Cansada de litigar contra juicios entablados por productores por el posible efecto cancerígenos de su herbicida glifosato, la megacompañía alemana Bayer podría desprenderse de la división de protección de cultivos. El conflicto comenzó en 2018 cuando Bayer adquirió Monsanto y pasó a convertirse en la empresa de agroquímicos más grande del mundo. Sin embargo, desde ese momento empezaron a lloverle demandas y tuvo que pagar miles de millones de dólares en indemnizaciones y abogados. Tras la publicación de la noticia de la posible venta,7/7/23, las acciones de Bayer subieron un 3%.
Un informe emitido el 7 de julio último por el servicio de noticias alemán Platow Brief afirmó que la megacompañía multinacional Bayer podría llegar a vender la división de protección de cultivos (Crop Science Division), con sede en Creve Coeur (Sant Louis, Estados Unidos), en un esfuerzo por mejorar su posición financiera general, así como su precio de participación en el mercado. Esa sede era la que hasta 2018 albergaba a la empresa estadounidense Monsanto, que pasó a manos de la alemana arrastrando muchos cuestionamientos y decenas de juicios millonarios por su herbicida glifosato.
El medio agrícola internacional Fram Journal consultó sobre estas versiones directamente a Bayer y la respuesta fue: “El artículo de Platow Brief se basa puramente en especulaciones”. Pero no fue una negativa rotunda.
La compra en 2018 por 63.000 millones de dólares de Monsanto salió mal, por las demandas de que el herbicida glifosato causa cáncer».
Rhonda Brooks, periodista especializada de agweb.com
Una nota en AGWeb, Rhonda Brooks afirmó que “Bayer ha estado plagado durante mucho tiempo de demandas relacionadas con el Roundup, después de su compra por 63.000 millones de dólares del fabricante de semillas agrícolas y pesticidas Monsanto, que salió mal. La compra cargó a Bayer con miles de millones de dólares de gastos en la lucha contra las demandas, principalmente del sector minorista de césped y jardines de su negocio, de que el herbicida glifosato causa cáncer”.
En el momento de la compra de Monsanto en junio de 2018, el entonces director ejecutivo, Werner Baumann, dijo que ése era un “gran día” para los clientes de la empresa. Y agregaba: «Estaremos aún mejor posicionados para ayudar a los agricultores del mundo a cultivar alimentos más saludables y accesibles de manera sostenible”.
De hecho, con esta fusión en 2018 nació la compañía de insumos y tecnologías agrícolas más grande del mundo. Hasta ese momento, Bayer ocupaba entre el cuarto y quinto lugar. Pero en agosto de 2018, Bayer ya perdió el primer juicio por el supuesto riesgo de cáncer provocado por el glifosato. Luego, la compañía obtuvo seis victorias consecutivas en las pruebas. Los productores de maíz y soja estadounidenses no se han dejado intimidar por las demandas y continúan usando Roundup y glifosato genérico en sus esfuerzos por controlar las malezas.
“Ahora, cinco años después, Baumann se retiró a finales de mayo tras una carrera de 35 años en Bayer. El nuevo CEO, Bill Anderson, oriundo de Texas, se incorporó a Bayer en abril y asumió el liderazgo de la empresa el 1 de junio. Anderson fue recientemente director de la división de productos farmacéuticos de Roche”, detalla la nota de AGWeb.
En 2020, Bayer llegó a un acuerdo judicial por valor de 10.000 millones de dólares para resolver las demandas presentadas por antiguos usuarios del glifosato. Y el 6/7/23, el grupo farmacéutico alemán acordó pagar 7 millones de dólares al estado de Nueva York para cerrar las demandas por publicidad engañosa que presentaban al herbicida Roundup, a base de glifosato, como un producto seguro.
Por otro lado, un artículo de Reuters publicado el 8/7/23 dice que la decisión de Anderson y su equipo de vender la división Crop Science “sería complicada pero beneficiosa” para Bayer. De todos modos, esa agencia de noticias germana plantea que la empresa alemana planea dividir la división agro de la farmacéutica para blindar a está última de los juicios que arrastra de Monsanto. No de desprenderse de ella.
“Si se deshace de la división Crop Science, Bayer podría indemnizar a los nuevos propietarios por el costo de futuros litigios hasta cierto punto. Anderson también debe considerar cómo financiará futuros descubrimientos de fármacos en el negocio farmacéutico, que permanecería después de una escisión”, consigna el artículo de Reuters.
Lo cierto es que con los rumores las acciones de Bayer subieron un 3%.
Fuentes: Bichos de Campo, Platow Brief y Reuters