El acuerdo rubricado por el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa, y la titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Susana Mirassou tiene por finalidad trabajar en sintonía para optimizar los recursos económicos, de personal y de infraestructura. Incluye un pacto de confidencialidad para proteger la información estratégica generada a partir de las investigaciones, tomando en cuenta si el bien a transferir es público o privado.
Esta iniciativa significa un beneficio para la industria vitivinícola, ya que los dos organismos nacionales se comprometen, a través del convenio, a realizar actividades de mutua asistencia y cooperación científica, técnica y académica.
En cuanto a la instrumentación, se firmarán convenios específicos según las actividades que se lleven a cabo en forma conjunta.
Otro aspecto contemplado es la utilización y la protección de los resultados. Esto significa que la confidencialidad o difusión de los resultados de la investigación serán determinados por el INV y el INTA según una estrategia de transferencia de la tecnología, de acuerdo a la naturaleza pública o privada del bien a transferir. En el marco de dicha estrategia, deberán protegerse los resultados de las investigaciones.
La firma del acuerdo se concretó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el pasado 17/12/20. La mutua colaboración tendrá una duración de 10 años a partir de la rúbrica.
Uno de los trabajos en equipo que encararán ambas entidades -según fuentes consultadas por Enolife- será la elaboración, junto a muchas otras entidades y organismos científicos y vitivinícolas del país, del pronóstico de cosecha que se hará público en el mes de febrero de 2021.
Fuente: Gobierno de la Nación