Según le anticipó el vicepresidente de Bodegas de Argentina (BdA), Francisco do Pico, al diario La Nación, los directivos de la cámara empresaria que reúne a las principales bodegas exportadoras del país se reunirán hoy martes 14/2 con los máximos funcionarios de Economía de la Nación para oficializar su requerimiento de reducción de retenciones a las exportaciones de vino, excepción de los productos de sus bodegas del programa gubernamental Precios Justos y mayor financiamiento para el sector. La gestión cobra fuerza luego de los anuncios del ministro de Economía Sergio Massa de ayuda a la vitivinicultura con un fondo de $10.000 millones, para compensar en parte los perjuicios causados por el granizo, las heladas y la sequía.
En los últimos días, la cámara empresaria de las bodegas exportadoras argentinas manifestó que el sector vitivinícola experimenta una grave crisis por los efectos combinados de los aumentos de los costos operativos, la caída del consumo de vino y el daño que distintos fenómenos meteorológicos y la sequía han provocado en los viñedos, con lo que se espera este año una cosecha menor a la de 2022, que rondó los 19 millones de quintales de uva.
Frente a esta situación, el vicepresidente de Bodegas de Argentina, Francisco Do Pico, reveló en una nota del diario La Nación que hoy martes 14/2 se reunirá en el Ministerio de Economía con el secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren; de Agricultura, Juan José Bahillo, y con la posible asistencia del mínistro del área, Sergio Massa.
Según La Nación, «los principales temas que se debatirán serán una posible quita de las retenciones al sector, la excepción de Precios Justos, la solicitud de ayuda financiera y cambios en los protocolos de fabricación».
Al respecto, en el mismo artículo, sostuvo Do Pico: “Llevamos más de un año de caída en las exportaciones; el año pasado descendieron un 10%. No tiene sentido cobrar retenciones a un producto cuyas ventas en el exterior están cayendo y su rentabilidad está en juego”.
Por su parte, Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), en referencia a las heladas que dañaron la producción, expresó: “Hay una cantidad de hectáreas afectadas que superan ampliamente los efectos climáticos presentes en los años anteriores. El 80% de la producción está en Mendoza y ahí es donde se produjeron las temperaturas más bajas. Entre 60.000 y 70.000 hectáreas se vieron afectadas de un total de 210.000”.
En una referencia al aumento de los costos y precios, el diario La Nación reseñó:
«Ante la prolongación en la caída de la actividad, los costos de los principales insumos, como la uva y el vino genérico, aumentaron. En marzo de 2020, el vino de mesa -el de menor valor, y el que toma el 40% de los argentinos- tenía un costo de $8 y hoy el precio aumentó a $160, una cifra que supera la inflación acumulada de los dos últimos años».
Con respecto a la rentabilidad de las exportaciones, Do Pico manifestó: “Desde 2021 el deslizamiento del tipo de cambio oficial no siguió el ritmo de la inflación, lo que generó una pérdida de rentabilidad y afectó principalmente a los vinos económicos”.
Por su parte, Rada justificó: “A los bodegueros no les queda más opción que subir los precios en dólares, lo que hace perder competitividad en el mercado internacional”.
Por las razones apuntadas por Do Pico, las bodegas asociadas a BdA piden salir de las limitaciones a los precios máximos que impone ese programa. Cabe recordar que entre las marcas afectadas al programa, que será relanzado en estos días con vigencia hasta el 30/6/2023, figuran las marcas de vino blanco Arizu y Termidor, el tinto Dolores, La Gran Nacha, Graffigna PC y Termidor.
Las empresas vitivinícolas adheridas al programa manifestaron que sólo pueden aumentar los precios de góndola hasta un 3,2% mensual, lo que les provoca pérdidas económicas por estar ese porcentaje por debajo de la inflación.
“A las bodegas no les queda otra que acompañar. Entendemos la necesidad y la urgencia de atender la inflación en la Argentina pero nosotros estamos atravesando una situación excepcionalmente mala con la cosecha del 2023 que se suma a la del año anterior. Por eso le pedimos al Gobierno que nos exceptúen de Precios Justos”, concluyó Do Pico consultado por La Nación.