Las amantes del noble producto de nuestra industria madre, nucleadas en la Asociación de Mujeres del Vino de Argentina (Amuva), aportarán su mirada femenina y argentina en la primera «Convention Mundial Le Donne del Vino», que tendrá lugar del 19 al 22 de noviembre en la gran ciudad industrial italiana, dentro del marco de la 28ava. edición de la feria global Simei.
Las mujeres del vino, organizadas en todo el mundo, trabajan con el objetivo de enriquecer la cultura enológica con su aporte distintivo, estudiar los mercados y el comercio vitivinícola en relación a los estilos de consumo.
Entrevista: Lorena Mellone
La Convención en Milán tiene por objeto intercambiar conocimientos, medir las competencias aumentando el propio bagaje cultural, estudiar los mercados y los estilos de consumo considerando el punto de vista femenino. Para conocer mejor la forma en que las mendocinas de Amuva llegaron a este punto, Enolife entrevistó a Adriana Martínez, actual vicepresidenta y ex presidenta durante 7 años -hasta julio pasado- de la Asociación.
Adriana Martínez es licenciada en Enología recibida en la Universidad Maza, propietaria de la marca Mythos Wines Argentina y representante en Argentina del Grupo Sylvain -la quinta tonelería más importante del mundo en producción y calidad, con una venta que supera las 36.000 unidades al año.
Su espíritu emprendedor la llevó a fundar una Asociación de las mujeres unidas por el vino.
Sobre este grupo de mujeres que decidieron abrir un espacio cordial, social y cultural en el que todas pudieran conocer sobre el vino, sus protagonistas, sus terruños, geografía, bodegas y cultura, Adriana cuenta: “No existía ese ámbito, y pensamos en armar algo donde cualquier mujer mayor de 18 años, con la inquietud por saber de vinos, pueda aprender sin tener que estudiar una tecnicatura o una carrera relacionada”.
Con ese impulso, un día empezaron a juntarse en una vinoteca quienes luego conformaron la Asociación de Mujeres del Vino de Argentina, entidad que se convirtió en la primera Asociación Civil sin fines de lucro del país integrada por mujeres profesionales y entusiastas del vino.
“Arrancamos en el 2013; quisimos formar una asociación civil sin fines de lucro, formalmente organizadas, que no fuera una mera reunión o conjunto, y obtuvimos ese estatus en el año 2014, después de muchos meses de trabajo para armar el estatuto y cumplir con todos los requisitos”, cuenta Adriana.
Uno de los objetivos de Amuva es constituir una red de mujeres entusiastas y profesionales que de alguna manera impulsen el consumo moderado y responsable del vino. “Es importante este punto ya que la mujer es la que educa y enseña a sus hijos con qué y cómo alimentarse y beber; por eso nada mejor que esa mujer esté formada, instruida, sin necesidad de que sea una enóloga, sabiendo cuáles son los beneficios del consumo de vino”, añade Adriana.
De las citas anuales, la más importante para Amuva es el Día de la Mujer, cada 8 de marzo, cuando se distingue a un grupo de mujeres (entre 8 y 10) no mediáticas ni conocidas, pero que se destacan con su trayectoria o con su obra en alguna disciplina como literatura, enología, música, artes plásticas, medicina, responsabilidad social empresaria, campañas o estudios contra la violencia de género, investigaciones, etcétera. “Es un trabajo importante, porque hay que buscar a esas mujeres, evaluar los curriculums vitae y ser muy prudentes en la selección.”
El resto de las actividades que se llevan adelante durante el año es muy diverso. En un inicio, se trataba de visitar bodegas, hacer un poco de enoturismo, aunque siempre con un plus: en cada bodega, se pedía que la atención fuese brindada por sus dueños o el primer enólogo, para así tener un mayor acercamiento hacia sus raíces, historia y los actores que hacen a la vitivinicultura. Y también siempre aprendiendo a ejercitar el análisis sensorial del vino.
“Con el correr del tiempo hemos ido sumando charlas, atravesadas también por lo que significa el vino como cultura; entonces incluimos música, gastronomía, charlas sobre el consumo responsable del vino, sobre nutrición, historia del arte, coaching. Siempre con la idea de formarnos más. Así fuimos incluyendo también hoteles, fincas… Y, saliendo del ámbito enológico, nos involucramos también en el hacer del aceite de oliva.”
Amuva, la primera agrupación de su estilo en Sudamérica, está conformada por 60 miembros. La membresía se paga por única vez, y luego se abona un importe anual, que puede pagarse en tres veces. Eso incluye todas las actividades, salvo algunas en las que se deben abonar también los caterings, pero la mayoría sin costo: “Esta semana -cuenta Adriana a principios de noviembre- fuimos al Consulado de Paraguay a un encuentro de las dos naciones, con gastronomía de ellos y vinos nuestros”.
Con ese ímpetu que caracteriza al espíritu femenino, Adriana no se queda en los límites mendocinos, ni tampoco argentinos. El año pasado, como inquietud y curiosidad personal, hizo una búsqueda en las redes de otros grupos similares en el mundo y encontró a “Le Donne del Vino”, una asociación de mujeres italianas que justo para esos días festejaban sus 30 años de organización, con 800 miembros. Se contactó con ellas y la respuesta no tardó en llegar: “No sabían de nuestra existencia y se alegraban de conocernos, así que nos invitaron a formar parte de una videoconferencia on line con asociaciones de otros países (Australia, Estados Unidos, Alemania, España , Suiza, Grecia e Italia)”, recuerda con satisfacción Adriana.
“Nos daban cinco minutos para cada grupo, en distintos horarios locales según al hora del mundo, y teníamos que presentarnos; nos preparamos mucho, nos couchearon, pusimos una botella de malbec, hicimos una pequeña escenografía bonita para el pequeño espacio de una pantalla de computadora… Y resultamos ser las mejores, y brindamos, yo brindé por ellas, por el malbec; las invité a que visiten argentina. Intenté ‘venderles’ en cinco minutos a Argentina y sus mujeres, y pude ver a través de la pantalla cómo nos aplaudían”.
Luego de esta presentación, en octubre de 2018, las donne italianas insistieron en conocer a nuestras mujeres argentinas. Ahí nos contaron sobre la convención de Milan, donde la idea es armar un foro internacional de todas las asociaciones de mujeres del vino del mundo.
Para mayo de 2019 recibieron la gran noticia: las mujeres del Viejo Continente invitaron a las de Amuva a participar al gran evento, la Convention Mundial Le Donne del Vino, en el contexto de la SIMEI 2019 en Milán. Y no fue sólo una invitación, sino que se incluían pasajes aéreos y hotelería para las invitadas. Para esa fecha, Adriana aún estaba a cargo de la presidencia, responsabilidad que ahora tiene Susana Hemsy desde julio de este año.
“La convención tiene por objetivo el intercambio de acciones de cada agrupación, que tendrán la posibilidad de presentarse durante 5 minutos, organizar actividades y eventos en los diferentes países, intercambios de ideas y experiencias. Luego hay una cena de gala. Será muy enriquecedor escuchar las experiencias de las italianas que llevan 30 años de agrupación” concluye Adriana.
La Associazione Nazionale Le Donne del Vino nace en Florencia en el año 1988, gracias a Elisabetta Tognana, una empresaria véneta afincada en la Toscana, que intuyó la oportunidad de unir a mujeres productoras, enólogas, sommeliers, periodistas y expertas del vino para dar voz al sector femenino de la enología. El primer grupo estuvo formado por 70 pioneras. Luego, Le Donne del Vino han continuado su crecimiento hasta llegar a las actuales 800 socias, presididas por Donatella Cinelli Colombini. El grupo nacional está dividido en delegaciones regionales, con una delegada que coordina las iniciativas locales.
El objetivo de la Asociación es aumentar la cultura del vino y el consumo responsable; promover el papel de Le Donne del Vino en la sociedad y en el trabajo; conectar Le Donne del Vino entre sí, favoreciendo las iniciativas compartidas, la formación y los viajes de instrucción; y llevar la voz de Le Donne del Vino a las instituciones y a las organizaciones del vino italianas y extranjeras. Otro de sus propósitos es poner bases sólidas para conformar una red a nivel mundial con las otras asociaciones de mujeres del vino y favorecer un intercambio de conocimientos útil para el perfeccionamiento profesional y cultural de todo el sector enológico. Además de las iniciativas inherentes el propio sector económico, Le Donne del Vino siempre se ha distinguido por las acciones orientadas al desarrollo sostenible de los territorios agrícolas y a la salvaguardia del patrimonio de las cepas autóctonas.