Como dirigente del Partido Demócrata de Mendoza, candidato a legislador nacional en varias oportunidades y diplomático, el autor tiene una visión panorámica sobre la realidad provincial. En esta nota de opinión aborda la difícil situación que enfrentan los productores del agro y el impacto de esa crisis en el resto de la economía local. Y fustiga la actitud de algunos políticos y gobernantes, «más preocupados en la frivolidad y la pelea por los cargos que en los verdaderos problemas que aquejan a la mayoría».
Realmente preocupado y asombrado por lo que está pasando en nuestro país y en nuestra provincia es que me permití escribir estas líneas.
Hoy tenemos una inestabilidad política gravísima en muchos países vecinos, lo que debería ser de gran preocupación de nuestros dirigentes.
Veo con gran asombro que mientras nuestros productores pelean en el día a día cómo defender mejor sus productos cuando los costos no les dan -basta con ver una factura de luz de un pozo, costos de fertilizantes, impuestos, desamparo de los que han tenido la desgracia de sufrir inclemencias climáticas, costos de insumos en general, fletes; o con analizar cómo esa situación influye directamente en el comercio local, sobre todo en los departamentos- quienes tienen la responsabilidad de preocuparse y planificar la Mendoza del futuro para revertir esta situación están hoy más preocupados en temas de la frivolidad política que en los verdaderos problemas que aquejan a la mayoría.
No puedo creer que ante estos temas que realmente no dejan dormir a los mendocinos, la gran preocupación de los dirigentes políticos más importantes sea la pelea de los cargos en los bloques legislativos a partir del 10 de diciembre, el colocar amigos en los organismos de control del Estado, la reforma constitucional de la Provincia, la reelección del Gobernador o la eliminación de la Cámara de Senadores para convertir a Mendoza en una provincia Unicameral como la mayoría de las provincias manejadas por señores feudales en el norte de nuestro país, con el argumento del achicamiento del gasto político.
Tengo el honor de pertenecer al Partido Demócrata de Mendoza, el cual siempre defendió los intereses de la provincia, sus productores, su economía, su salud, su educación, su Justicia y el bienestar de todos los mendocinos.
Ante esto quiero dejar bien claro que no estoy de acuerdo con la reforma constitucional, ni con la reelección del Gobernador que es una de las banderas que, junto a la provincia de Santa Fe, nos distingue del resto de las provincias argentinas, manteniendo una mejor y más sana institucionalidad. Ni creo que sea sano para los organismos de control que los amigos los ocupen, como tampoco que se nombren jueces con clara ideología y militancia política.
Mendoza frente a la tirantez política con Brasil
Tenemos un grave problema de discusión entre Brasil y Argentina por temas de política internacional que, si no termina bien -y en esto ojalá me equivoque- yo pregunto:
Nuestros dirigentes, en especial los que tendrán la responsabilidad de conducir desde diversos sitios del Estado a Mendoza durante los próximos cuatro años, a lo detallado anteriormente, ¿tienen idea de las consecuencias y los costos que Mendoza puede pagar?
Por todo esto me gustaría ver dirigentes más preocupados por toda esta realidad que aqueja a los mendocinos que por las mezquindades y chicanas políticas; ver que están armando un próximo gabinete para solucionar los grandes problemas de Mendoza y no buscando ministros para reformar la Constitución.
Pues no nos quejemos cuando por este tipo de actitudes vemos que la gente cada vez está más divorciada de la dirigencia política. Creo que llegó la hora de pensar más en los problemas colectivos que personales, y seriamente ponerse a discutir la Mendoza que queremos para todos en los próximos 50 años.
Nota del editor: El autor es dirigente del Partido Demócrata de Mendoza (PD); ha sido candidato a diputado nacional en 1993 y precandidato a senador nacional en 2009. Candidato a intendente de Mendoza en 2011. Cónsul de Panamá en Mendoza desde 1997 a 2011, decano del Cuerpo Consular de Mendoza y socio fundador del Foro Diplomático de Mendoza. Actualmente, es vocal titular de la Junta de Gobierno del PD y se dedica al comercio internacional.