El titular de la cámara empresaria que reúne a unas 250 bodegas del país, en su mayoría exportadoras, trazo un panorama de las dificultades que atraviesa la industria vitivinícola argentina y pidió al gobierno reformas políticas e impositivas «para acceder a los mercados y seducir a los consumidores, con menos regulaciones, menor intervención estatal, menos burocracia y mayor libertad para realizar negocios». Fue en su discurso durante el clásico Agasajo de Bodegas de Argentina, que ayer 2/3/24 se realizó en el Espacio Arizu, de Godoy Cruz, Mendoza, ante unos 600 asistentes y con la presencia de la vicepresidenta argentina Victoria Villarruel y el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
El Agasajo de Bodegas de Argentina, en una nueva edición en el marco de la Vendimia 2024, se realizó ayer 2 de marzo en el Espacio Arizu, de Godoy Cruz, Mendoza. Con la presencia de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, como máxima representante del gobierno nacional, unas 600 personas del sector vitivinícola, empresarial, político y público en general se reunieron en este tradicional encuentro.
Los discursos estuvieron a cargo del presidente de Bodegas de Argentina (BdA), Walter Bressia; de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel; del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y del intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli.
Estamos haciendo los mayores esfuerzos en paritarias para satisfacer las necesidades de nuestros trabajadores, en la medida de las posibilidades de loss empleadores. Necesitamos revertir la retracción de la vitivinicultura y volver a la inversión».
Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina
En su discurso, el titular de BdA agradeció a los presentes, se refirió a la necesaria flexibilidad y modernidad que precisa la industria para adaptarse a lo que viene, reflejó la situación del negocio vitivinícola (caída de ventas, aumentos de costos, falta de acuerdo bilaterales y excesiva presión fiscal) e hizo énfasis en el rol que tiene la cámara para, a través de sus 250 asociados, contribuir al mejor desempeño del sector.
En detalle, Bressia reflexionó acerca de que, como país, “estamos viviendo tiempos de inflexión que nos desafían, como empresarios, dirigentes y ciudadanos. Sentimos que se van dando cambios a una velocidad mayor que nuestra propia capacidad de adaptación. Necesitamos reformas que nos permitan alinearnos al mundo. Simplemente para acceder a los mercados y seducir a los consumidores”.
Al tiempo que subrayó que como representantes de la cámara empresaria del vino se sienten orgullosos de participar “de estos cambios desde el lugar que nos toca como institución, haciendo los aportes que sean necesarios para construir una nueva Argentina, moderna, más competitiva, con menos regulaciones, menor intervención estatal, menos burocracia, mayor libertad para realizar negocios, previsible, sustentable e inclusiva”.
Asimismo, el presidente de la institución marcó también que 2023 fue un año muy difícil para la vitivinicultura. “Tuvimos la cosecha más baja de la historia. Las bodegas acompañaron a los productores con los mejores precios que pudieron reconocer para sus uvas. Los incrementos de costos y las regulaciones de precios en los canales de ventas pusieron en jaque la rentabilidad de nuestros productos. Las exportaciones disminuyeron por tercer año consecutivo, con una caída histórica del 25% y representan el menor volumen exportado en los últimos 20 años. Argentina es el país exportador de vinos que más cayó en el negocio internacional”, indicó Bressia.
En otro de sus tramos, el titular de BdA hizo hincapié en que nuestro país necesita generar divisas genuinas y crecer en la exportación de productos con valor agregado. “El vino ha sido un claro ejemplo de ello. Somos unas de las economías regionales con mejor balanza comercial, además de las actividades conexas como el turismo internacional, la gastronomía y los congresos. Ya son 19 provincias las que tienen viñedos y bodegas en sus territorios”, enumeró.
Y siguió: “Generamos más de 150.000 empleos en forma directa y unos 300.000 más en forma indirecta, que se reparten en 170.000 productores. Hay 900 bodegas de las cuales casi 500 son exportadoras. No existen viñedos ni bodegas sin el esfuerzo diario de nuestros colaboradores, quienes concurren cada día a sus puestos de trabajo por algo más que un salario. Estamos haciendo los mayores esfuerzos en paritarias para satisfacer sus necesidades en la medida de las posibilidades de sus empleadores. Necesitamos revertir la retracción de la vitivinicultura y volver a la inversión, el crecimiento y el entusiasmo por nuestra actividad. Para alcanzar esas metas consideramos necesaria una política fiscal más adecuada, que incentive y promueva el crecimiento”.
Igualmente, Bressia aprovechó la ocasión para invitar a quienes conforman el sector a sumarse a las comisiones de trabajo de BdA. “Vuestra presencia y aporte nos enriquece. Este Agasajo del cual hoy participamos, Protocolo de Sustentabilidad, Caminos del Vino, Consumo Responsable, Centro de Estudios Económicos, Comisiones Técnicas, Capital Humano, actividades turísticas y culturales en las bodegas, son el resultado del trabajo colaborativo entre los privados y el Estado. Somos líderes en el desarrollo del turismo vitivinícola y enogastronómico. Ya estamos trabajando con las instituciones privadas y de Gobierno en la mesa de Enoturismo Sustentable de Argentina”, se explayó.
El mensaje de los gobernantes a la vitivinicultura
Seguidamente, fue el turno del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, quienes también subieron al escenario para dar sus respectivos discursos ante los presentes.
“Contento de estar aquí, de estar en esta institución. Orgulloso de ser la máxima magistratura de la provincia y por lo tal representar a esta industria que nos identifica, que no es la única huella que tiene Mendoza pero es la que tiene múltiples eslabonamientos con muchas otras actividades que hacemos bien en la provincia y que debemos mejorar. Esta industria no sólo es emblema provincial, sino que es un emblema de la Argentina. El vino es un gran jugador en el mercado de vinos del mundo y por eso merece la máxima atención en la escena nacional y la tenemos. El solo hecho que esté acompañándonos la vicepresidenta, Victoria Villarruel, aquí en esta actividad reconoce la sensibilidad por nuestra industria”, consideró el gobernador Cornejo.
Estamos trabajando en sacar regulaciones absurdas y ridículas que deben ser eliminadas porque esta industria se ha pulido lo suficiente para que en un mercado abierto pueda rendir resultados mayores a los que ya tiene”.
Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza
Y agregó: “Hay una agenda productiva, hay una agenda de mejora sostenida. Necesitamos si o si dar certidumbre política para poder dar certidumbre económica. Nos alegramos que se haya sacado de la agenda las retenciones al vino, todas las retenciones son un mal impuesto pero la del vino es absurda por donde se lo vea. Poner retenciones al vino afecta el mercado a futuro”.
Luego, la vicepresidenta dijo que la Fiesta Nacional de la Vendimia existe porque la ha organizado el Gobierno provincial con mucho esfuerzo: “También porque así lo han querido los mendocinos por más de 80 años. La idea de un valor que se transmite de generación en generación es muy importante. La tradición es mucho más que sus productos culturales característicos como el gaucho, la doma o el folclore.
La tradición es una ventana del pasado desde el presente, que nos permite ver de dónde venimos y nos enseña a entender mejor quienes somos en tiempos de incertidumbre”.
Victoria Villarruel, vicepresidenta de Argentina
Igualmente, el intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli, indicó que “como anfitriones nos comprometemos a consolidar el trabajo en común con el sector vitivinícola. Desde los gobiernos locales, contamos con herramientas para contribuir al desarrollo económico, impulsando el empleo y construyendo un futuro productivo en nuestros territorios. Y eso lo haremos trabajando colaborativamente, en una articulación público-privada dinámica”.
Convenios de BdA con el INTI y el gobierno de Mendoza
Aprovechando el momento de encuentro con las distintas autoridades presentes, Bodegas de Argentina firmó dos convenios. Uno, con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que tiene entre sus objetivos la gestión eficiente de la energía, la calidad y trazabilidad, el desarrollo de indicadores de competitividad y la tarea con la huella ambiental. Aquí, cabe puntualizar que BdA mantiene un firme compromiso con la sostenibilidad desde hace más de 15 años, liderando acciones mediante su reconocido Protocolo de Sustentabilidad, certificando su aplicación en 237 empresas.
El segundo fue un convenio de Certificación de Tecnología, Innovación y Sustentabilidad con el Ministerio de Energía y Ambiente y con el Ministerio de Producción de Mendoza para la implementación de buenas prácticas de sustentabilidad vitivinícola. Por ello, también, se conformó -allí mismo- una mesa de trabajo con la Dirección de Transición Energética del Ministerio de Energía y Ambiente, la Dirección General de Desarrollo Productivo del Ministerio De Producción y su Dirección de Agricultura.