Tras una ardua cata a ciegas, puntuación y dictamen, los 37 expertos jurados del Concurso Nacional de Vinos Guarda 14 difundieron los nombres de las 78 etiquetas ganadoras, de ellas 13 con Medalla Gran Oro, 31 con Oro y 34 Plata. Con este certamen -organizado por el sitio de vinos de Diario Los Andes y con Enolife como medio asociado- desde Mendoza hacemos nuestro aporte para que el público consumidor conozca la categoría de los vinos argentinos y el trabajo fundamental de los enólogos para el crecimiento del sector.
El Concurso Nacional de Vinos Guarda 14 ya tiene sus ganadores. Después de una intensa jornada de trabajo, en la que el jurado compuesto por 37 profesionales de la industria -enólogos, ingenieros, bioquímicos, sommeliers, periodistas- probaron 250 muestras provenientes de 9 provincias argentinas, todo bajo la fiscalización de la escribana Silvia Cervós, se conocieron cuáles son los elegidos, que detallamos en esta nota.
Tras concluir la primera edición de la propuesta que nació del sitio especializado de Diario Los Andes con el objetivo de contribuir a la difusión de la actividad en todo el país, poniendo en valor y premiando a los mejores exponentes, 13 vinos consiguieron Medalla Gran Oro, 31 se alzaron con la de Oro y un total de 34 obtuvieron Medalla de Plata.
Uno de los aspectos a destacar del concurso es la amplia convocatoria geográfica, ya que llegaron muestras de 9 provincias vitivinícolas del país, lo que a su vez permitió a los jurados apreciar la diversidad calidad de los distintos terruños. En total, participaron 139 bodegas de 9 provincias distintas: Mendoza, Chubut, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Salta, Río Negro, San Juan y Tucumán.
Durante el pasado viernes 29 de julio, a lo largo de cinco horas, los 37 integrantes del jurado degustaron un total de 247 vinos que cumplieron en tiempo y forma con todos los requisitos de aptitud para poder ser parte del certamen. Divididos en 7 comisiones de 5 jurados cada una (2 tuvieron 6 integrantes), se calificaron el total de los vinos, 35 en 5 de las comisiones y 36 en las dos restantes.
«Estamos gratamente sorprendidos, porque hemos tenido muy poco tiempo desde que surgió la idea y la difundimos, pero la respuesta que recibimos ha sido altamente satisfactoria», ponderó Cristina Pandolfi, la ingeniera agrónoma presidenta del jurado . Y agregó: «Estamos realmente muy felices. Todo se dio en un clima de mucha concentración y seriedad para evaluar los vinos».
Una cata según las normas internacionales
El certamen fue organizado siguiendo estrictas normas internacionales, empezando por que la cata fue completamente a ciegas para garantizar la total objetividad. Y sólo un 30% de los vinos participantes pudo ser premiado con medallas.
El anonimato de las muestras comenzó desde el momento en que fueron recibidas por los organizadores y concluyó en el mismo instante en que se develaron los ganadores. Para ello, cada vino ingresó sólo con un código de referencia. Luego, la escribana Cervós le otorgó una nueva identificación numérica aleatoria, sólo conocida por ella. Entonces se inició un proceso de desidentificación de cada botella, en el que se le quitaron corchos y cápsulas y se les colocó una cubierta negra para todos iguales, con el objetivo de eliminar cualquier rastro de su marca, varietal o bodega. A partir de ese segundo número fue que los jurados pudieron identificar en cada planilla el puntaje que se le había dado, o sea que la percepción organoléptica fue lo único que ellos pudieron saber del vino.
En la instancia de evaluación, los vinos fueron clasificados en categorías de acuerdo al contenido de azúcar residual. Del certamen participaron tintos, blancos, rosados, espumosos, dulces y naranjos de vinificación clásica, orgánicos, biodinámicos, naturales y fair trade.
Respecto al puntaje, los integrantes de las comisiones tenían por cada vino que llegaba a la mesa una planilla en la que debían marcar el puntaje que le otorgaban según la vista, el olfato, el gusto y una opinión apreciación general. El aspecto más determinante era el gusto, que significaba el 35% del puntaje final. La calificación definitiva de cada vino resultó de un promedio obtenido a partir de los puntos que le había dado cada jurado.
Fuente: Sol Devia, Diario Los Andes. Fotos: Diario Los Andes