Según publicó recientemente el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), durante la última década las importaciones de vino de Bélgica se mantenían estables, con un crecimiento anual medio muy inferior al del comercio mundial. Sin embargo, esta situación se modificó durante el primer semestre de 2021, período en el cual las compras de vino belgas en el exterior crecieron 40% en volumen y 35% en valor, hasta alcanzar los 206,5 millones de litros (+60 millones con respecto al primer semestre de 2020) y los 588,8 millones de euros (+155 millones). Este excepcional aumento coincide con el papel cada vez más relevante que tiene como distribuidor de vinos extranjeros, básicamente hacia Gran Bretaña. En este contexto, Argentina sólo representa el 0,2% del total de las compras belgas.
Según datos de la aduana belga, analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), las importaciones de vino en Bélgica se han mantenido muy estables en los últimos años, al ser un mercado muy consolidado desde hace tiempo. Las compras han ido alternando años de subas y de baja, con evolución algo mejor en valor, por precios que han ido subiendo, poco a poco, en lo que llevamos de siglo.
Esta estabilidad de las compras belgas ha llegado a su fin en 2021: Bélgica aumentó sus importaciones de vino en el primer semestre por encima del 40% en volumen y del 35% en valor, con excepcional desarrollo de los envasados, los espumosos y los vinos en bag- in-box y ligera caída de los graneles.
El 1er semestre de 2021, Bélgica compró 206,5 millones de litros de vino (+60 millones) por 588,8 millones de euros (+155 millones), a un precio medio un 3,6% más bajo (de 2,96 a 2,85 €/litro).
Hay que precisar que dicho aumento se debe al papel cada vez más relevante de Bélgica como país distribuidor de vinos extranjeros (sobre todo franceses e italianos, de ahí su crecimiento) hacia Gran Bretaña, mercado donde las ventas se han multiplicado hasta los 47,7 millones de litros, muy lejos de los 3 millones exportados en el primer semestre de 2020.
Este enorme desarrollo de las ventas de Bélgica a Gran Bretaña también lo confirman las aduanas británicas en sus datos de importación. Lo que ha comprado Bélgica de más a Francia (+34,1 millones de litros) y a Italia (+16,3 millones), sumando entre ambos 50,4 millones de litros más, coincide en gran parte con el crecimiento registrado en Gran Bretaña (+44,7 millones), por lo que entendemos que sólo una pequeña cantidad de estos vinos franceses e italianos se queda realmente en el país centroeuropeo para su consumo local.
Las importaciones belgas arrancaron el año con fuertes caídas (enero), pero los cinco meses siguientes registraron excelentes subidas en términos de valor, con junio como único mes negativo en volumen. Los picos de crecimiento se dieron, en valor, en marzo y abril, cuando Bélgica gastó casi un 70% más en vino; en volumen, las compras crecieron en torno al 60% en febrero, marzo y abril.
Bélgica exportó 21 millones de litros de vino tanto en el primer semestre de 2019 como en el de 2020, pero en la primera mitad de 2021, sus exportaciones alcanzaron los 67 millones de litros, (46 millones más), coincidiendo con un aumento de sus importaciones en 60 millones de litros, de lo que se deduciría que unos 14 millones se quedan realmente en el país.
De estos 46 millones más de litros exportados por Bélgica, 44,7 millones tuvieron como destino Gran Bretaña, frente a los menos de 3 millones vendidos en el mercado británico en el primer semestre de 2020 y los apenas 930.000 litros del mismo periodo de 2019. El crecimiento global se ha dado principalmente en envasados (+31,8 millones de litros) y espumosos (+9,9 millones), aunque también en graneles (+1,58 millones) y bag-in-box (+1,47 millones).
Por países proveedores
Entre los 10 principales proveedores en valor, sólo Chile (-5,1%), noveno, registró pérdidas en el primer semestre de 2021. En volumen, Alemania (-4,6%) y Sudáfrica (-5,9%), cuarto y sexto exportador, fueron los únicos que cayeron.
Francia e Italia fueron los principales protagonistas del gran crecimiento de las importaciones belgas de vino, aunque a precios mucho más bajos: Francia gana cuota como primer proveedor al crecer un 60,8% en volumen y un 39% en valor, hasta los 90,3 millones de litros y los 310,3 millones de euros, a un precio superior a la media pese a bajar más que ningún otro analizado (-13,6% hasta los 3,44 €/litro).
Por su parte, Italia se consolida como segundo exportador al duplicar el volumen exportado (+99,6%) y crecer un 81,5% en valor, hasta los 32,7 millones de litros y los 86.2 millones de euros. Fue el segundo país que más bajó de precio (- 9,1% hasta los 2,64 €/litro), tras Francia.
España, tercer proveedor, se recupera de la caída de 2020 al crecer un 14,5% en volumen y un 12,6% en valor en el primer semestre de 2021, hasta rozar los 21 millones de litros y los 49 millones de euros, a un precio medio algo menor (-1,7% hasta los 2,34 €/litro). El espumoso es el principal vino español importado en Bélgica tanto en volumen (42,6% del total) como en valor (51%), característica muy poco común en el mercado mundial. Le sigue en importancia el vino tranquilo envasado (29,8% del volumen y 42% del valor total), lo que confirma a Bélgica como un mercado de gran valor añadido para el vino español.
Países Bajos cobra relevancia como distribuidor al crecer un 38% en volumen hasta los 10 millones de litros, superando a Sudáfrica (-5,9%) como quinto proveedor, aún lejos de los 15,7 millones de litros de Alemania (-4,6%).
Sin embargo, Países Bajos consolida su cuarto puesto en valor con 46,7 millones de euros (+52,8%), a punto de superar a España. Precisamos que las compras belgas de vino a Países Bajos corresponden en su mayor parte a vinos no neerlandeses. Por otra parte, Bélgica aumentó a un ritmo excepcional sus importaciones de vino a Luxemburgo, en un buen semestre para Portugal, EEUU y Australia.
El caso de Argentina
Argentina ocupa el 12avo. lugar en el ránking de proveedores de vino a Bélgica, representando el 0,2% del total de sus compras.
Durante el primer semestre de 2021 Argentina le vendió 2,8 millones de litros, (+3,6% que en el mismo período de 2020), representando 6,7 millones de euros (-1,4%). Es decir que vendió a un precio medio de 2,43 euros (-4,8%).
En volumen está repartido entre el vino envasado (1,4 millones de lts) y el granel (1,3 millones de litros), el 0,1 restante corresponde a espumoso. En valor, el envasado representó 5,5 millones de euros y el granel 1,1 y 0,1 para el espumoso.
Por tipo de vino
El vino tranquilo envasado creció ligeramente por debajo de la media, aunque lidera las importaciones belgas de forma clara con 124,3 millones de litros (+40%) y 388 millones de euros (+32%), el 60% del volumen y el 66% del valor total.
El espumoso gana cuota como segundo vino importado en valor, con 152,7 millones de euros (+62,7%), y supera al granel como segundo vino adquirido también en volumen, con 32,3 millones de litros (+91%).
El vino a granel rompió con el crecimiento global al caer un 1,9%, hasta los 30,4 millones de litros y los 29 millones de euros, a un precio medio que se mantuvo en los 96 céntimos por litro, similar al del BiB. Un mal mes de junio provocó la caída semestral del granel.
Tanto envasados (-5,8% hasta los 3,12 €/litro) como espumosos (-14,8% hasta los 4,72 €/l.) bajaron de precio; aunque no tanto como el bag-in-box (-40% hasta los 97 céntimos por litro), cuyas compras crecieron 94,4% en volumen, pero sólo un 17% en valor, hasta los 19,5 millones de litros y los 19 millones de euros.