de $1.236.416 en marzo de 2024 a $1.556.592 en octubre de 2025, consolidando la tendencia de recuperación del poder adquisitivo.
¿Cuánto rinde el salario?
El repunte del salario promedio medido por el Ripte no sólo se reflejó en los números, sino también en el changuito. Durante el último año, el poder adquisitivo mostró una mejora frente a los alimentos básicos, recuperando parte del terreno perdido en los años anteriores.

Entre los productos que más sintieron este alivio se encuentra la yerba mate. En octubre de 2025, el salario permitió comprar casi el doble que un año y medio atrás: pasó de 356 a 658 paquetes de medio kilo, marcando un salto del 85% en su poder de compra.
Otro caso destacado fue el de la leche, donde el poder de compra creció un 71,7%. Mientras en marzo de 2024 el ingreso promedio alcanzaba para 583 sachets de un litro, en octubre de 2025 esa cantidad ascendió a 1.001.
El aceite de girasol, otro bien sensible en la canasta alimentaria, también mostró una mejora: el salario permitió adquirir 81 botellas más, un incremento del 34% en términos reales.
Incluso en rubros más costosos como el asado, se observó un avance del 21,5% en el poder adquisitivo, que permitió sumar unos 24 kilos adicionales respecto a marzo de 2024.
En cuanto al huevo, el poder de compra del salario creció un 34%, equivalente a 81 docenas más. De 293 docenas posibles en marzo de 2024, se pasó a 318 en octubre de 2025.
Finalmente, el pan también mostró una mejora del 28% en términos reales, con 89 kilos adicionales. Así, el salario promedio pasó de alcanzar 319 kilos en marzo de 2024 a 408 kilos en octubre de 2025.
El impacto en los productores
Mientras que del lado de los consumidores la combinación de la recuperación del salario real y el rezago en el precio de los alimentos ha permitido mejorar el deteriorado poder de compra, para los productores de algunos alimentos este atraso relativo en los precios representa una dificultad.
El impacto se observa con mayor intensidad en productos como el arroz, vino y yerba mate, donde los costos han aumentado por encima de los precios, afectando la rentabilidad de los productores. Esta situación se replica en varias economías regionales que abastecen el mercado interno. Por poner algunos ejemplos: en el último año el arroz ha perdido el 43,6% de su valor real, la papa el 40,2% de su valor real y la cebolla 25%.

No obstante, los datos del informe Del Sueldo al Plato sugieren un posible cambio de tendencia. La mejora del poder adquisitivo de los salarios, más temprano que tarde, se está traduciendo en un incremento de la demanda y el consumo de alimentos, beneficiando a las economías regionales.
Dato inflación
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que la inflación de noviembre de 2025 fue del 2,5%, alcanzando su valor más alto en 7 meses (abril 2025 2,8%), acumulando así 6 meses consecutivos de suba de la inflación mensual, desde 1,5% de mayo 2025. Con este resultado, la inflación acumuló en lo que va del año un incremento del 27,9% y un 31,4% en la comparación interanual.
Entre los rubros con mayores aumentos durante noviembre se destacaron los Servicios Públicos, que registraron una suba del 3,4%, y el Transporte (3%). Alimentos y bebidas no alcohólicas (el rubro de mayor peso en el índice general), aumentó 2,8% y volvió a ubicarse por encima del promedio, luego de varios meses por debajo del IPC.

¿Qué es el Ripte?
La Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) es un indicador salarial de naturaleza previsional elaborado por la Subsecretaria de Seguridad Social del Ministerio de Desarrollo Humano.
Este indicador precisa la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses, tanto en el sector público como en el privado
Su publicación se realiza hasta 45 días de finalizado el periodo correspondiente debido al tiempo que transcurre entre la recepción y el procesamiento de las Declaraciones Juradas que los empleadores presentan ante la AFIP.
Entre las definiciones metodológicas más importantes de Ripte se encuentran las siguientes:
- Los salarios evaluados son los correspondientes a los puestos de trabajo con una antigüedad de 13 meses o más.
- Considera los salarios de los puestos de trabajo del sector privado y del sector público nacional, provincial y municipal que hayan transferido sus cajas previsionales SIPA.
- Solo cuantifica los componentes remunerativos del salario (imponibles al sistema de seguridad social).
- Tiene en cuenta el monto salarial hasta el tope imponible definido para los aportes personales al sistema de seguridad social.
En el cálculo se consideran los precios unitarios relevados por el Indec en el IPC.
Fuente: Coninagro











