Como cada mes, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) de Argentina difundió el «Semáforo de Economías Regionales» correspondiente a abril. Se trata de una herramienta para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de indicadores tales como precios, costos, stock, producción, exportaciones, importaciones y consumo. De los resultados de este informe surge que las economías regionales están en rojo en lo que se refiere a la suba de costos y la inestabilidad de los mercados. De las 19 economías regionales analizadas, sólo 3 han registrado crecimiento (interanual entre abril de 2021 y abril de 2022): algodón, forestal y vino y mosto. Según explicó el productor mendocino Carlos Groselj -de la Cooperativa Altas Cumbres-Fecovita), la merma en la producción y la baja cosecha han equilibrado el mercado, dejando los stocks más reducidos, provocando una marcada suba en el precio del vino y del mosto.
Foto principal: Daniela Mansilla Galdeano «Terminando el día», participante del concurso de foto «Tiempo de Cosecha 2022»
El Semáforo de Economías Regionales, elaborado por Coninagro, tiene como objetivo simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo con una herramienta visual de análisis. El relevamiento de los indicadores se hace en base a 19 economías regionales: algodón, aves, bovinos, cítricos dulces, forestal, granos, hortalizas, leche, mandioca, maní, miel, ovinos, papa, peras y manzanas, porcinos, vino y mosto, tabaco y yerba mate.
El resultado del análisis del mes de abril de 2022 señala que 7 de esos sectores están en crisis, 4 comienzan a tener signos de crisis, 5 están en situación de advertencia, sólo hay 3 en crecimiento y ninguno en prosperidad.
Costos por las nubes en las economías regionales
En este informe, las economías regionales que están en rojo refieren a la suba de costos a través de los insumos y la inestabilidad de los mercados, especialmente de la exportación.
Por otro lado, hay dos actividades que se recuperaron levemente, pero resta que esos valores se traduzcan en señales concretas a la cadena productiva.
Además, la incertidumbre por el acceso al combustible y su precio es transversal a todas las producciones.
Y la guerra entre Rusia y Ucrania ha afectado nuevamente la logística internacional, tanto para exportar productos de nuestras economías regionales como las manzanas y peras, como para importar insumos necesarios, como botellas.
Se equilibra el mercado de vinos con un guiño al productor
Al respecto se expresó Carlos Groselj, productor de vinos en Mendoza, secretario de la cooperativa Altas Cumbres y consejero de Coninagro por Fecovita: «Hubo una merma en la producción y una cosecha a la baja, puesto en números es casi el 20% menos en relación al año pasado, esto ha equilibrado el mercado y ha dejado los stocks mas reducidos, lo que ha provocado una subida en el precio del vino y del mosto de manera marcada». Y agregó sobre las buenas perspectivas: «Esto en una primera instancia marcó una pérdida de consumo en mayo pero ahora está recomponiéndose un poco, y el productor vitivinícola percibe esa suba en su renta y ha sido un alivio».
«En contraposición, los costos han aumentado considerablemente, ya sea lo vinculado a insumos, combustible y fertilizantes en algunos casos en subas de más del 100%, sumado a la dificultad para conseguir algunos productos por restricciones a las importaciones, pero aun así el panorama es positivo para el productor, solo juega un poco en contra el stock acotado para competir en el mercado externo», añadió Groselj.
En tanto, en lo referido a exportaciones, Groselj indicó que «el precio en el mercado interno es elevado y esos valores llegan a un techo debido a que el precio internacional está emparejado y eso complica la competitividad con el dólar atrasado… El precio del mosto ha subido, el mosto principalmente se exporta y esto acompaña la suba del vino en el mercado interno».
Asimismo, el productor y cooperativista expresó la preocupación del sector por los elevados aranceles en los países de destino, que por ejemplo en Europa rondan el 20%, en China el 25% y en Sudáfrica el 20%; y en el caso del mosto a EEUU, que paga 150 dólares por tonelada, el valor del arancel representa casi un 15% del precio.
«Enfrentamos dificultades para conseguir contenedores, y la logística tiene altos costos. Un tema que preocupa es una demanda de una empresa mostera de EEUU que importa nuestros productos, y está pidiendo al gobierno de su país que interceda como compensación de lo que ellos consideran una supuesta competencia desleal del mosto argentino en el mercado de EEUU; ahora este tema está en una incipiente etapa judicial, hemos pedido a Coninagro y al ministro Domínguez que interceda porque creemos que esa demanda no tiene lugar», contó con preocupación finalmente Groselj.
Frutas y hortalizas en una realidad compleja
El cuadro de situación que configura la realidad de la producción frutihortícola fue abordado por Ricardo Vitale, quien se autodescribió contando: «Llevo más de 50 años ininterrumpidos en el cooperativismo, hace 48 años consecutivos que soy tesorero de la Cooperativa de horticultores de Bahía Blanca, soy presidente de Alcohofar y por ello vocal de Coninagro y de Fenafrut».
A la hora de describir el panorama productivo en su zona, Vitale enunció: «En Bahía Blanca fue un año hortícola medio desparejo por el factor climático, veníamos bien con precios razonables y buena producción pero nos pegó duro el calor del mes de enero. Costó reponerse de ese calor y comenzamos a cultivar pero con producción no tan buena y con ello aparecieron problemas para vender esos productos; además empezó a aparecer mercadería de otros lugares y Bahía Blanca como plaza productora comenzó a atorarse, al fin costó más pero igualmente se pudo colocar la producción hortícola y frutícola».
Y redondeó el experimentado productor: «Donde el calor no golpeó tanto hubo buena producción y eso bajó el precio regulado por la ley del mercado, regido por la oferta y la demanda. Hay que tener compromiso en poner precios e intentar fijarlos porque de un da para el otro todo cambia muy rápido; Mar del plata, La Plata y otras zonas productivas muy grandes han tenido vaivenes de precio, por ejemplo el precio del tomate estuvo muchos meses por debajo de los costos de producción y sólo a cuentagotas tuvo buen rendimiento desde el punto de vista comercial».