No ha transcurrido un año aún desde que en setiembre de 2022, gracias a la gestión conjunta del gobierno de Mendoza, la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo y empresas privadas locales ante el Comité Olivícola Internacional (COI, con sede en Madrid, España), la provincia obtuvo para su aceite de oliva virgen extra (AOVE) la certificación Indicación Geográfica Mendoza. A partir de ese sello que garantiza legitimidad y calidad ante el mundo, numerosos productores de la provincia han cumplimentado los requisitos exigidos y realizado los trámites legales para ostentar esa certificación. Argentina, a través de Mendoza, es el único país fuera de Europa y Túnez que ha logrado esta denominación de origen.
Ya son 25 las marcas de esta provincia que certificaron la denominación de Indicación Geográfica (IG) Mendoza. Se trata de una etiqueta de validez mundial, que garantiza calidad mediante estrictas medidas de seguridad agroalimentaria, algo así como la denominación de origen para los vinos.
Lograron ese reconocimiento algunas regiones de la Unión Europea y Túnez, en África, más Argentina a través de Mendoza. Así lo señaló el gerente del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), Alfredo Baroni, quien considera a la IG como un punto de inflexión, por tratarse de un reconocimiento perpetuo.
La superficie actual cultivada con olivos en Mendoza -13.000 hectáreas- permite producir unas 80.000 toneladas (50.000 para aceitunas de mesa y 30.000 para aceite de oliva, que dan como resultado 4.800 toneladas de aceite de oliva).
Recordemos que, en setiembre de 2022, Mendoza tuvo un logro histórico al convertirse en la primera región del continente americano en tener el sello Indicación Geográfica (IG) para sus aceites de oliva extra virgen.
En esa fecha, el Ministerio de Economía y Energía de Mendoza y el IDR presentaron la etiqueta IG que llevan los envases. «Así, el consumidor puede saber cuál es el aceite IG, que es un sello de excelencia”, destacó el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié.
Las marcas que a la fecha (agosto 2023) han certificado la IG Mendoza son las siguientes:
Almaoliva – Centenario – Zuelo – Laur clásico – Laur Lata Blend de Terroir – Laur Lata Cruz de Piedra -Envero – Don Bosco – Pisi – Moluá – Oculto – De la Facultad – Cultura Oliva – Mula parca – Lussuria – Coraggio – Omertá – Finca San Gerardo – La Portada – Malagüeña – Quinta Generación – María Ravida – Tapiz – Piuqué – Castelmonte.
Hace unos 35 años, Mendoza era la primera productora de aceite de oliva del país, pero después de la denominada «Promoción Industrial» que lanzó el gobierno nacional de esa época, quedó relegada y hoy ocupa el 4to. lugar del ránking después de San Juan, Catamarca y La Rioja, que hicieron crecer la producción gracias a ese beneficio fiscal.
La olivicultura mendocina es mixta: tradicional y de bajo rendimiento. En el otro extremo se sitúa la intensiva y moderna. En la tradicional, las plantas están más distanciadas, 10 x 10 metros entre plantas y 10 metros entre hilera, son más grandes, la variedad es arauco y el rendimiento es bajo. La olivicultura intensiva y moderna se caracteriza por tener menor distancia entre plantas, cosecha mecanizada, riego por goteo, ejemplares más bajos, más fáciles de cosechar y rendimiento mayor.
¿Dónde se fabrica el aceite de oliva?
Una almazara es el lugar donde se procesa el aceite de oliva. Su nombre proviene del árabe y significa “lugar donde se exprime”. Y, en verdad, el aceite de oliva es sólo el jugo de oliva, sin ningún agregado, porque la aceituna es el fruto preparado para consumir en la picada o en la pizza.
Mendoza participa en númerosos concursos con sus AOVE. En ese marco, la empresa aceitera Laur encabezó en 2022 el ránking de aceiteras del mundo que más premios internacionales ganaron, tras obtener el máximo galardón otorgado por AOVE Ránking Mundial (EVOO World Ranking).
Uno de los requisitos que deben tener los aceites de oliva virgen extra mendocinos para ostentar la IG Mendoza es poseer en su composición al menos un 40% de varietal arauco, el más típico de la región, algo así como el malbec del vino. Con alto contenido de ácido oleico, otorgado por la latitud de cultivo y el clima mediterráneo, el arauco es el varietal que más identidad le aporta al AOVE local. Pero también aparecen también variedades complementarias como frantoio, arbequina, farga, coratina, picual y corneiki, todas ellas presentes en la zona delimitada por la IG.
En el perfil sensorial del AOVE mendocino debe destacarse un frutado intenso, con otros atributos positivos como el amargo y el picante de intensidad media-alta. En nariz, se destaca por un frutado ligero y ausencia de defectos.
Fuente: Gobierno de Mendoza