Con el reciente decreto del gobernador Alfredo Cornejo para expropiar a la firma chilena Cencosud los terrenos y edificios del establecimiento de Av. San Martín al 1550 de Godoy Cruz, la provincia recobra el emblemático establecimiento construido en 1890. Allí, tras restaurarse las estructuras originales, se emplazará un museo del vino, un centro cultural, restaurantes y estacionamientos subterráneos. Un antiguo reclamo de los vecinos queda satisfecho. La historia.
Por Pedro Straniero
Todos los mendocinos con un mínimo de afecto por el patrimonio cultural, vitivinícola y arquitectónico de la provincia, hemos derramado un lagrimón al pasar por Av. San Martín al 1550 de Godoy Cruz y ver cómo se ha ido deteriorando la estructura de la magnífica Bodega Arizu tras el cese de sus actividades a comienzos de la década de 1980.
Allí, en épocas pasadas, se elaboraron millones de litros de vino que, a través de una línea de ferrocarril propia, viajaban a Buenos Aires para luego ser distribuidos en todo el país.
Tras la venta del establecimiento por la familia Arizu al grupo Greco -a comienzos de los ’70– y el inexplicable abandono de las instalaciones, el lugar al menos funcionó durante unos 10 años como paseo con «ruinas» históricas, administrado por sucesivos gobiernos municipales. En su impresionante cava principal, con entrada sobre Av. San Martín, se realizaron memorables conciertos, como los de las orquestas Sinfónica de la UNCuyo y la Filarmónica provincial durante los años ’80, y recitales que los viejos rockeros recordarán, como los de Los Enanitos Verdes, Alcohol Etílico y el mítico Grupo Mía, de la familia de Lito Vitale, este último organizado por Nosotoros Producciones (Andrés Gabrielli, Oscar Sayavedra, Arturo DeRodt y Pedro Straniero) en mayo de 1983.
Tras languidecer casi otra década, en 1998 el predio fue adquirido por el grupo empresario chileno Cencosud (dueño de Vea, Easy, Jumbo, Disco y otros supermercados en cinco países de América Latina), con el objeto de construir un mega centro comercial. De inmediato se generó una reacción de los vecinos, que avizoraron que el movimiento de terrenos y la circulación de personas y vehículos en ese punto crítico de la ciudad deterioraría su calidad de vida. Por supuesto, también se anticiparon a dar pelea para que no fuera arrasado el patrimonio arquitectónico y afectivo que constituye el establecimiento.
En los últimos años, las autoridades municipales se hicieron eco del reclamo y lograron detener el plan de Cencosud, anunciando distintas medidas fundamentadas en el negativo impacto ambiental que produciría la obra, así como interponiendo recursos legales y diseñando un plan de expropiación. También se intentó recomprarle la Bodega a Cencosud, sin éxito.
Hasta que, el jueves 11 de julio pasado, el gobernador Alfredo Cornejo se decidió y firmó el decreto de expropiación a Cencosud, medida que ahora deberá transitar un camino legal hasta hacerse efectiva. Todo indica que habrá que esperar unos años más, pero que al final el propósito se cumplirá.
El último capítulo de esta historia se produjo el lunes 15 de julio, cuando sorpresivamente el intendente godoicruceño Tadeo García Zalazar, en diálogo con el programa «Te digo lo que pienso» de Radio Nihuil, le contó al periodista Ricardo Montacuto: «Tenemos un acuerdo para hacer un polo de industrias creativas, y también tenemos un acuerdo con el clúster (conglomerado) audiovisual, que tiene varias productoras de contenidos, y trabajan en el Parque Tecnológico… La idea es hacer un polo de industrias creativas. Sumarle un espacio público tipo museo y centro de convenciones, además de una serie de locales de trabajo estilo coworking (grupo de emprendedores de distintos rubros que comparten un espacio físico)».
El tema de la recuperación de la Bodega interesó a medios locales, nacionales e internacionales. Entre varias notas que pudimos relevar, recomendamos una del periodista porteño Andrés Sanguinetti, quien en su medio iprofesional.com escribió un texto que recomendamos leer: https://abogados.iprofesional.com/negocios/295777-industria-vivienda-local-Expropian-terrenos-del-grupo-chileno-Cencosud-en-Mendoza
Ahora empieza otra novela: la de la recuperación de la Bodega. Sabemos que, aunque ya se decretó la expropiación, los gobiernos provincial y municipal tendrán que enfrentarse a los poderosos intereses e influencias de Cencosud, que tratarán de impedir el arreglo o pedirán cifras astronómicas por el predio. Sin embargo, creemos que la batalla será ganada por Los Hombres Sensibles de Godoy Cruz.
Patrimonio intocable
El predio de 50.000 m2 fue adquirido por Horst Paulmann, dueño de Cencosud, en 1998 a la ex bodega Arizu, una de las más tradicionales de la industria bodeguera mendocina. El objetivo del empresario era construir un hipermercado y centro comercial, pero sus planes quedaron truncos cuando, en 1999, las instalaciones fueron declaradas como Monumento Nacional por la Legislatura de Mendoza y se estableció que el núcleo original de la bodega debía conservarse.
Ícono de la Villa San Vicente
La periodista Sandra Conte, del diario Los Andes de Mendoza, escribió en una de sus notas sobre el tema una precisa síntesis de la historia del establecimiento: «La Bodega Arizu fue fundada por Balbino Arizu en 1890 y fue una de las principales de la villa San Vicente, hoy Godoy Cruz. La importancia del establecimiento vitivinícola se puede apreciar por el hecho de que tenía un desvío del ferrocarril para llevar la uva desde fincas cercanas y para sacar el vino que, desde Buenos Aires, se distribuía a todo el país. La edificación tuvo diversas intervenciones. Una de las más significativas fue la que concretó Raúl Alvarez en 1925. Según contó Liliana Girini, de la Junta de Estudios Históricos de Godoy Cruz, el arquitecto revistió el ladrillo a la vista con revoques blancos, zócalos de piedra, molduras color ocre y tejas».