El 16/10, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales de Gran Bretaña (Defra, por sus siglas en inglés) anunció nuevas normativas para la industria vitivinícola, tanto para la importación como para la producción propia de vinos. Gracias a las libertades adquiridas con la salida de la Comunidad Europea, más conocida como Brexit, se eliminarán desde el 1 de enero de 2024 ciertas normas que actualmente se aplican en la Unión Europea (UE). Por ejemplo, la probibición de mezclar vinos a granel importados en el mercado británico; los productores nacionales podrán utilizar variedades de uva híbridas; se eliminan requisitos costosos de embalaje y regulaciones relacionadas con las formas de las botellas. Por otra parte, no será obligatorio que los vinos importados lleven la dirección del importador en la etiqueta, simplificando así los procesos comerciales y reduciendo las cargas administrativas. También se permite la venta de vino sin alcohol.
El gobierno británico reveló, el 16/10, reformas en la industria del vino, las que entrarán en vigor a partir del primer día de 2024 y que se basan en las libertades adquiridas tras la salida del país de la Unión Europea (UE). En el anuncio, realizado por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales de Gran Bretaña (Defra, por sus siglas en inglés), se afirma que, a partir de una consulta pública en Inglaterra y Gales para explorar opciones para reformar la reglamentación en materia de vino, «los comentarios del sector vitivinícola han puesto de manifiesto que determinadas normativas del actual reglamento de 400 páginas han estado obstaculizando la innovación e impidiendo la introducción de prácticas más eficientes y sostenibles en la industria del vino del país».
Entre las principales reformas se incluye la eliminación de requisitos costosos y engorrosos de embalaje, como la obligatoriedad de ciertos tapones de lámina y formas específicas para vinos espumosos. Además, se eliminarán las regulaciones anticuadas relacionadas con las formas de las botellas, permitiendo así una mayor flexibilidad para los productores.
Por otra parte, se planea eliminar el requisito de incluir la dirección del importador en las etiquetas de los vinos importados, simplificando así los procesos comerciales y reduciendo las cargas administrativas.
El anuncio ha sido bien recibido por representantes de la industria del vino británico. Miles Beale, director ejecutivo de la Asociación de Comercio de Vinos y Espirituosos de Gran Bretaña (WSTA), elogió las medidas como un paso positivo para reducir el impacto del Brexit en la industria, al tiempo que garantiza un mercado de destino atractivo para una amplia gama de vinos, indicando: «La WSTA apoya la medida propuesta, que permitirá una mayor flexibilidad, en particular para los importadores de vino a granel. Dadas las ventajas medioambientales de la importación de vino a granel, permitir a los importadores el mismo grado de flexibilidad que a los viñedos que les abastecen será bueno para el empleo, los consumidores y el medio ambiente del Reino Unido».
Otras reformas incluyen dar libertad a los productores para utilizar variedades de uva híbridas, y se pondrá fin a la prohibición de mezclar vinos importados. «La mezcla es una práctica común en todo el mundo y ofrecerá la posibilidad de desarrollar una mayor variedad de vinos, ampliando al mismo tiempo las posibilidades de elección de los consumidores», reza el comunicado de Defra.
Las reformas más destacadas
El documento presentado por el gobierno británico da detalles sobre 12 reformas, de las cuales destacamos las siguientes:
1) Envoltorios de papel aluminio y tapones de «champiñón»: Se termina el uso obligatorio de tapones con forma de champiñón (hongo) y envoltorios de lámina en vinos espumosos, reduciendo residuos innecesarios y costos de embalaje para los consumidores.
2) Normas sobre formas de botellas: Se terminan las normas obsoletas y proteccionistas sobre formas de botellas, lo que da a los productores la libertad de utilizar formas de botellas que antes no podían usar para sus vinos.
3) Etiquetado del importador: Se termina el requisito de que los vinos importados tengan un importador nombrado en la etiqueta, lo que crea un comercio más fluido y reduce las cargas administrativas. Esto significa que sólo el Operador Comercial de Alimentos (FBO) responsable de la información alimentaria necesitará ser identificado en el embalaje.
4) Variedades híbridas de uva: Se les da a los productores la opción de solicitar la protección de denominaciones de origen e indicaciones geográficas para los vinos producidos con variedades híbridas de uva. Esto aumentará su resistencia ante el cambio climático y las enfermedades, y proporcionará una mayor elección a los consumidores.
5) Mezcla de vinos: Se termina la prohibición de mezclar (coupage) vinos importados. La mezcla es una práctica común en todo el mundo y ofrecerá la posibilidad de desarrollar una mayor variedad de vinos al tiempo que amplía la elección del consumidor.
6) Comercializar vino sin alcohol (piquette): se permitirá a los productores hacer y comercializar piquette (una bebida con menos alcohol producida mediante el lavado de subproductos de la producción de vino, incluyendo pieles y tallos de uva, con agua y fermentando ese lavado). Esto abrirá nuevas fuentes de ingresos para los productores de vino y ayudará a satisfacer la demanda de bebidas con menos alcohol.
Ver publicación completa del Defra (en inglés): AQUÍ
Mercado británico del vino
El mercado del vino en Gran Bretaña tuvo un valor de más de £10 mil millones en 2022 en ventas de comercio y hotelería, y el sector de producción nacional en desarrollo ha atraído una inversión global significativa.
En 2022, las ventas fuera del comercio de vinos tranquilos, espumosos y fortificados del canal off trade (supermercados, tiendas de conveniencia y licorerías especializadas) tuvieron un valor de alrededor de £7.6 mil millones, mientras que las ventas on trade tuvieron un valor estimado de £3.5 mil millones.
Fuente: vinosdecastillalamancha.es y The Drink Business