En la Cité du Vin de Burdeos, Francia, Argentina es el país invitado en la muestra que se inauguró el 5 de setiembre y podrá ser visitada por turistas de todo el planeta hasta el 17 de noviembre.
La puesta en escena recorre nuestra cultura vitivinícola desde 1853, cuando el ingeniero francés Michel Aimé Pouget introdujo la cepa malbec en Mendoza, hasta la actualidad, a través de una experiencia multisensorial y participativa.
En la segunda mitad del siglo XIX, el ingeniero agrónomo francés Michel Pouget introdujo la variedad de uva malbec a la provincia argentina de Mendoza, en la región de Cuyo. El destino, pero principalmente el suelo mendocino, hicieron que esa cepa se transformara en la marca insignia de los vinos argentinos y en el motor clave para el desarrollo de la vitivinicultura en nuestro país.
Este suceso icónico, junto a otros hechos destacados que marcaron la historia del vino en Argentina, se exponen de una forma dinámica, interactiva y educativa en la Cité du Vin, uno de los museos más prestigiosos del mundo en materia de vinos, ubicado en la ciudad de Burdeos, Francia. El trabajo, denominado “Argentina, tierras de contrastes”, puede ser visto en la sala de exposiciones temporaria hasta el 17 de noviembre de este año.
“La presencia de Argentina en el Museo del Vino de Burdeos contribuirá para posicionar nuestro producto enoturístico en el mundo. Contamos con una larga tradición vinícola, que se desarrolla en las seis regiones de nuestro país. Invitamos a los viajeros de Francia y del resto del mundo a recorrer nuestro espacio en el museo y a vivir la experiencia en Argentina”, señaló el día de la inauguración el secretario de Turismo de la Nación, Gustavo Santos.
El diseño de la sala fue pensado con la idea de transportar a aquellos que la visiten en un viaje multisensorial por el territorio nacional, con el objetivo de poder mostrarle al visitante que Argentina posee un amplia variedad de alternativas a la hora de conocer y tomar un vino, más allá del codiciado malbec.
El recorrido está inspirado en diferentes ejes: la juventud e historia de la vitivinicultura argentina; los diferentes estilos de vinos que responden a su diversidad de geografías; la arquitectura de bodegas que respeta a la naturaleza; la influencia del inmigrante; y dos rincones dedicados a nuestras populares cepas, malbec como leyenda, y torrontés como la reina de las blancas.
Diversos elementos de la naturaleza son los protagonistas que cuentan en cada etapa de este viaje las características de cada región y cómo influyen en los vinos y su gastronomía, sin dejar de lado los aspectos culturales.
Las piezas expuestas son las responsables de guiar y educar en el recorrido: la pureza del agua, la altitud, los diversos tipos de suelo, la imponente montaña, la estepa, los glaciares, el desierto, la selva, el mar y el sol. Celebraciones, mitos y leyendas hacen de este recorrido un viaje inolvidable.
“La exposición Argentina Tierras de Contrastes ofrece a los visitantes un viaje totalmente inmersivo al corazón de Argentina. El viaje comienza con una descripción de las principales características del país, tanto geográficas como culturales. Luego, los visitantes se detendrán en cada una de las seis principales regiones vinícolas, descubriendo sus características culturales, históricas, gastronómicas y por supuesto, enológicas. Norte, Cuyo, Patagonia, Litoral, Córdoba y Buenos Aires conforman este viaje que termina con grandes instalaciones multimedia. A lo largo del recorrido se estimulan los sentidos, permitiendo a los visitantes captar toda la diversidad y riqueza del país”, describió la presidenta del Ente Mendoza Turismo (Emetur), Gabriela Testa, presente en la inauguración oficial de la muestra.
La funcionaria mendocina estuvo acompañada por los directivos del museo anfitrión, por la directora de Desarrollo Turístico de Mendoza, Cristina Mengarelli, autoridades de la Secretaría de Turismo de la Nación, del Instituto Nacional de Promoción Turística y de la Cámara Argentina de Turismo.
Mendoza, una de las Grandes Capitales del Vino del Mundo
La sección 3 de la muestra corresponde a la región Cuyo, que agrupa a las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis y es conocida por la imponente presencia de la cordillera de los Andes. Con sus montañas cubiertas de nieve durante todo el año, fincas y viñedos que forman parte de paisajes únicos, edificios tanto históricos como modernos, huertos que alimentarán a los comensales de la bodega, Cuyo no es sólo la principal región vitivinícola de Argentina, el hogar del malbec, sino también una tierra de celebraciones de vino y sol. Estas riquezas se dan a conocer en la muestra a través de un mapa interactivo de gran formato y de elementos expuestos como los atributos de la reina nacional de la Vendimia y hasta una reproducción de la Virgen de la Carrodilla, Patrona de los Viñedos de Mendoza.
Cabe recordar que Mendoza produce el 70% del vino argentino y que en la provincia hay más de 150 bodegas abiertas al turismo con actividades, como degustaciones, almuerzos, muestras de arte, conciertos, cabalgatas y bicicletas. Además, la posibilidad de cosechar o podar según la época del año y hasta de hacer un blend propio o de ver una película entre viñedos con una copa en mano, entre muchas otras opciones.
Argentina, país invitado con sus vinos del Nuevo Mundo
Después de haber celebrado los viñedos de Georgia (2017) y del valle del Duero, España (2018), la Cité du Vin acoge a Argentina para su exposición temporal como región vinícola invitada.
Cada año, la Fundación para la Cultura y Civilizaciones del Vino brinda a una región o país vitivinícola asociado la oportunidad de presentar su patrimonio vitivinícola. “El objetivo es dejar que el público descubra un gran país del vino desde el punto de vista de su cultura y civilización, a través de una exposición original acompañada de numerosos eventos culturales. “¡Estamos encantados de que Argentina sea nuestra tercera región vinícola invitada!”, asegura Philippe Massol, director general del museo.
Fuente: Gobierno de Mendoza