Por cuarto año consecutivo, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) entregó los premios del «Concurso Jóvenes Emprendedores Vitivinícolas». Este programa busca fomentar el emprendedurismo en jóvenes de entre 18 y 40 años de edad vinculados a la producción primaria, otorgando incentivos para llevar a adelante proyectos vitivinícolas. Este 2021 se presentaron 19 participantes y los ganadores fueron Andrea Tornaghi, de San Rafael (para ampliar el espacio arquitectónico de Bodega Terra Lombarda), por $160.000; Alex Córdoba, para su producto Hidroplus (un polvo hidratante para las raíces de las vidas que conserva humedad por largo tiempo), por $ 80.000; y Pablo Caparrós de Luján de Cuyo, por Sueños de Revolución (para rescatar antiguos viñedos abandonados de Luján), por $ 40.000. También se entregó una mención especial a Soledad Páez por su proyecto «Cepas de ilusión» (para arar terrenos de viñedos con caballos).
La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) realizó por cuarta vez el concurso de jóvenes emprendedores vitivinícolas, que busca premiar a aquellas personas que se destaquen por su idea o proyecto a realizar en la industria vitivinícola.
Los participantes son jóvenes de entre 18 y 40 años de edad, productores vitivinícolas o hijos de pequeños productores, o que estén vinculados al trabajo de los Grupos Asociativos de Proviar y/o Centros de Desarrollo Vitícola INTA-Coviar, y a todos aquellos emprendedores que pueden hacer un aporte al sector vitivinícola. Cada proyecto debió incluir al menos 3 (tres) socios iniciales con posibilidad de ampliar el esquema asociativo.
Los ganadores
Luego de dar a conocer sus proyectos, el jurado evaluó bajo ciertos requisitos a los participantes y el miércoles 15 de diciembre se premiaron en la Enoteca a los tres ganadores y mención especial de este Concurso 2021, que contó con la participación de 19 proyectos.
Se trató de la entrega de una entrega de cheques a modo de representación del incentivo económico, el cuál se hará efectivo a través de proveedores, contando con la colaboración que necesite aportar a cada proyecto.
Primer lugar: $ 160.000 para un proyecto presentado por Andrea Tornaghi de San Rafael que busca mejorar el espacio de la bodega para diversificar ingresos y ofrecer experiencias entre vinos, enoturismo y gastronomía, además de la reconversión del parral existente.
Segundo lugar: $ 80.000 para Hidroplus de Alex Córdoba. Se trata de un producto que busca crear una cultura de apreciación y optimización del uso del agua, reducir el riesgo de pérdidas, aumentar la productividad y brindarle a la planta una nutrición eficiente y sustentable.
Es una especie de polvo granular biodegradable y no tóxico que, al estar en contacto con el agua, se expande y es capaz de absorber hasta 200 veces su peso en agua, dependiendo del tipo de suelo, calidad del agua, clima, planta, entre otros factores. Se coloca en la raíz y la mantiene hidratada sin necesidad de riego o lluvia. Además, incorpora elementos nutritivos 100% naturales que colaboran en las primeras etapas de crecimiento de la planta e incrementa su rendimiento en el caso de los cultivos. Puede usarse para cualquier tipo de plantas, cultivos, árboles, jardines, macetas, hidropónicos, vegetales, etc.
«Las plantas tomarán la humedad y los nutrientes de acuerdo a sus necesidades, asegurando un crecimiento estable y saludable, reduciendo las frecuencias de riego y optimizando el uso del agua», comentó Alex Córdoba, creador del proyecto.
Tercer lugar: $ 40.000 para Sueños de Revolución, proyecto de Pablo Caparrós en el departamento de Luján de Cuyo que pretende restaurar los antiguos viñedos escondidos entre calles y barrios privados de la zona. Estas viñas se han ido perdiendo con el paso del tiempo por los avances en la urbanización, lo que ha generado la pérdida del legado viticultor de los inmigrantes, sobre todo del río Mendoza al norte. La idea central de este proyecto es salvar un viñedo centenario, hoy viñedo urbano, ubicado entre loteos en el distrito de Chacras de Coria, esperando que sea el puntapié para crear varios vinos más que preserven el patrimonio cultural y vitivinícola de la zona.
“Sueños de revolución son viñedos agroecológicos, en donde no se usan agroquímicos de síntesis, se mezclan antiguas técnicas, se respeta la vegetación y se interviene mínimamente en el cultivo para que el terroir se exprese lo más posible. Pero no solo buscamos la expresión natural, sino que nuestras técnicas nos permiten ahorrar agua, no sobre exigir a las plantas y trabajar con mano de obra lujanina a la manera ancestral”, explica Pablo Caparrós.
Mención especial: Soledad Páez con su proyecto «Cepas de ilusión», quien realiza arado tradicional con caballos, resultando así beneficioso para el suelo porque no contamina el medio ambiente al igual que lo hace el uso del tractor, por ejemplo. Prescindir del tractor a la hora de realizar esta labor evita la propagación de gases tóxicos, siendo además beneficiosa la presencia del caballo para el terreno. Otro punto a tener en cuenta es que se abona el terreno de forma natural.
Fuente: Coviar