Con el lema “El vino nos une”, el Fondo Vitivinícola celebró el Día de la Independencia de Argentina con un “flashmob” en el Aeropuerto Internacional de Mendoza. En segundos, bien temprano en la mañana del día en que Argentina celebra el 228 aniversario del 9 de Julio de 1816, Día Patrio nacional, el hall de arribos se transformó en un escenario que maravilló a turistas y pasajeros con un malambo -clásica danza gaucha- interpretado por ágiles bailarines mendocinos. La potencia de este ritmo explotó en un “¡Viva la Patria! ¡Salud!” que fue ovacionado por el público. De inmediato, los privilegiados espectadores comenzaron a repartir entre sus contactos por el mundo el video del malambo, el que a media mañana ya había tenido cientos de miles de reproducciones. Luego, los asistentes disfrutaron de una degustación de vinos.
La original idea del Fondo Vitivinícola convocó a los percusionistas Matías Gorordo, Matías García Calcumil y Pablo Quiroga, quienes marcaron el ritmo para que el grupo Picahueso-grandes exponentes de este arte, consagrados como Revelación en el festival folclórico de Cosquín, Córdoba, Argentina- desplegara todo su talento. Dirigidos por Martín Villarruel, el conjunto de malambistas se completó con Yanela Visaguirre, Augusto San Martín, Rubén Zumaeta y Fernando Sosa.
Turismo del vino: entre mayo y agosto de 2022, en promedio nacional los visitantes de bodegas compran 21.617 botellas al mes y generan un flujo de 10.653 comensales promedio por provincia al mes.
“El vino forma parte de un mundo cultural en el que los valores de la argentinidad están a flor de piel, son valores que remiten a nuestras costumbres, a nuestra identidad y sin duda, también es lo que determina que los turistas quieran conocer la tierra y las bodegas donde nacen los vinos que eligen. Encontramos la forma de comunicarlo y de despertar esa pasión que genera algo tan argentino como el malambo junto a la invitación a degustar los vinos que nos identifican y a visitar La Enoteca, Centro Temático del Vino”, comentaron desde el Fondo Vitivinícola.
El turismo del vino, atracción en las vacaciones de invierno
De cara a una temporada invernal en la que, a juzgar por las reservas hoteleras y de pasajes, Mendoza será uno de los destinos predilectos, el turismo vitivinícola se destaca entre las preferencias de los visitantes. “El desarrollo del turismo del vino es uno de los ejes del Plan Estratégico Vitivinícola 2030. Hay unas 380 bodegas abiertas al turismo, instaladas en 17 provincias del país, lo que muestra un crecimiento de la actividad en los últimos tres años, ya que en 2020 se contaban 14 provincias y 200 bodegas dedicadas al enoturismo”, explicaron desde la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
La información del Observatorio Económico del Turismo del Vino (en el que participan el Ministerio de Turismo de la Nación, el Improtur la Universidad de Buenos Aires y la Coviar) dimensiona el impacto que el turismo del vino genera en las bodegas: según datos relevados entre mayo y agosto de 2022, en promedio nacional los visitantes de bodegas compran 21.617 botellas al mes y generan un flujo de 10.653 comensales promedio por provincia al mes.
Para el mismo informe, el Observatorio consultó a viajeros de Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Brasil, México, Colombia, España y Chile interesados en visitar Argentina acerca de si consideraban la posibilidad de incluir en su próximo viaje alguna actividad o servicio vinculado al turismo del vino: el 70% contestó que sí, mientras que el 28% respondió que tal vez lo haría.
Un aeropuerto vitivinícola
Mendoza recibe a los visitantes con 3 hectáreas de vides malbec en su Aeropuerto Internacional. Es la única ciudad en el mundo que tiene un viñedo de estas dimensiones en su principal aeropuerto. Además de ser el magnífico escenario de la Fiesta de la Cosecha, esta viña muestra el paisaje productivo más importante de la región.
La Fiesta de la Cosecha se ha transformado en una de las celebraciones vendimiales más relevantes y esperadas, su convocatoria crece cada año como así también la calidad del concierto que ofrece, con la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo -en su última edición- y figuras de la escena musical de trascendencia nacional e internacional.