La Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva), que nuclea a unos 37.000 de los 40.000 trabajadores del sector en todo el país, llamó hace tres días a sus afiliados a un paro general por 24 horas para mañana jueves 6/8, por «la negativa empresarial a acordar un aumento salarial». Sin embargo, a horas de la medida, el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria entre las partes, que ahora deberán juntarse a negociar otra vez, el 12 de agosto a las 10.30 hs. y por internet.
El sueldo inicial de un obrero de bodega es de $20.571,25, más una compensación por ítem refrigerio de $2.200. El ingreso del trabajador de viña es aún inferior.
El Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Soeva) y la Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Foeva) convocaron a una medida de fuerza para mañana jueves 6/8. Sin embargo, tras la notificación a sus trabajadores, que según se preveía acatarían la medida en forma masiva, el paro quedó sin efecto, por decisión de la misma dirigencia sindical.
En los fundamentos de la medida que hace tres días los dirigentes del Sindicato habían comunicado al Ministerio de Trabajo y a los propios trabajadores, se argumentó que las paritarias, iniciadas hace 6 meses, estaban «rotas» por la «negativa» de los empresarios a otorgar una suba en los sueldos. Y se resaltaba que los obreros de viñas y bodegas habían trabajado desde el primer día de la cuarentena por la pandemia, por considerarse a la vitivinicultura como una actividad esencial, arriesgando su salud.
La negociación entre los trabajadores y la patronal comenzó en febrero, con la idea de que los aumentos se aplicaran a partir de marzo, pero a la fecha, según Foeva, no hay entendimiento entre las partes.
Según explicó a medios periodísticos Miguel Rubio, secretario de Prensa, Cultura y Difusión de Foeva, el pasado viernes las partes se retiraron de la paritaria, «porque el ofrecimiento de la parte empresaria está muy por debajo de lo que solicita el gremio». “Nosotros no podemos ceder más ni ellos se estiran para llegar a un número que pueda empezar a considerarse”, resumió Rubio.
Cabe mencionar que, según datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE), una familia mendocina necesitó en junio $27.586 para cubrir sus necesidades y no ser considerada pobre.
Según revelaron las fuentes sindicales, en la última reunión de la paritaria, los gremialistas pidieron a la patronal un aumento de bolsillo de $6.000 desde julio a febrero, y que los $4.000 que ya perciben por el decreto presidencial de ayuda, pasen al sueldo básico. Por su parte, los empresarios ofrecieron ingresar esa suma al básico pero en dos etapas, y un aumento mensual consolidado de $2.000, que se empezaría a cobrar con el sueldo de agosto, a principios de setiembre.
La notificación del paro al Ministerio
En el comunicado de Foeva al Ministerio de Trabajo de la Nación, anunciando la medida de fuerza, se argumenta: «Bajo condiciones de emergencia social, económicas, sanitarias y laborales, nuestros representados nunca cesaron en la prestación de sus servicios para sus empresas. Recordemos que fueron nuestros trabajadores, quienes día a día prestaron labores poniendo en riesgos su persona y familias exponiéndose al contagio del virus, guiados por principios de colaboración y cooperación con el sector empresario. Nuestros trabajadores, honrando la actividad, destacaron la misma con su predisposición al trabajo, por sobre otros sectores productivos de la provincia».
Bajo condiciones de emergencia social, económica, sanitaria y laboral, nuestros trabajadores nunca cesaron en la prestación de sus servicios para sus empresas».
Del comunicado de Foeva al Ministerio de Trabajo de la Nación.
«Como contracara del esfuerzo ejecutado por nuestros trabajadores -continúa la comunicación de Foeva al Ministerio de Trabajo-, encontramos un sector empresario mezquino, que abona remuneraciones de las más bajas del abanico de actividades laborales del país». Y concluía la notificación: «El sector empresario y la actividad vitivinícola pagan remuneraciones magras y desactualizadas a los trabajadores que hacen posible el producto. Durante el período transcurrido en el año 2020, pandemia de por medio, nuestros trabajadores han percibido los mismos bajos importes salariales que en el año 2019, ello, a pesar del esfuerzo referido precedentemente».
La medida de Trabajo que suspendió el paro
Ayer a las 15.48, cuando los trabajadores vitivinícolas ya preparaban sus pancartas para manifestarse durante el paro en distintos puntos de la provincia de Mendoza y otras provincias productoras del país, el Ministerio de Trabajo de la Nación, mediante una notificación firmada por la directora nacional de Regulaciones del Trabajo, Gabriela Marcello, ordenó la conciliación obligatoria entre las partes. En la disposición del gobierno nacional también se convoca a las partes, gremio y patronal, a seguir negociando la paritaria, en una nueva reunión, vía internet, que ha sido establecida para el próximo miércoles 12/8 a las 10.30 hs.
La conciliación obligatoria tiene una duración de 15 días, por lo que al cabo de ese lapso los trabajadores podrían realizar nuevas medidas de fuerza. O anunciar el arreglo salarial, lo que siempre sería deseable.
Con respecto a la suspensión del paro, José Antonio Arias, secretario general de Foeva nacional, aclaró: «Decidimos levantar la medida de fuerza, sobre todo para cuidar a los trabajadores, que de haberla realizado podrían haber sido sancionados. Pero nuestra postura es inflexible, seguiremos reclamando el aumento de $6.000 desde julio a febrero, y que los $4.000 de ayuda del gobierno pasen al básico».
Fuentes: Foeva y Ministerio de Trabajo