Ya hay en Argentina unas 40 bodegas que utilizan paneles solares para generar energía eléctrica, algunas al 100%, es decir la suficiente como para abstecer toda su demanda. Con este sistema también es posible generar energía extra que se transfiere a la red eléctrica nacional, para luego obtener descuentos por esta operación. En Mendoza, una de las empresas proveedoras de mayor experiencia y operatividad es Solhé, que tiene como partner internacional a Huawei, fabricante de paneles e insumos. Su socio gerente, Nicolás Giorlando, explica en esta nota las ventajas de estos equipamientos.
En los últimos años, la colocación de paneles solares en establecimientos agrícolas y las industrias vinculadas ha demostrado ser una innovación transformadora, impulsando la eficiencia y la productividad de las operaciones del campo. Esta tecnología, que convierte la luz solar en electricidad, ofrece una fuente de energía sostenible y renovable, adecuada para una amplia gama de aplicaciones agrícolas.
«La industria vitivinícola, una de las más importantes de nuestra provincia, ha comenzado a incorporarla en los últimos años y así ha empezado a obtener beneficios notables, integrando la energía solar no sólo como una herramienta de ahorro sustancial sino como una estrategia de sostenibilidad», asegura Nicolás Giorlando, socio gerente de Solhé, empresa de energía solar con más de 10 años de trayectoria en Mendoza y partner de Huawei en la provincia.
De acuerdo con datos de Bodegas de Argentina (BdA), ya hay unas 40 bodegas en el país que utilizan energía solar, algunas incluso al 100%, es decir que ya están trabajando sin suministro de la red eléctrica.
Ventajas del uso de energía solar en la agroindustria
- Reducción de costos energéticos: La instalación de paneles solares permite a los agricultores generar su propia electricidad, reduciendo significativamente los costos asociados con el consumo de energía de la red eléctrica (hasta un 60% en la mayoría de los casos). «Esto es especialmente beneficioso en áreas rurales donde el acceso a la electricidad puede ser limitado y costoso», dice Giolando.
- Sostenibilidad y reducción de la Huella de Carbono: Al utilizar energía solar, las operaciones agrícolas pueden disminuir su dependencia de combustibles fósiles, reduciendo así su huella de carbono. Esto no sólo contribuye a la lucha contra el cambio climático, sino que también ayuda a las bodegas a cumplir con sus compromisos de prácticas sostenibles e ingresar en mercados internacionales donde se valoran y hasta exige la trazabilidad de los insumos.
- Independencia energética: «La generación de energía en el lugar proporciona a los agricultores una mayor independencia de las fluctuaciones en los precios de la energía y las interrupciones del suministro eléctrico», sostiene Giorlando. Esto es crucial para mantener la estabilidad de las operaciones agrícolas que dependen de un suministro constante de energía para riego, calefacción, refrigeración y procesamiento de productos.
- Mantenimiento y durabilidad: Los sistemas de energía solar requieren un mantenimiento mínimo y tienen una vida útil de varias décadas. Esto garantiza una fuente de energía fiable y duradera para los agricultores, permitiéndoles enfocar sus recursos y esfuerzos en la producción agrícola en lugar de en la gestión energética.
Ventajas para la industria vitivinícola en particular
La industria vitivinícola, con su dependencia de condiciones climáticas precisas y la necesidad de operaciones eficientes, se puede beneficiar enormemente de la adopción de paneles solares. Entre ellas:
- Control climático y refrigeración: Los viñedos y bodegas requieren sistemas de control climático para mantener condiciones óptimas de almacenamiento. La energía solar proporciona una solución rentable y sostenible para alimentar sistemas de refrigeración, asegurando que las uvas se mantengan a temperaturas ideales desde la cosecha hasta el embotellado y estiba.
- Riego sostenible: En regiones vitivinícolas como la de Mendoza, la gestión eficiente del agua es crucial. Los sistemas de riego tectificados permiten un riego preciso y programado, reduciendo el desperdicio de agua y asegurando que las vides reciban la cantidad exacta de agua que necesitan para prosperar. Y estos, al ser alimentados por energía solar, son mucho más sustentables.
- Reducción de costos: «La energía solar puede disminuir los costos de las bodegas, permitiéndoles reinvertir los ahorros en otros aspectos del negocio, como la investigación y desarrollo de nuevas variedades o la mejora de procesos de vinificación», afirma el gerente de Solhé.
- Promoción de prácticas ecológicas: «Los consumidores de vino están cada vez más interesados en productos ecológicos y sostenibles. Las bodegas que utilizan energía solar pueden promocionar sus vinos como productos respetuosos con el medio ambiente, diferenciándose en un mercado competitivo y atrayendo a un segmento de consumidores cada vez más consciente del medio ambiente», explica Giorlando.
«La integración de paneles solares en el agro, y específicamente en la industria vitivinícola, representa una evolución hacia prácticas más eficientes, sostenibles y económicamente viables. Las nuevas líneas de financiación con tasas competitivas para pymes y grandes empresas son realmente muy interesantes, y a medida que los propietarios de bodegas las adopten es probable que veamos un aumento significativo en la adopción de energía solar en el sector. Esto no solo beneficiará a los productores agrícolas en términos de reducción de costos y sostenibilidad, sino que también contribuirá a un futuro más verde y autosuficiente para la agricultura», indica finalmente Giorlando.