El pequeño país del Asia sudoriental, con sólo 719 km2, tiene una población de 5,7 millones de personas y un PBI per cápita en 2019 de € 58.263, ocupando el 7mo. lugar en el ránking mundial de ingresos por persona. Si bien el consumo de vino anual per cápita es de 2,2 l, gran parte del volumen importado se reexporta a otros países de la zona, principalmente a Japón, Malasia, Indonesia y Tailandia. En este sentido, en 2020 importó 26 millones de litros de vino de los cuales vendió al exterior 12,2 millones.
El 23/6 la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) publicó en su cuenta de Twitter una oportunidad comercial en el país asiático que busca importar bebidas espirituosas y vinos espumosos argentinos.
La oportunidad está identificada en la página web de Cancillería como OPOESING07116 y para más información se puede ingresar: AQUÍ
Mercado del vino en Singapur
Singapur importó 26 millones de litros de vino en 2020 (-16,3%), menor cantidad en 10 años, a un precio medio que superó por primera vez los 18 €/litro.
Como distribuidor, las ventas de vinos extranjeros desde Singapur cayeron por segundo año consecutivo (tras el desplome de 2019), hasta los 12,2 millones de litros, lejos de los más de 18 millones de 2014, máximo histórico.
Francia y Australia lideran las compras en este mercado asiático de forma clara; como exportador, un tercio de lo que vende (reexporta) Singapur va a Japón, seguido de Hong Kong-China, Australia y otros mercados de Asia y Oceanía.
Al ser un país no productor, tiene una total dependencia del comercio exterior, alcanzado niveles de importación de vino por encima de los 35 millones de litros anuales, con un crecimiento medio anual alrededor del 3,5%.
Los orígenes de sus importaciones son numerosos, siendo los más importantes Australia, Chile, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Sudáfrica y Francia y España.
Francia y Australia son los líderes en importación en litros, con más de un 50% de la cuota entre ambos. En cambio, si analizamos las importaciones en término de valor, Francia supone un 42% de la cuota.
El tipo de vino que más se consume en Singapur es el vino tranquilo, principalmente tinto, con menos de un 15% de alcohol y presentado en envases de menos de 2 litros, por lo general 750cl que representa el 90% del volumen importado. A continuación, destaca el vino espumoso, como el prosecco italiano o, en menor medida, el espumoso español.
El consumo per cápita de vino en Singapur es reducido, alrededor de 2,2 litros por habitante y año, a pesar del aumento del interés por el vino los últimos años. Se trata de una cifra realmente baja para un país asiático muy desarrollado, con gran poder adquisitivo y cierta occidentalización.
Respecto a las variedades de uva que más demanda el consumidor de Singapur para vino tinto, destacan cabernet sauvignon, syrah y merlot. Para el vino blanco, chardonnay, sauvignon blanc y riesling.
La evolución de los precios medios de venta de un litro de vino seguía una tendencia decreciente, hasta 2014, donde se aumentó el impuesto especial del vino, trasladándose este a los precios finales del producto.
Existen dos canales principales de distribución, el canal on-trade (Horeca) y el off-trade (hipermercados, supermercados, tiendas especializadas, distribuidores especializados en vino o distribuidores de productos premium con vino en su porfolio etc.).
En el caso del vino, aproximadamente el 70% de las ventas en litros se realizan a través del canal off-trade, aunque en términos de valor se reduce a aproximadamente un 50%, debido a los mayores márgenes que aplica el sector Horeca. Las vinotecas, a pesar de su menor tamaño relativo, alcanzan un 32% de la cuota de ventas por volumen del canal off-trade.
En Singapur existe un impuesto especial al consumo del vino (excise duty) que, desde el 21 de febrero de 2014, se elevó a 88 SGD (dólares de Singapur) por litro de alcohol. Es un impuesto que depende exclusivamente de la graduación alcohólica que contenga el vino, sobre su valor CIF. Además de este impuesto, habrá que añadir el impuesto indirecto general, el GST, que en la actualidad asciende al 7%.
No existen requerimientos legales especiales para este producto, excepto el genérico del etiquetado. Se regulan en las Food Regulations, concretamente en la Food Act. Capítulo 283. La etiqueta debe presentar la información de manera visible y legible en inglés, con el nombre del producto, la lista de ingredientes y el volumen neto. La presentación es similar para todas las marcas, con etiqueta al frente y en la parte trasera de la botella y con la indicación clara de su contenido alcohólico y origen del producto. Cada botella presenta también una pequeña etiqueta identificando al importador local.
Singapur es un mercado tradicionalmente marquista, de primeras marcas y calidades ya que el consumidor local suele ser un individuo con gran capacidad de compra, normalmente viajado (conociendo Europa y, frecuentemente, España) por lo que aquí se puede encontrar vinos de posicionamiento medio y alto.
Fuentes: OEMV, ICEX y datosmacros.com