La superficie total de vid en el país registró una disminución de 2.200 hectáreas (ha) en el último año y una disminución de 63 viñedos. Las variedades aptas para elaboración sufrieron una disminución de 2.384 ha, con bajas tanto en las tintas como en blancas y rosadas. Por el contrario, las variedades aptas para consumo en fresco y pasas aumentaron 222 ha, con crecimiento principalmente de las variedades rosadas y disminución de las blancas. A continuación, el último informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) sobre el tema.
La superficie total de vid en el país registra una disminución de 2.200 hectáreas (ha) en el último año y una disminución de 63 viñedos. Las variedades aptas para elaboración registraron una disminución de 2.384 ha, con bajas tanto en las tintas como en blancas y rosadas. Por el contrario, las variedades aptas para consumo en fresco y/o pasas aumentaron 222 ha, principalmente de las variedades rosadas y disminución de las blancas.
Evolución de los principales datos vitícolas del país
Superficie
La superficie de vid de la República Argentina registrada al 31 de diciembre de 2023 alcanza las 204.847 ha distribuidas en 23.027 viñedos.
La superficie actual es un 5,9% menor (-12.903 ha) a la registrada en el año 2010 (año de realización del último censo vitícola).
La tendencia indica que el tamaño de los viñedos (tmv) es cada vez más grande, aunque hay una disminución en el último año. El tmv en el año 1990 era de 5,8 ha, en el año 2000 de 8,0 ha, en 2010 de 8,8 ha y en el año 2023 de 8,9 ha.
Se registra superficie de vid en 20 provincias argentinas. El 71% de la superficie de vid del país se encuentra en Mendoza, 20,1% en San Juan, 3,5% en La Rioja, 1,9% en Salta, 1,4% en Catamarca, 0,9% Neuquén y 0,7% Río Negro. Estas 7 provincias concentran el 99,4% del total país.
El restante 0,6% se distribuye en 13 provincias: La Pampa, Córdoba, Buenos Aires, Tucumán, San Luis, Chubut, Jujuy, Entre Ríos, Misiones, Sgo del Estero, Chaco, Santa Fe y Santa Cruz.
El tmv del país es de 8,9 ha. Dentro de las principales 7 provincias más cultivadas, la que tiene viñedos más extensos es Neuquén (18,5 ha), seguida por Salta (12,5 ha), Mendoza (9,7 ha) y San Juan (9,1 ha), siendo Catamarca la de viñedos más pequeños (2,1 ha).
Respecto al año 2010, han disminuido las hectáreas de vid en 3 de las 7 provincias con mayor superficie: Mendoza (-5,7%), San Juan (-12,9%) y Río Negro (-13,5%); y crecieron Salta (+48,8%), La Rioja (+1,6%), Catamarca (+10,6%) y Neuquén (+8,2%).
De las otras 13 provincias vitivinícolas del país, se registra aumento de superficie en 12 de ellas, excepto en Córdoba (-7,9%).
El 59,5% de los viñedos del país son menores a 5 ha y concentran el 14,3% de la superficie cultivada de vid. En el otro extremo, se observa que el 7,2% de los viñedos y el 44,3% de la superficie cultivada corresponden a superficies de más de 25ha.
Respecto al año 2010, principalmente han disminuido los viñedos de menos de 10 ha y especialmente los comprendidos entre 1 y 5 ha.
Aptitud de la uva
El 92,1% de la superficie de vid del país corresponde a variedades aptas para elaboración de vinos y/o mosto y el 7,8% son aptas para consumo en fresco y/o pasas. La participación de las variedades aptas para consumo en fresco/pasas va en aumento año a año.
Respecto al año 2010, la superficie de uvas aptas para elaboración ha disminuido 12.097 ha (-6,0%), mientras que las aptas para consumo en fresco y/o pasas han aumentado 107 ha (+0,7%). Esta reconversión, de variedades aptas para elaboración hacia uvas con otra aptitud, se evidencia principalmente en las provincias de San Juan y La Rioja. Esta última, ha duplicado la superficie de variedades aptas para consumo en fresco y/o pasas respecto al año 2010.
Color de las variedades aptas para elaboración
En el total de uvas aptas para elaboración de vinos y mostos, predominan las variedades tintas, que representan el 60% del total de este segmento, el 17,2% son blancas y 22,8% rosadas.
Las uvas tintas han aumentado 10.375 ha (+ 10,1%) desde el año 2010, mientras que las rosadas y las blancas han disminuido 12.064 ha (-21,9%) y 10.408 ha (-24,3%) respectivamente. En el último año ha disminuido la superficie de tintas, rosadas y blancas.
Año de plantación
El 53% de la superficie de vid del país se ha implantado luego del año 2000 (108.488 ha). En el otro extremo, se registra un 8,1% (16.606 ha) de la superficie plantada antes de 1960.
Las plantaciones más antiguas del país se registran en la provincia de Salta, anteriores al año 1890. La distribución de la superficie por provincia según año de plantación se observa en la siguiente tabla.
Teniendo en cuenta la aptitud de las variedades cultivadas y el color de las uvas aptas para elaboración, la distribución por año de plantación es la siguiente.
Sistema de conducción
El sistema de conducción predominante en el país es el parral, aunque registra una disminución del 14,4% respecto al año 2010, en concordancia con el aumento de variedades aptas para vinos finos, conducidas en espaldera.
El 51,1% del total de la superficie de vid está conducida en parral y el 47,8% en espaldera. Estos dos sistemas de conducción abarcan el 98,9% de la superficie total, mientras que el resto corresponde a los sistemas: cabeza, majuelo, ramé, lira y soga entre otros.
La tendencia indica que el sistema de conducción que más ha aumentado desde el año 2010 es la espaldera con un incremento de 4.112 ha, mientras que el parral ha disminuido 17.666 ha en el mismo período.
Variedades
Las variedades más cultivadas en el país son: Malbec (22,9%), Cereza (12%), Bonarda (8,4%), Cabernet Sauvignon (6,4%) y Criolla Grande (6%).
La variedad que más ha aumentado su superficie desde el año 2010 es Malbec (+15.894 ha), pasando de 31.047 ha a las actuales 46.941 ha. Le siguen en importancia por su crecimiento, aunque con bastante diferencia cuantitativa: Flame Seedless (+2.122 ha), Ancellota (+2.104), Fiesta (+1.347) y Aspirant Bouschet (+4.370 ha).
Considerando la variación de superficie de las 25 variedades más cultivadas, se observa que hay 7 que aumentaron su superficie, de las cuales 2 son variedades aptas para consumo y/o pasas, ubicadas en el segundo y cuarto lugar del ránking de crecimiento.
Las variedades que más disminuyeron desde el año 2010 son: Criolla Grande (-4.851 ha), Cereza
(-4.556 ha), Pedro Giménez (-3.414 ha) y Cabernet Sauvignon (-3.175).
Teniendo en cuenta la aptitud y color de las uvas cultivadas, la variación de superficie de las principales variedades se observa en los siguientes gráficos.
En el país hay 170 variedades implantadas, de las cuales 113 tienen aptitud para elaboración de vinos y/o mostos. De estas 113 variedades, hay 46 que se consideran aptas para elaboración de vinos de calidad con denominación de origen según lo que reglamenta la Ley 25.163 y son también las que están autorizadas para la elaboración de Vinos Reserva y Gran Reserva (*).
Del total de la superficie de variedades aptas para elaboración del país (188.687 ha), hay un 73% (137.253 ha) de uvas consideradas «de alta calidad enológica» (ACE) (*).