El mayor país de la Península Arábiga, al oeste de Asia, es una de los pocas naciones islámicas donde la venta de bebidas alcohólicas aún está totalmente prohibida, por una interpretación estricta del libro sagrado Corán. Pero a partir de la experiencia de otros países vecinos, como Qatar durante el Mundial de Fútbol 2022, y en vistas de la realización allí de la Copa Mundial en 2034, el gobierno local anunció que relajará la prohibición y se podrá comprar y consumir vino y cerveza en recintos autorizados, aunque aún no en comercios minoristas y espacios públicos.

Las autoridades políticas y religiosas de Arabia Saudí anunciaron recientemente que, a partir de 2026, concederá licencias para la venta y consumo de bebidas alcohólicas en unos 600 lugares seleccionados.
Esta medida forma parte de los preparativos para la Exposición Universal de 2030 y el Mundial de Fútbol de 2034, así como de una estrategia más amplia para impulsar el turismo y atraer visitantes internacionales.
El gobierno saudí ha decidido permitir la venta de vino, cerveza y sidra en hoteles de cinco estrellas, distribuidores autorizados, el complejo turístico del Mar Rojo, Sindalah, Neom, recintos residenciales para expatriados, embajadas y ciertos eventos internacionales. Sin embargo, las bebidas espirituosas y aquellas con una graduación superior a 20 grados seguirán sin estar permitidas.
Una prohibición en vías de desaparecer
Sólo en unos pocos países islámicos existe hoy una prohibición estricta; el alcohol sólo puede comprarse ilegalmente. Se trata de Irán, Kuwait, Mauritania, Arabia Saudí y Sudán. En cambio, el vino se produce y consume en Egipto, Argelia, Jordania, Líbano, Marruecos, Túnez y Turquía, entre otros.
En los países con población mayoritariamente musulmana, el alcohol suele estar prohibido o estrictamente regulado debido a las enseñanzas islámicas. El Corán prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas (khamr), lo que se considera «obra de Satanás». En algunos países, como Arabia Saudita, la prohibición se aplica a nivel nacional, mientras que en otros, como Qatar, se permite el consumo de alcohol en lugares específicos (restaurantes y bares con licencia) y bajo restricciones para no musulmanes.
La decisión se produce tras observar los resultados obtenidos por países vecinos como Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, que llevan varios años aplicando iniciativas similares. En estos países, la regulación del consumo de alcohol en entornos controlados ha contribuido a aumentar la llegada de turistas y a mejorar la experiencia de los visitantes extranjeros. Arabia Saudí busca ahora replicar este modelo para posicionarse como un destino atractivo en el ámbito internacional.
Las autoridades han subrayado que la venta y el consumo de alcohol seguirán estando prohibidos en comercios minoristas, espacios públicos abiertos, domicilios particulares y en la producción casera. El acceso estará restringido a los lugares autorizados y bajo condiciones específicas. El objetivo es mantener el respeto por las normas culturales y religiosas del país al tiempo que se facilita la estancia a turistas y residentes extranjeros.
El programa responde a la necesidad de adaptarse a las expectativas de los asistentes a grandes eventos deportivos, culturales, científicos y empresariales que tendrán lugar en Arabia Saudí durante los próximos años. La concesión de licencias pretende mejorar la oferta turística del país y favorecer la organización de acontecimientos internacionales. Los responsables del sector turístico consideran que esta medida puede contribuir al desarrollo económico y a la creación de empleo en servicios relacionados con la hostelería y el ocio.
La iniciativa también incluye controles estrictos sobre la distribución y el consumo para evitar posibles problemas asociados al abuso del alcohol. Las autoridades han anunciado que se establecerán normas claras para los establecimientos autorizados y se impartirá formación específica al personal encargado del servicio. Además, se prevé una colaboración estrecha con empresas internacionales especializadas en gestión hotelera y restauración.
El anuncio ha generado interés entre inversores extranjeros y operadores turísticos que ven nuevas oportunidades en el mercado saudí. Algunos grupos hoteleros ya han iniciado conversaciones con las autoridades locales para adaptar sus instalaciones a los requisitos exigidos por la nueva normativa. Por su parte, los organizadores de eventos internacionales valoran positivamente la medida porque facilita la participación de delegaciones extranjeras acostumbradas a un acceso regulado al alcohol durante sus viajes.
Arabia Saudí busca así reforzar su imagen como destino moderno y abierto al mundo sin renunciar a sus valores tradicionales. La concesión limitada de licencias para bebidas alcohólicas representa un cambio relevante en la política turística del país e introduce nuevas posibilidades para el sector hostelero nacional e internacional.
Fuente: Vinetur