La iniciativa que prohíbe manejar vehículos de cualquier tamaño y peso con más de cero miligramos de alcohol en sangre fue convalidada por el Senado de la Nación por 48 votos a favor y 9 en contra en la votación realizada el 13 de abril. El proyecto ya se había aprobado en Diputados y ahora es una ley que se aplicará en las rutas y jurisdicciones nacionales. Sin embargo, no está claro aún cómo se aplicará en todo el territorio, ya que en algunas de las 18 provincias vitivinícolas del país hay una fuerte oposición por considerar a la ley perjudicial para la industria, y esos Estados podrían apelar a la autonomía federal y mantener la reglamentación anteior, que permitía manejar hasta con 0,5 g de alcohol por litro de sangre. En Mendoza -salvo en rutas nacionales- no se aplicará, según anticipó el gobernador de la provincia, Rodolfo Suárez.
El Senado de la Nación Argentina aprobó este jueves 13/4/23, y convirtió en Ley, un proyecto venido en revisión desde la Cámara de Diputados, que modifica la Ley de Tránsito y ordena la llamada «tolerancia cero» para el consumo de alcohol de los conductores de vehículos de motor de cualquier tamaño y peso.
La iniciativa que prohíbe conducir cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre, obtuvo 48 votos a favor y 9 en contra, entre los que se contaron a los oficialistas sanjuaninos María del Carmen López Valverde y Rubén Uñac; y los opositores Alfredo Cornejo y Mariana Juri, de Mendoza; Roberto Basualdo, de San Juan; Julio Martínez, de La Rioja; Alfredo De Angeli, de Entre Ríos; Dionisio Scarpin, de Santa Fe; y Juan Carlos Romero, de Salta.
La iniciativa, conocida como Alcohol Cero, fue sancionada por la Cámara de Diputados el 24 de noviembre por una mayoría de 195 votos, por lo que se descontaba un amplio apoyo también de senadores de todo el arco político.
La actual Ley de Tránsito 24.449 establece, para cualquier tipo de vehículos, una tolerancia de hasta 500 miligramos (0,5 gramos) de alcohol por litro de sangre; para motocicletas o ciclomotores hasta 200 miligramos (0,2 gramos); y para transporte de pasajeros de menores de edad y de carga, alcohol cero.
La «tolerancia cero» con el alcohol ya se implementa en 7 provincias y 13 localidades del país.
La mendocina Mariana Juri, de Juntos por el Cambio, también anunció su voto en contra y mencionó que la norma «destruye miles de trabajos«. Además, resaltó que «es una ley que no toma ni una sola recomendación que todos los especialistas del mundo dieron para bajar la siniestralidad en la Argentina» y precisó que «no se sanciona un endurecimiento de las penas».
El gobernador de Mendoza, Rodolfo «Rodi» Suárez, ya anunció que no aplicará esta modificación a la ley de Tránsito en las calles y rutas provinciales.
A su turno, el opositor Alfredo Cornejo, ex gobernador de Mendoza, opinó que «el argumento de que esta ley resuelve el problema se cae por su propio peso. Una ley de un solo artículo no resuelve los problemas de tránsito… la baja del consumo que esto ocasionará son menos hectáreas de producción, y menos hectáreas de producción son menos empleos».
Por su parte, la senadora oficialista mendocina Anabel Fernández Sagasti, quien votó a favor de la nueva ley, admitió que «nadie cree que con esto se va a solucionar el problema y que a partir de ahora no va a haber más accidentes… pero a través de esta ley nacional se decidió impulsar un cambio cultural con una consigna clara, simple y contundente: ‘si tomaste, no conduzcas’«.
La tolerancia cero ya rige en las provincias argentinas de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Jujuy, Chubut, Entre Ríos, La Rioja, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Tucumán. Ahora, el resto de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires deberán definir si adhieren a la norma nacional.
Por el lado de la dirigencia vitivinícola, el gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), Sergio Villanueva, criticó: «La solución que hay en el mundo no es trabajar sobre la tolerancia, sino sobre las sanciones, sobre la educación y sobre la frecuencia de los controles». Villanueva agregó que «el núcleo de la problemática es la nocturnidad, porque la accidentología por el alcohol básicamente se produce en jóvenes de 18 a 35 años, los fines de semana… Ahí no está el que va a comer y toma media copa de vino en un restaurante». Finalmente, el dirigente vitivinícola mendocino consideró que la ley tendrá un impacto negativo para la industria vitivinícola: «Nosotros somos un país netamente mediterráneo. El vino para nosotros es parte de la comida, no como los sajones… Esto convertirá en marginal a alguien que fue a comer un asado».
Fuentes: Télam y Diario Los Andes