El 10/11, Bodegas de Argentina (BdA) presentó una guía que permitirá calcular la huella ambiental en la industria vitivinícola de este país, acorde a la metodología empleada a tal fin en la Unión Europea, útil y necesaria para exportar vinos a esa comunidad. La puesta en escena de este trabajo de magnitud, realizado por expertos enólogos y científicos de BdA, fue en Trivento, la única bodega argentina que actualmente tiene implementado este tipo de cálculo. A la brevedad, la guía estará disponible en la web de la cámara empresaria de las bodegas.
El pasado viernes 10 de noviembre de 2023, Bodegas de Argentina (BdA) presentó en Mendoza una guía para explicar el cálculo de la huella ambiental de acuerdo al sistema utilizado en la Unión Europea (UE) y homologado por la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV). La divulgación en público del trabajo técnico-científico se realizó en Bodega Trivento, con el objetivo de que el sector vitivinícola de Argentina conozca en profundidad qué es la huella ambiental, cómo se calcula y en qué consiste el resultado.
Participaron desde BdA Luis Romito (coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de la entidad) y Milton Kuret (director ejecutivo de BdA) y los expertos Mauricio Olmedo y Alejandro Mónaco (dos de los redactores del trabajo); y por Trivento su CEO Marcos Jofré (también líder de Sustentabilidad de BdA) y la gerenta de Sustentabilidad de Trivento, Mercedes Álvarez.
Qué es la huella ambiental
La huella ambiental, también conocida como huella ecológica, mide el impacto de las personas o de las organizaciones en el medio ambiente, tanto si este es positivo como negativo. En el caso de las organizaciones, se define como una medida multicriterio del desempeño ambiental de su actividad al prestar bienes o servicios, teniendo en cuenta todo el ciclo de vida.
Según explicó Olmedo, referente en temas de sustentabilidad y líder de la redacción de la guía, “ambientalmente, hoy nada supera a la huella ambiental porque es la única herramienta que ha logrado, a través de la cadena de producción, desde la extracción de materia prima hasta la finalización de un residuo, evaluar todos los impactos ambientales definidos por las Reglas de Cálculo de Huella Ambiental. Lo que ha hecho Europa en los últimos 12 años es ponerse de acuerdo con distintos rubros de productos y servicios, siendo uno de ellos la industria del vino y del espumante, definiendo las Categorías de Impacto que aplican en la industria. A cada impacto, se le da un valor, se suman todos y así se genera un impacto global representado por un sólo valor numérico. Es decir, con una sola cifra se hace la evaluación de impacto ambiental de toda la cadena del vino”.
Por su parte, Romito hizo énfasis en que la guía fue realizada por un grupo de profesionales (Olmedo, Mónaco y Carolina Barbuzza), mediante un largo y complejo proceso de trabajo que comenzó en 2019, con el aporte de bodegas y científicos locales, para adaptar todos los parámetros a las condiciones de producción de la industria vitivinícola argentina.
Tenemos un documento que se puede aplicar; es tremendamente informativo porque brinda un mapeo del proceso y de cómo se están haciendo las diversas tareas en cada bodega».
Marcos Jofré, CEO de Trivento y líder de Sustentabilidad de BdA
A partir de enero de 2023, la UE solicita los valores de Huella de Carbono (HC) -uno de los principales componentes de la Huella Ambiental- de los productos que ingresan a su territorio. Desde el 1 de octubre de 2023 hasta finales de 2025, los importadores deberán informar las emisiones implícitas en ciertos productos importados, sin necesidad de pagar un impuesto al carbono. La medida, que entrará en vigor de manera paulatina, afectará en principio a la importación de hierro, acero, cemento y fertilizantes, para luego extenderse a maderas, papel y alimentos, entre otros. La HC debe ser de “primera mano”.
Un documento público disponible en la web de BdA
“Trivento es la primera empresa que calculó la Huella Ambiental con la metodología de la Unión Europea, Marcos Jofré validó esta guía junto con gente del Conicet y del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Es un documento de acceso público, porque somos abiertos y generosos”, remarcó Romito, y adelantó que la guía pronto estará disponible en la web de BdA, para que todos los interesados puedan acceder a ella libremente.
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A su turno, Jofré destacó que desde su empresa y BdA siempre se trabaja para que las bodegas alcancen un nivel de sustentabilidad adecuado. “Después de una ardua tarea, tenemos un documento que se puede aplicar; es tremendamente informativo porque brinda un mapeo del proceso y de cómo se están haciendo las diversas tareas en cada bodega. Recomiendo que lo apliquen porque seguramente les aportará hasta en la toma de decisiones”, subrayó Jofré.
Por su parte, Álvarez recordó que, inicialmente, la guía fue un ejercicio para usar como herramienta de gestión, y que luego los técnicos y científicos se dedicaron a optimizar los resultados a lo largo del ciclo de vida del producto, referido a un vino tranquilo y un vino espumante testigos. Algunas de las conclusiones a las que arribaron aplicando la Huella Ambiental -agregó Álvarez- fueron un mejor dimensionamiento de los impactos ambientales, el conocimiento de las entradas del proceso y la obtención de una base de datos para poder dar respuesta a nuevos requisitos.