Entre las variadas y numerosas investigaciones sobre vitivinicultura que llevan a cabo actualmente estudiantes, agrónomos y biólogos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, nos llamó la atención y queremos destacar la que tiene por objetivo aumentar la vida postcosecha de la uva de mesa. A la par, también están analizando otros tres temas de alto interés e impacto en la industria madre de Mendoza, todos en el prometedor terreno de la biotecnología: el estudio de diferentes hongos y bacterias que se encuentran en los viñedos para combatir enfermedades, favorecer el enraizamiento de estacas y mejorar la calidad de los vinos.
La biotecnología es el uso de sistemas biológicos, organismos vivos y sus derivados en el desarrollo de avances tecnológicos, así como la adaptación de esas tecnologías a diversos campos de aplicación en diferentes industrias, desde la agricultura a la medicina. La biotecnología en la actualidad es un aliado de la vitivinicultura para resolver los desafíos que presenta el cambio climático, la necesidad de disminuir el uso de agroquímicos y mejorar la calidad de los vinos.
En el ecosistema uva-mosto-vino conviven múltiples microorganismos que crecen de manera espontánea. Estos hongos y bacterias están siendo estudiados debido a su acción antagónica hacia enfermedades, por ser promotores del crecimiento vegetal y por su alto potencial metabólico y enzimático. Esto último permitiría aumentar la calidad de los vinos.
Los viñedos se encuentran sujetos a la acción de plagas como artrópodos y enfermedades de origen fúngico. Las herramientas de manejo utilizadas por larga data en los planes fitosanitarios se encuentran fuertemente discutidas por ser, en su mayoría, moléculas de síntesis consideradas tóxicas para el ser humano y para el ambiente. La búsqueda de herramientas alternativas para el manejo de plagas y enfermedades es una demanda creciente en el sector productivo que ha encontrado respuestas en los avances producidos en el área de la biotecnología.
Productos inocuos en lugar del SO2
El manejo de las plagas requiere de la planificación y el establecimiento de estrategias capaces de reducir la pérdida sobre la producción con el resguardo del agroecosistema donde se encuentra implantado el cultivo.
Los hongos entomopatógenos son agentes de lucha biológica privilegiados por su actividad metabólica natural y generalmente selectiva, sin presentar a priori resistencia en las poblaciones de insectos plaga a comparación de los insecticidas de síntesis. Estudios recientes han mostrado que el rol de estos hongos en la naturaleza no se limita únicamente al control de artrópodos plagas, sino que a su vez poseen un rol endofítico con acción antagónica hacia enfermedades y acción como promotores del crecimiento vegetal. Con ello en mente, el objetivo del plan de trabajo de los investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias es evaluar el potencial de aislados de los hongos Beauveria bassiana, Metarhizium robertsii y Purpureocillium lilacinus nativos de viñedos del oeste argentino como agentes de control microbiano sobre Plasmopara vitícola y Botrytis cinerea y hacia individuos de la familia Formicidae.
Por otro lado, dentro de las causas de deterioro de la uva de mesa postcosecha, la descomposición fúngica juega un rol predominante. Los métodos convencionales de conservación de la uva se basan en la aplicación de dióxido de azufre (SO2) y almacenamiento en frío. Sin embargo, el dióxido de azufre puede provocar cambios sensoriales en las uvas y reacciones alérgicas en los consumidores. Además de reducir las pérdidas económicas, es importante contar con productos inocuos que no generen efectos adversos en la fruta, los consumidores y el ambiente.
Biofungicidas para conservar mejor y más tiempo la uva de mesa
El biocontrol constituye una alternativa natural y eco-amigable para aumentar la vida útil de la uva de mesa. Recientemente, han sido seleccionadas levaduras capaces de crecer a bajas temperaturas (psicrótrofas) con actividad antagonista contra el patógeno Alternaria alternata. Para avanzar hacia el desarrollo de un formulado comercial a base de levaduras se está estudiando la identificación taxonómica de los agentes de biocontrol (BCA) pre-seleccionados, la verificación de su bioseguridad, la evaluación del espectro de acción de los BCA, la mejora de la eficacia del biocontrol mediante la complementación con extractos de origen natural y el seguimiento de la eficacia de biocontrol en condiciones de conservación comercial. Teniendo en cuenta estas perspectivas, la investigación de Agrarias busca contribuir al desarrollo de un biofungicida eficaz e inocuo para ser aplicado en uva de mesa durante la etapa de postcosecha.
Aportes de Agrarias para mejorar la vitivinicultura
Las otras tres investigaciones que lleva adelante Agrarias UNCuyo para solucionar los problemas arriba mencionados son las siguentes:
1 – Hongos que causan enfermedades en insectos plaga
En la actualidad se está investigando el potencial de aislados de los hongos Beauveria bassiana, Metarhizium robertsii y Purpureocillium lilacinus, nativos de viñedos del oeste argentino como agentes de control microbiano sobre Plasmopara vitícola y Botrytis cinerea y hacia individuos de la familia Formicidae. Los hongos entomopatógenos son agentes de lucha biológica privilegiados por su actividad metabólica natural y generalmente selectiva, sin presentar a priori resistencia en las poblaciones de insectos plaga a comparación de los insecticidas de síntesis. Estudios recientes han mostrado que el rol de estos hongos en la naturaleza no se limita únicamente al control de artrópodos plagas, sino que a su vez poseen un rol endofítico con acción antagónica hacia enfermedades y acción como promotores del crecimiento vegetal.
2 – Levaduras con potencial para mejorar la calidad del vino
Están siendo investigadas levaduras vínicas productoras de pectinasas y enzimas relacionadas, que mejorarían la fermentación y levaduras epífitas de uva para vinificar con capacidad antagonista para el control biológico de Alternaria alternata, hongo que genera la podredumbre de la vid. Luego estas nuevas propuestas tecnológicas requerirán de ensayos de vinificación y a campo para confirmar la validez en la aplicación de las levaduras en estudio.
4 – Rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR)
En Mendoza está siendo evaluado el efecto de rizobacterias nativas de Cuyo sobre el enraizamiento y el control biológico durante la producción de plantas; así como la promoción del crecimiento vegetal en Vitis vinífera. Para ello, se incuban estacas de vid con dos cepas de PGPR nativas y su consorcio; y se determinan diferentes parámetros del enraizamiento. Se evalua la incidencia de Agrobacterium tumefaciens (bacteria que causa agallas en la zona que une el tallo y las raíces) y la promoción del crecimiento vegetal en barbechos provenientes de estacas inoculadas. Las PGPR constituirían una herramienta sustentable para los viveros, que evitaría el uso de auxinas sintéticas, y ejercerían control biológico.
Fuentes: Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo; Observatorio Vitivinícola Argentino y https://fi.ort.edu.uy/blog/usos-y-aplicaciones-de-la-biotecnologia