La consultora y comercializadora de vinos a granel a escala global, Ciatti, acaba de publicar su último informe en el que analiza diversos puntos clave actuales del mercado mundial de este sector. En lo relativo al mercado argentino, destacan que las exportaciones cayeron 6,9% entre enero y julio de 2025 respecto a igual período de 2024, mientras que los stocks acumulados aumentaron 2,8% con respecto al año anterior. Por otro lado, el precio del malbec, varietal insignia del país, se mantuvo estable entre 0,70 y 0,80 dólares por litro.
Según la consultora Ciatti, el mercado mundial de vino a granel ha mostrado una actividad limitada desde julio hasta principios de agosto de 2025, un comportamiento habitual durante las vacaciones de verano y el comienzo de la vendimia en el hemisferio Norte. Sin embargo, este año la calma ha sido más acusada en varios países, lo que refleja una desaceleración más marcada en comparación con años anteriores. Los datos de exportación confirman que 2025 está siendo un año especialmente lento para el sector, con ventas minoristas estancadas y un exceso de inventario acumulado tras el aumento de la demanda durante la pandemia.
En Estados Unidos, el gobierno ha incrementado los aranceles de importación para vinos procedentes de la Unión Europea y Nueva Zelanda al 15% desde el 1 de agosto, y para Sudáfrica al 30% desde el 7 de agosto. Argentina, Chile y Australia mantienen el arancel base del 10%. Esta medida afecta directamente a los flujos comerciales y a la competitividad internacional de los productores.
En California, julio fue más fresco de lo habitual, lo que provocó algunos brotes localizados de mildiu y retrasó ligeramente la maduración de las uvas. La vendimia comenzó en el Valle Central a finales de julio con variedades como Pinot Grigio. Se prevé que la cosecha total esté por debajo de los 3 millones de toneladas por segundo año consecutivo, debido a la falta de compradores y al abandono o gestión mínima de viñedos. El mercado interno sigue lento y muchos proveedores buscan oportunidades en la exportación, ofreciendo precios atractivos y opciones para acuerdos plurianuales.
Argentina también ha experimentado un mercado tranquilo. A 1 de julio, las existencias totales de vino eran un 2,8% superiores al año anterior, con una mayor proporción de tintos. Las exportaciones cayeron un 6,9% entre enero y julio respecto al mismo periodo del año anterior. El precio del Malbec estándar se mantiene estable entre 0,70 y 0,80 dólares por litro. El peso argentino se ha depreciado frente al dólar debido a factores internos y externos. El consumo doméstico mostró crecimiento a principios de año pero volvió a caer en mayo y junio.
En Chile, la actividad internacional se centró en la logística y el envío de vinos ya contratados. Las exportaciones totales bajaron un 5,29% en el primer semestre respecto a 2024. La vendimia oficial fue de 838,6 millones de litros, por debajo del umbral histórico del país pero superior a lo esperado inicialmente. La oferta es amplia aunque los blancos genéricos son los más escasos. Los precios se mantienen estables pero podrían ajustarse si los proveedores necesitan liberar espacio en bodega. Las lluvias recientes han reducido notablemente el déficit hídrico en las regiones productoras.
Francia afronta una vendimia que se espera al menos del tamaño medio tras una campaña anterior corta. El Ministerio de Agricultura estima una producción nacional entre 40 y 42,5 millones de hectolitros, hasta un 17% más que en 2024. El verano ventoso ha favorecido una temporada intensa de incendios forestales en el sur del país, aunque pocas viñas se han visto afectadas directamente. La presión sobre los precios continúa debido a las ventas lentas y al aumento del arancel estadounidense. Hay oportunidades para adquirir vinos convencionales, ecológicos o bajos en alcohol a precios reducidos.
En España, las temperaturas moderadas en julio han retrasado ligeramente la maduración y el inicio de la vendimia en variedades blancas e internacionales. Se espera una cosecha nacional dentro del promedio quinquenal o ligeramente superior a la del año pasado. La oferta disponible es limitada, especialmente en blancos genéricos con más del 12% de alcohol y tintos superiores al 13,5%. Los precios se han mantenido firmes en los lotes de mejor calidad.
Italia ha registrado temperaturas suaves y lluvias irregulares que han favorecido el desarrollo organoléptico pero han causado problemas puntuales como mildiu en algunas zonas del noreste. La vendimia principal comienza en estos días de finales de agosto, salvo en Sicilia y Puglia norte, donde ya hay actividad debido a condiciones más secas. El mercado sigue lento, sobre todo para los tintos destinados a Estados Unidos afectados por los nuevos aranceles. Los vinos blancos mantienen mejor demanda; Prosecco DOC aumentó sus ventas un 5,4% en julio respecto al año anterior.
Hemisferio Sur con precios estables
Sudáfrica ha centrado su actividad en despachar los vinos ya contratados antes del aumento arancelario estadounidense. La disponibilidad sigue siendo amplia para todas las variedades principales aunque Pinot Grigio y Dry White están más ajustados. Los precios para exportación permanecen estables pero pueden ser negociables según volumen y condiciones logísticas.
Australia ha visto aumentar sus exportaciones totales un 3% en volumen y un 13% en valor durante los últimos doce meses gracias principalmente al restablecimiento del comercio con China tras la retirada de aranceles punitivos. Sin embargo, las ventas fuera del mercado chino han caído tanto en valor como en volumen. Las lluvias recientes han mejorado las reservas hídricas pero persiste preocupación por el coste futuro del agua ante posibles déficits pluviométricos.
En Nueva Zelanda, tras una cosecha muy abundante este año (más de 500.000 toneladas), los proveedores buscan compradores para Sauvignon Blancs anteriores con precios cada vez más competitivos frente a Australia y Chile. El nuevo arancel estadounidense del 15% supondrá un impacto económico importante para sus exportadores.
A nivel internacional persiste una tendencia hacia menores volúmenes transaccionados y mayor flexibilidad por parte de los proveedores ante inventarios elevados y ventas lentas tanto en Europa como Norteamérica. Los cambios arancelarios recientes añaden incertidumbre adicional sobre la evolución futura del comercio mundial del vino a granel.
