Durante esta vendimia en curso, el equipo técnico de la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) hizo en los 4 oasis de la provincia un relevamiento de los daños producidos en los racimos por la lobesia botrana o polilla de la vid. Según su conclusión, la plaga se expande pese a la intervención del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen). Y atribuye ese incremento de la presencia del insecto a la baja rentabilidad del negocio, que habría impedido a numerosos productores realizar las pulverizaciones recomendadas en sus viñedos. A este factor, según AVM, se suman las continuas lluvias que favorecieron el desarrollo de la botrytis. Tras este diagnóstico, piden la urgente ayuda del Estado para no discontinuar los planes de lucha.
«Se observaron que las zonas más afectadas fueron el Oasis Norte, sobre todo en el sector de Costa de Araujo, y el norte de San Martín, con más influencia en las zonas de Chapanay, Tres Porteñas, Nueva California y Montecaseros», aseguró la ingeniera agrónoma y miembro de AVM, Yoana Aliotta.
Este pronóstico preocupante, asegura AVM, se da a pesar de la intervención de Iscamen, organismo que llevó adelante un plan de contención y viene desarrollando hace varias temporadas una estrategia activa de reducción de esta plaga. El trabajo con esa entidad -dejan constancia desde AVM- ha sido siempre en conjunto con esta última Asociación.
«Por la baja rentabilidad de la actividad de estas últimas vendimias, muchos productores no pudieron afrontar el compromiso de realizar las pulverizaciones recomendadas en sus viñedos, con lo cual la situación se vio agravada, sumado esto a las precipitaciones abundantes, que favorecieron el desarrollo de botrytis, sobre todo en las variedades de racimos compactos, y como consecuencia se esto aumentó el pique de esta polilla, ocasionando mayores daños en la producción que años anteriores», aseguró Eduardo Córdoba, presidente de la Asociación que nuclea a numerosos viñateros de la provincia.
Tras hacer un balance de las últimas campañas, los productores nucleados en AVM consideran que se debe insistir en el control de esta plaga mediante una campaña de máxima (como en 2017, 2018 y 2019). Por lo que, aseguran, es fundamental ejecutar más fondos de la Provincia y la Nación para desarrollas diferentes estrategias de control que incluyan a todos los productores vitivinícolas. Y piden que se supere el plan de mínima contención que se aplicó en esta campaña 2020/2021, basado en que los propios productores hicieran las curaciones.
«Lamentablemente, en el contexto de la temporada pasada, donde los costos de producción no fueron cubiertos, le resultó imposible al productor realizar las curaciones en tiempo y forma indicados, motivo por el cual hoy vemos que la campaña de mínima resulto insuficiente y tenemos esos grandes focos de ataques en las zonas antes indicadas. Creemos que seguir en este contexto de rentabilidad y con campañas de mínima será muy difícil erradicar esta plaga», dijo finalmente Córdoba.
Fuente: Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM)