El presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada, más conocida por sus siglas Coninagro, señaló que el 30% del vino que se produce en Argentina «proviene de cooperativas». Sin embargo, y pese a la prometedora realidad de la vitivinicultura nacional, cuyas exportaciones fueron récord en 2021, Iannizzotto reveló que, según una encuesta de su entidad, ese alto porcentaje de pequeños y medianos productores «accede poco o nada» a créditos «blandos» que permitan un mayor desarrollo de las economías regionales.
El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, señaló en una reciente publicación de su organización que, pese a que en Argentina hay más de 215.000 hectáreas de viñas plantadas y que las exportaciones de vino alcanzaron un récord en 2021, «el 84% de los pequeños productores de vino accede poco o nada a financiamiento«. Y reclamó: » De este panorama alentador quedan excluidos miles de pequeños y medianos productores, que reclaman no poder acceder a financiamiento para desarrollar sus economías regionales«.
Las exportaciones de vinos argentinos fraccionados tuvieron durante el 2021 un desempeño histórico inédito, al mostrar cifras récord de ventas externas. Según cifras oficiales, las exportaciones alcanzaron su mayor valor en la historia, con U$S 817 millones. Además, superaron la barrera de los U$S 1.000 millones si se suman las exportaciones de fraccionados, granel y mostos concentrados, lo que no ocurría desde el año 2013.
Argentina fue, asimismo, según cifras de la Cancillería y del INV, uno de los países que más creció en relación a registros anteriores en las exportaciones de vinos (especialmente en relación con los niveles de anteriores a la pandemia). En particular, consiguió mejoras importantes en las exportaciones de vinos en botella, creciendo en volumen y precio.
No obstante, este escenario que aparece como prometedor y ubica al sector en un sistema virtuoso debe ser contextualizado en cada región del país, ya que -remarcó Iannizzotto- quedan excluidos a miles de pequeños y medianos productores.
«El 30% de los vinos que se producen en Argentina proviene de cooperativas -precisó el titular de Coninagro-; considero que la vitivinicultura ha podido desarrollarse, crecer y lograr ese importante objetivo de exportaciones del año pasado con muy poco apoyo del Estado«.
Y alertó: «Para complementar estos datos auspiciosos, en Coninagro estamos realizando una encuesta sobre la realidad productiva que, como adelanto, arroja determinados datos que inquietan al sector; consultamos a productores de diferentes actividades y el 85,9% advierte que accede poco o anda a instrumentos de financiamiento para sostener o mejorar su producción».
Iannizzotto analizó: «Esta realidad prometedora también nos impone desafíos, venimos reclamando políticas de Estado, estamos en deuda en materia de acuerdos comerciales, por ejemplo países vecinos competidores como Chile tiene más de 200 acuerdos de libre comercio; en ese sentido venimos solicitando revisar aranceles para que pymes de sector puedan llegar a más mercados, así y todo, con estas trabas, se han alcanzado estos buenos números, pero la reflexión que nos debemos es ir más allá, imaginar un escenario con menos retenciones, más optimización en materia de reintegros, con una logística eficiente, y donde disminuya la carga impositiva… Eso es lo que el sector requiere para estar alineado a una mejora hacia el pequeño productor. La deuda es que toda la cadena pueda sentirse parte de este logro y no sólo las grandes empresas. Nuestro trabajo es que no queden productores excluidos y estamos convencidos de que la integración y el asociativismo son una solución para este problema. Que haya productores sin viña significa achicar el oasis».
La encuesta de Coninagro sobre la producción en Mendoza
Según informaron desde la entidad cooperativista, está en proceso una encuesta sobre la realidad productiva en Mendoza, elaborada por Coninagro. La misma abarca consultas a productores de distintas actividades como vitivinicultura, frutihortícola, ganadería, olivícola, entre otras. A modo de adelanto, mientras finaliza el procesamiento de todos los datos, y en el marco de la vendimia, las muestras arrojan algunos resultados que inquietan al sector. Por ejemplo, cuando se solicitó a los productores que mencionaran su estado de ánimo en relación a su actividad productiva, el 42,3% confesó sentirse «agotado», el 30% «muy agotado», y un 23,5% se manifestó «entusiasmado».
Haciendo foco en la parte positiva del estudio y en el escenario de la vitivinicultura en general, el trabajo de Coninagro puntualiza que, según la agencia Télam, los vinos fraccionados fueron los que generaron los mejores resultados para las bodegas de Mendoza, con 9,2% de crecimiento en volumen y 15,8% en valor. Por otra parte, según el Observatorio Vitivinícola Argentino (OVA) las exportaciones de vino en botella siguen representando el 98,8% del valor de las exportaciones y el 93% del volumen, factor que explica el importante valor promedio del precio de exportación del vino fraccionado.
Además, prosigue el informe de Coninagro, obtuvieron un gran desempeño de espumantes, con una suba del 44% en volumen debido a la recuperación de los canales de hotelería y gastronomía a nivel global. En tanto, el volumen exportado total de vinos en hectolitros se redujo respecto a 2020 casi un 15% debido a la disminución en graneles (por falta de oferta exportable), de acuerdo a las estadísticas del INV.
A continuación, algunos cuadros estadísticos que ilustran el informe de la entidad cooperativista:
El impacto de la invasión de Rusia a Ucrania
Según datos aportados de un análisis realizado por el Observatorio de Acovi, recogidos en el estudio de Coninagro, el conflicto bélico desatado en Europa del Este repercute en la economía mundial y en la actividad del vino en particular.
En el sector vitivinícola podría impactar en un incremento de los insumos en dólares, un aumento del precio de productos financiados y un incremento generalizado de costos que reduzcan el margen de beneficio. Actualmente la cosecha exhibe una reducción significativa con contingencias climáticas actuales de mayor daño acumulado en los cultivos. Las variables tienden a mostrar un mercado más reducido en oferta y demanda (local y mundial) con un incremento en los costos y una potencial crisis económica y financiera de no lograr estabilizar las variables macro en un acuerdo rápido con el FMI.
Con el conflicto se espera un incremento de los precios internacionales del gas que influye en las tarifas domésticas. Esto repercute en la producción local de vidrio, que ya viene con problemas de abastecimiento, a lo que se suma el incremento de los precios del insumo vitivinícola. Los precios internacionales del trigo tienden a subir, debido a que las exportaciones mundiales del commodity son aportadas en casi un 25% por los dos países en conflicto. Esto incrementa el precio general de los alimentos y puja en la canasta de alimentos y bebidas provocando un menor poder adquisitivo y menor demanda de todos los productos, incluído el vino.
Al respecto, para finalizar, analizó Iannizzotto: «La devaluación del rublo, moneda rusa que se encuentra en su nivel histórico relativo más bajo, representa una pérdida de competitividad para todos los países que le exportan a Rusia. Adicionalmente constituye una potencial inundación de productos de Rusia, cuando se liberen las restricciones al comercio internacional que hoy tiene impuestas como sanciones. Una vez finalizado el conflicto, será difícil recomponer esos mercados«.
Fuentes: Coninagro, Observatorio Vitivinícola Argentino y Acovi