Tener una bodeguita para practicar los trabajos enológicos e incluso elaborar los «vinos de la casa» se hace cada vez más habitual en centros de formación privados y estatales de varias provincias argentinas. En Mendoza, por ejemplo, son pioneras en esta modalidad educativa las bodegas experimentales de instituciones como la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Juan Agustín Maza (UMaza). Recientemente se ha sumado a la tendencia la bodega experimental del Centro Provincial de Formación Profesional 20 de Arata, en el departamento de Trenel, al norte de la provincia de La Pampa, cerca de los límites con las provincias de Mendoza y San Luis. En este caso, la iniciativa está abierta a los vecinos del pueblo, a quienes se convoca a llevar sus uvas para hacer un «vino comunitario».
En el Centro Provincial de Formación Profesional 20 (CPFP 20) de la localidad de Arata, departamento de Trenel, La Pampa, se está realizando una prueba piloto de elaboración de vino, después que los alumnos vinificaron las uvas cedidas por la Cooperativa de Trenel y la comuna de Pichi Huinca.
“Nos falta un año más para tener nuestras propias uvas, así que hicimos la primera producción de vinos con uvas que nos cedieron las dos instituciones. Ya hicimos la primera fermentación y ahora estamos con la segunda fermentación maloláctica y después ya estaría listo”, explicaron el director del CPFP 20, Damián Tantucchi y el profesor Fernando Buzzo.
El Centro de Formación Profesional cuenta con un proyecto institucional que surgió para capacitar a los alumnos para que puedan trabajar en los viñedos, teniendo en cuenta que la zona hay emprendimientos significativos: la cooperativa de Trenel tiene 5 hectáreas de plantaciones, hay un proyecto privado en Caleufú y el más avanzado lo lleva adelante la comuna de Pichi Huinca, donde ya producen su propio vino.
En el establecimiento educativo aratense se plantaron entre 100 y 120 plantas de 7 variedades, y se trabaja con cuatro sistemas de conducción. “El objetivo es que el alumno salga capacitado para trabajar en un viñedo, pero hay alumnos con extensiones en el sector quintas que están desarrollando sus propios proyectos”, indicó Tantucci.
Incluso hay jóvenes que iniciaron sus emprendimientos en Algarrobo del Águila, Trenel y Arata, y este año comenzaron a asistir al taller algunos inscriptos de Caleufú porque “pretenden desarrollar sus viñedos en esa localidad”, contaron los docentes.
Abiertos a la comunidad
El proyecto del CPFP 20 comenzó en 2023 por una propuesta del intendente Henso Jorge Sosa. Actualmente se encuentra “abierto a toda la comunidad y para quienes pretenden incursionar en la producción de vides”, contaron los educadores-emprendedores.
Las vides se trasladaron desde Casa de Piedra y se implantaron en 2023. Estiman que el año próximo tendrán la primera producción que les permita realizar una vinificación “totalmente nuestra”.
Actualmente hay 12 alumnos de entre 16 y 50 años, que se están introduciendo en la vitivinicultura.
Resulta de interés conocer -en base a la experiencia de los agrónomos y enólogos de la zona- cuáles son las condiciones del terroir y cómo se adaptan para llevar adelante la producción de vides. Así lo describen los educadores: «El primer problema que tenemos es el agua y es una limitante, porque tenemos agua muy salada. Tenemos depósitos para recolectar agua de lluvia. Este es un problema de toda la zona, tanto Arata, como Caleufú o Trenel. Lo podemos contrarrestar con un proceso de ósmosis inversa, pero no está a nuestro alcance por el costo económico. Y después aparte de uva para vinificar, también estamos introduciendo variedades de uva de mesa para ver si se adaptan a la zona, y las plantas están lindas, pero aún no están en formación. Y queremos incursionar en las pasas de uvas, pero el año pasado no conseguimos las plantas. Como tenemos una capacitación de dulces y conservas, ahí lo podemos enlazar con esa producción.«
En cuanto a los insumos y recursos con que cuentan, los profesionales explicaron: «Lo vamos haciendo lentamente, por ahí tenemos apoyo de Administración Escolar para los tutores o espalderas. Lo más costoso es la implantación, y ahora estamos abocados a armar una bodega tradicional para vinificar las distintos variedades a baja escala, para determinar cuáles son las especies que más se adaptan a la región.»
Diversificación de experiencias
En el predio del CPFP 20 también se comenzarán a implantar otras variedades de frutos, entre los que se destacan cerezas, pistachos y arándanos. Y también proyectan evaluar la factibilidad de desarrollo de almendras y nogales. “Trajimos pistachos que se están produciendo en Casa de Piedra y las implantamos en agosto del año pasado y hasta el momento tienen buen desarrollo y las injertaremos con gente que trabaja en Casa de Piedra”, dijo Tantucci.
El objetivo es facilitar las salidas laborales para los pobladores de la región. “Trabajamos con unidades productivas pequeñas para ver si se adaptan a nuestra zona, si es viable está abierta a quienes deseen llevar adelante sus proyectos. Vamos evaluando la poda y desarrollando los conocimientos”, concluyeron.
Fuente: Diario La Arena de La Pampa