En verano en Argentina, en la época de inicio de la cosecha de uva, hay que estar atentos a los factores ambientales que pueden favorecer el desarrollo de enfermedades en la vid causadas por la aparición de hongos y bacterias. La peronóspera, el oidio y la podredumbre de los racimos son las más frecuentes. La Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) ofrece a los productores una guía para reconocer, prevenir y tratar los daños que estas plagas provocan.
En tiempos cercanos a la cosecha, hay que estar atentos a las condiciones climáticas a la hora de prevenir enfermedades producidas por hongos y bacterias en la vid, las que pueden afectar la calidad y el rendimiento en los racimos.
Factores que pueden favorecer la aparición de las enfermedades
Peronóspera:
- Cuando el brote es mayor a 10 cm, la temperatura del amanecer es mayor a los 10° C y existe agua libre sobre las hojas.
- Cuando las temperaturas son superiores a los 10°C, con humedad relativa media superior al 75% y hojas mojadas por lluvia o rocío.
- Las temperaturas superiores a los 35°C limitan el crecimiento del hongo.
Oidio
- Temperaturas entre 17° a 26°C.
- Baja y alta humedad relativa (el hongo no necesita presencia de agua libre).
- Insolación: a la sombra los hongos se reproducen de manera más abundante.
Podredumbre de los racimos
- Humedad relativa superior al 80% y presencia de agua por lluvia y/o rocío.
- Temperaturas frescas, óptimas entre 15° y 18°C.
- Lluvias y lloviznas finas y persistentes.
Con la finalidad de prevenir o de curar estas afecciones, la AVM propone las siguientes acciones: