El pasado viernes 24/4, tras una reunión por videoconferencia entre los representantes de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, el gobierno argentino decidió dejar de participar en la negociación de futuros acuerdos del grupo sudamericano con terceros países o bloques.
Este chisporroteo, que tiene como telón de fondo la tirantez entre Alberto Fernández y el presidente brasileño Jair Bolsonaro, se produce luego de que los restantes países del Mercosur anunciaran su intención de avanzar en acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Líbano, India y Canadá. El principal argumento del gobierno argentino para su decisión es que prefiere «darle prioridad a su política económica interna, agravada por la pandemia del Covid-19».
Desde el pasado viernes, cuando el Gobierno argentino anunció que se retira momentáneamente de futuras negociaciones comerciales entre el Mercosur y otros bloques o países, algunos medios de prensa titularon, con exageración, «La retirada parcial de Argentina congela el Mercosur» (El País, de España) o «Argentina suspende su participación en el Mercosur por desacuerdos» (La Nación, de Argentina). Incluso, medios on line menos serios lanzaron «Argentina se va del Mercosur».
La bola rodó y generó preocupación entre entidades del campo argentino, que en buena medida dependen de las exportaciones a los demás países del bloque. Pero, a partir del comunicado oficial del Gobierno argentino, que a continuación reproducimos, puede interpretarse que la acción argentina responde más bien a una táctica por la coyuntura que a una estrategia de fondo que implique alejarse del bloque sudamericano.
Por el lado de la oposición política, el diputado nacional Facundo Suárez Lastra (UCR), criticó la medida del Gobierno y la calificó como una «peligrosa estrategia de aislamiento». También fustigó la decisión presidencial argumentando que no fue consensuada en el Congreso de la Nación entre todas las fuerzas políticas allí representadas.
En Mendoza, el parlamentario del Mercosur Gabriel Fidel -único representante de la provincia en el Parlamento del bloque, con mandato hasta el 31/12/20-, por un lado aclaró que de ninguna manera Argentina se sale del bloque sino que sólo congela el tratamiento de nuevos acuerdos, manteniéndose activa su participación en la negociación de los acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y el bloque EFTA. Pero, por otro lado, expresó su preocupación y llamó al gobierno a no abandonar una política de Estado que inició el presidente Raúl Alfonsín en los años ’80 y que todos los gobiernos posteriores continuaron.
En la reunión del viernes pasado vía internet, los representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina sostuvieron que éste no es momento de abrir la economía, en plena emergencia causada por el coronavirus. En cambio, los delegados de los restantes países del Mercosur opinaron lo contrario. En este contexto, Argentina manifestó la decisión de suspender cualquier nueva negociación, con el objetivo de «darle prioridades de su política económica interna, agravada por la pandemia del Covid-19».
«Seguiremos acompañando los acuerdos con la Unión Europea y el EFTA»
A continuación, el texto completo del comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, en el que se fundamenta la posición del Gobierno argentino:
«El Gobierno argentino a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto participó de la reunión de coordinadores nacionales del Mercosur mediante una videoconferencia realizada en la tarde del 24 de abril de 2020.
«La República Argentina señaló que la integración no es sólo un mandato de la geografía y de la historia sino parte de nuestro presente y de nuestro futuro.
«Allí sostuvo que la integración regional es una forma de afrontar la pandemia global y sus consecuencias económicas y sociales. Es imperiosa en un mundo en el que los organismos internacionales predicen la caída del PBI en los países de mayor desarrollo, una disminución brusca del comercio global de hasta un 32% y un impacto imprevisible en la sociedad.
«También indicó que en su política interna la Argentina se previene de los efectos de la pandemia mientras protege las empresas, el empleo y la situación de las familias más humildes. Lo hace a diferencia de las posiciones de algunos socios, que plantean una aceleración de las tratativas hacia acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá y la India, entre otros.
«La Argentina dejó en claro que la incertidumbre internacional y la propia situación de nuestra economía aconsejan detener la marcha de esas negociaciones.
«También afirmó ante sus socios que en este escenario el Gobierno argentino seguirá acompañando la marcha de los acuerdos del Mercosur con la Unión Europea y la EFTA (European Free Trade Agreement), sin entrar en debates por ahora estériles.
«Esta posición, transmitida a los socios del Mercosur, no surge de un capricho sino de una visión sobre el modo de fortalecer las relaciones con las naciones del bloque regional: la hermandad no sólo es noble sino potente, y se funda en la reconstrucción del tejido social y productivo de nuestros países.
Por su parte, Paraguay -país en ejercicio de la presidencia pro témpore del bloque- explicó que, junto a los demás estados que forman parte del Mercosur, «evaluarán las medidas jurídicas, institucionales y operativas más adecuadas en razón de la decisión soberana de la República Argentina de manera de no afectar el proceso de construcción comunitaria del Mercosur y de las negociaciones comerciales en curso», según dice un comunicado oficial emitido tras la videoconferencia en Asunción y negociado con Brasilia y Montevideo.