La empresa global de origen español, con oficinas y laboratorios en Mendoza a cargo de su representante AgroConCiencia, inauguró recientemente instalaciones en el Centro Empresarial Torreón, local 13, Rawson 2.500, Luzuriaga, Maipú, Mendoza.
Con más amplitud y tecnología de vanguardia incorporada, sus profesionales concentran muestras de suelos, plantas y alimentos para analizarlas en una red de laboratorios de Argentina, Chile, Perú, México, Estados Unidos, España, Portugal, Marruecos y Turquía. A sus servicios habituales de analítica e ingeniería química aplicada a los sectores agronómico, alimentario, minero, salud y seguridad, agrega nuevas detecciones para la vitivinicultura, tales como las de gluten, clarificantes, caseína, derivados del pescado y metanol en vinos.
AGQ Labs y AgroConCiencia constituyen un centro tecnológico en donde, a partir de su red de laboratorios de análisis, sus ensayos avanzados y la aplicación de ingeniería química especializada, se brindan soluciones ambientalmente sostenibles y servicios de valor a los sectores agronómico, alimentario, ambiental, minero, salud y seguridad. Para ello, combinan la tecnología (química analítica) y el conocimiento especializado sectorial (ingeniería química aplicada).
Su actividad es diversa y a la vez integrada, desde estudios ambientales a caracterizaciones de materias primas, pasando por el seguimiento nutricional de cultivos hasta chequeos y asesoramiento sobre seguridad y calidad alimentaria.
En suma, para describir el valor que la compañía aporta a la economía agrícola de Mendoza y Argentina, común a todas las áreas que trabajan, podría decirse que AGQ Labs & AgroConCiencia son especialistas en la gestión eficiente y sostenible de los recursos naturales, con la capacidad y el objetivo de ayudar a sus clientes a producir alimentos, energía, metales y materias primas en general de manera más segura y rentable.
Para detallar los servicios de valor y soluciones innovadoras que la compañía ofrece a sus clientes desde Mendoza, y a través de la red global de laboratorios y centros logísticos en Argentina, España, Portugal, Chile, Perú, Estados Unidos, Marruecos, México y Turquía, dialogamos con su gerente general, el ingeniero agrónomo mendocino Luis Di Giácomo.
Una fortaleza: los ingenieros en el campo
Enolife: -Desde cuándo están en la nueva sede en el Centro Empresarial El Torreón, y qué servicios concentran allí?
Luis Di Giácomo: -Estos primeros cuatro meses, desde junio, hemos trabajado para adecuar el lugar para comodidad de los clientes y las exigencias de la tecnología. Aquí tenemos profesionales haciendo toda la operación y recibiendo a los visitantes, pero realmente nuestra fortaleza está en la calle, en el campo, con los ingenieros que están buscando datos y muestras, para luego procesar acá la información. En el primer piso y el subsuelo recibimos las muestras y las acondicionamos para que puedan viajar a los centros analíticos. Estos procesos están muy bien regulados y ajustados con normas de seguridad globales para evitar el movimiento de plagas o enfermedades cuarentenarias… Hay que inactivar las muestras, por ejemplo los tejidos vegetales se deben secar y tamizar hasta obtener partículas aptas para ser analizadas. Y a los vinos los fraccionamos en cantidades mínimas para enviarlos a los distintos laboratorios asociados.
-¿A dónde envían esas muestras para estudiarlas?
-La red de AGQ es muy amplia y tiene capacidades analíticas distribuidas en distintas zonas… Desde aquí las mandamos a donde necesitemos según el tipo de estudios. Nuestro laboratorio de cercanía y referencia es el que AGQ tiene en Santiago de Chile. El sistema de testings químicos es muy complejo, por ejemplo en un emprendimiento agrícola pueden haber numerosas plantas, tipos de suelos y productos a analizar, por lo que para abastecer todas las necesidades establecemos alianzas entre laboratorios. Hay laboratorios especializados en las distintas matrices productivas que existen en las zonas de Argentina, por ejemplo la carne, los lácteos, los cereales…
-Cuál es la importancia de la química analítica para la producción, y cómo ha avanzado en los últimos años?
-Es determinante construir potencia analítica a partir de equipos cada vez más sofisticados, por ejemplo para análisis cromatográficos. Y estas tecnologías avanzan con una dinámica cada vez más veloz. Surgen innovaciones y necesidades a cada rato, por lo que puede ser que un equipo o un tipo de análisis sea viejo apenas 3 meses de haberse puesto en práctica… Los equipos son cada vez más eficientes y precisos, cada vez miden con más detalle, más al milímetro.
Hasta hace unos años los laboratorios podíamos detectar familias químicas y no principios activos, actualmente, en AGQ Labs, determinamos mas de 600 principios activos, a un nivel de detalle de 0,01 mg por kilo, o incluso menos.
Además, los clientes piden cada vez más ese detalle y esa precisión, porque a ellos se los piden para exportar, por ejemplo, a España, Italia o Alemania.
«Algunos quieren ser campeones mundiales en proteger a los consumidores»
-¿Por qué esta velocidad en los cambios? ¿Para qué se necesita tanto detalle y precisión?
-Por ejemplo, las certificación de calidad, orgánicas, libres de sustancias, etc., exigen auditorias químicas que aseguren que lo que se dice que está sano, efectivamente lo esté… Y a veces nos enfrentamos al hecho de que un producto cumple lo que exige la ley de tal o cual país, pero después el comprador exige aún más, porque a ese comprador le parece que la ley es laxa, y él quiere demostrar que es el campeón mundial en proteger a sus consumidores… Así que pide que todo esté por debajo de determinados límites.
-¿Quién hace el procesamiento de los datos obtenidos en los análisis, y cómo se aplica esa información para utilidad de los clientes?
-El laboratorio mide, te manda el resultado y con ese resultado nosotros construimos la relación con los clientes aquí. Verificamos si hay algún desvío respecto a lo buscado o necesitado… Por ejemplo, en el caso de la parte agronómica, donde lo que hacemos nosotros es la nutrición vegetal y los planes de fertilización, realizamos un balance con los resultados y asesoramos al cliente sobre si fertilizan bien o mal… Un agricultor puede utilizar muchísimos insumos, y ocurre a veces que el productor no tiene idea sobre si el insumo sirvió o no para los fines previstos, porque puede pasar que los use en un momento o durante un lapso que no corresponden, o que lo use en cantidades insuficientes, o que lo use muy bien pero sin que nadie esté midiendo el resultado… Por otro lado, muchas compañías hoy necesitan auditarse para justificar que las decisiones que tomaron son técnicamente acertadas y económicamente sustentables, porque si el agrónomo construye el plan de nutrición y le dice al dueño que tiene que gastar 2.000 dolares por hectárea en nutrición vegetal, el dueño debe saber si eso es caro o barato… Entonces nosotros acompañamos al asesor para construir las razones por las cuales aplicar determinades cantidades de productos tiene sentido desde el punto de vista agronómico y económico, siempre en relación al costo-beneficio.
-¿Cómo trabajan en cooordinación con los distintos laboratorios asociados?
-Al mismo tiempo que nos vinimos a la nueva sede ampliamos y consolidamos la red nacional de servicios analíticos con distintos laboratorios que se están aggiornando, algunos de los cuales tienen equipos modernísimos pero que aún no los sabían usar para los fines que nos exigen los clientes, que todavía no tenían la metodología que nosotros sí tenemos, que hace años en AGQ la venimos desarrollando, sobre todo en el área agronómica. AGQ se fundó hace 28 años, y AgroConCiencia en 2008… Cuando nosotros empezamos, eramos considerados como pioneros raros, que veníamos a hacer algo que no se sabía bien quién lo querría y para qué lo querría… Hoy tenemos miles de hectáreas bajo asesoría en Argentina, con 6 ingenieros agrónomos desde el sur de Mendoza hasta los valles cordilleranos, y otros dos en el Noroeste argentino, somos 8 en total.
De la nutrición de la vid a la inocuidad en el vino
-¿En qué áreas específicas hoy están enfocados, cómo es su operación actual?
-Nosotros estamos muy concentrados en lo nutricional y en la calidad de los alimentos, porque es lo que hemos hecho toda la vida, estamos muy formados en esto desde la universidad. Acá además tenemos ingenieros en tecnología de los alimentos. Yo soy ingeniero agrónomo, y después de recibirme en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo siempre me vinculé a la parte química indirectamente, a través de terapéutica vegetal… Cuando formamos AgroConCiencia le dimos una orientación muy fuertemente vinculada a la nutrición vegetal y a la calidad relacionada con los residuos de plaguicidas, que eran las tecnologías que acá no estaban tan consolidadas y no eran tan demandadas. Construimos mercado, y a partir de la mayor demanda de exportaciones, empezaron las exigencias de los destinos, y le dimos fuerza a nuestro objetivo.
Los países regulan la cantidad de principios activos que pueden quedar en los diferentes productos que se consumen en cada país; eso se llama límite máximo de residuos en los alimentos, y todos esos procesos se miden muy rigurosamente, porque hay que asegurar la inocuidad. Esa parte es crítica: medir para asegurarse que tal o cual sustancia se encuentra por debajo de lo permitido legalmente en el destino de exportación, y que cumple con la legislación local sobre inocuidad.
En el caso de los vinos, en Estados Unidos te dicen exactamente cuáles son los principios activos que tienen prohibidos. Por eso, si una compañía exporta un vino y al analizar una muestra de esa partida allá encuentran algo incorrecto, te retienen toda la partida, te hacen una detención muy dura, muy onerosa… Por eso es mucho mejor medir antes acá en lugar de arriesgarse. La aparatología que se utiliza para todo esto es compleja, y además necesita estar acreditada por normas como la ISO 17025. En Alemania, por ejemplo, o en otros países de alto control, a veces se exige mucho mas que lo que exige la propia legislación nacional e internacional.
-¿Cómo es su trabajo en lo relativo a los suelos, a la nutrición de los suelos?
-Respecto a lo nutricional, a las mediciones en fincas, en algunos casos forman parte del paquete regulado que hay que medir de acuerdo a lo que dice alguna normativa… Si bien a veces esto no está legislado desde el punto de vista de la penalización, si bien a veces no hay leyes que obliguen a hacer los análisis de suelos, de agua o de tejido, agronómicamente sí corresponde. Lo importante es que nuestros usuarios lo hagan para asegurarse de que están haciendo bien las cosas. Muchas veces se descubre que las cosas se están haciendo en dosis adecuadas, pero en un tiempo que no es el correcto… Hay todo un abanico de situaciones…
Cuando nosotros salimos al campo, terminamos haciendo mucho acompañamiento a los productores… Por ejemplo, te preguntan por qué una hoja está amarilla, y la respuesta puede ser por una causa nutricional, pero muchas otras veces puede tratarse de una plaga o una enfermedad… Entonces empezamos a hacer la parte terapéutica , y lo estamos haciendo en coordinación con otra empresa que se llama Agro Terza, que está orientada especialmente a la parte terapéutica. O sea que también brindamos servicios a compañías químicas importantes que no tienen estructuras montadas para resolver situaciones de campo.
Toda la información que obtenemos y procesamos queda resguardada en una plataforma georreferenciada, que tiene un sistema de alertas para ir advirtiendo al productor que tal o cual situación debe ser combatida. Y le recomendamos los productos de tal o cual empresa, y luego obtenemos la devolución de si funcionó o no. También hacemos estudios de gestión de relaciones con los clientes (el llamado CMR comercial). Tenemos construida toda una base, con 130.000 hectáreas ya subidas a esa plataforma, con nombre y apellido cada una, con sus ubicaciones y características precisas… Y no hay divisiones de tipos de cultivos, aunque en Cuyo predomina el tema vitivinícola, luego la olivicultura y la nogalicultura. Pero en el norte estamos con los arándanos y la fruta fina, entre otros cultivos.
–¿Qué nuevos servicios han incorporado en esta etapa?
-Estamos brindando nuevos servicios enfocados en nuestros clientes de la vitivinicultura. En esta área hay algo muy importante además de la fiabilidad y la calidad de los productos, y es el tiempo en que se realizan las distintas operaciones. Por eso es muy importante asesorarlos sobre las necesidades tecnológicas, sobre las exigencias de otros mercados a la hora de exportar. Por ejemplo, hay ciertos productos para la fertilización que aquí están permitidos pero en Europa o EEUU están prohibidos, por eso certificar la inocuidad es tan importante. Y hablando de la calidad, estamos trabajando en detectar el tema del gluten o los clarificantes, que pueden ser alergénicos. O cuando el comprador te exige que el vino no tenga restos de caseína ni derivados del pescado, o la medición del metanol.
Más información en: www.agqlabs.ar