El diputado mendocino Marcelo Aparicio (PJ) se hizo eco de una antigua propuesta del Sindicato Único de Trabajadores Contratistas de Viñas y Frutales de Mendoza -liderado por Edgardo Lera- y presentó en la Legislatura provincial un proyecto de ley para instituir el «Día de los y las contratistas de viñas y frutales de Mendoza» cada 19 de noviembre, día de 1946 en que se fundó la agrupación gremial. La iniciativa del legislador peronista va en línea con el reclamo del gremio de mejores condiciones de trabajo y mayor remuneración para estos trabajadores, piezas clave del agro en general y la vitivinicultura en particular, quienes perciben sólo 10 salarios al año y deben jubilarse a los 65 años pese al desgaste físico que implica su trabajo sin horarios ni feriados ni aguinaldo.
El texto del proyecto de ley del diputado peronista Marcelo Aparicio comienza describiendo el origen de este trabajo: «A lo largo de la historia, la figura de los y las contratistas de viñas y frutales ha sido regulada de manera autónoma y particular por ser considerada con aspectos propios del trabajo dependiente, por una parte, y de carácter asociativo, por otra. Esta figura nació como privativa de las provincias Mendoza y San Juan, por ser la zona principal de asiento de la industria vitivinícola».
La presentación, que ya está siendo analizada en la Comisión de Cultura y Educación de la Legislatura, continúa con una explicación del origen del nombre «contratista»: «A partir de la migración de personas provenientes de regiones de tradición vitivinícola a principios del siglo XX, el cuidado y atención de los viñedos se comenzó a realizar por aquellas, denominadas informalmente ‘contratistas’. Su nombre se debe a que no explotan tierras de su propiedad sino que poseen un contrato con los propietarios de las mismas quienes les encomiendan diversas tareas.»
Como reconocimiento a estos trabajadores, el secretario general del Sindicato, Edgardo Lera, comenzó a impulsar la idea en 2015, y finalmente en estos últimos días el diputado Aparicio recogió el guante y presentó su proyecto de ley.
El texto de la norma propuesta continúa:
«Estas personas trabajadoras son fundamentales para el desarrollo de una de las principales matrices productivas que posee Mendoza. Con su esfuerzo llevan adelante tareas culturales propias de la explotación agrícola de la Provincia, como la poda, el arado, manejo de suelo, la limpieza, replante, el combate de las plagas y heladas, manejo de agua, riego, entre otras. Además, se comprometen al cuidado de las fincas y las herramientas de trabajo que tienen a su cargo.
«Es destacable que las tareas de los y las contratistas de viñas y frutales, muchas veces no son llevadas a cabo de manera individual sino con el acompañamiento de sus familias, siendo éste el único sustento del grupo. La labor de ellos, junto a la de las personas obreras de viña, cosechadoras y empacadoras de frutas, es imprescindible para la economía de la provincia.
Prosigue el proyecto de ley: «El 19 de noviembre de 1946 fue fundado el Sindicato Único de Trabajadores Contratistas de Viñas y Frutales de Mendoza, fundamental para la protección de los derechos y la mejora de las condiciones de trabajo de los y las contratistas, quienes aún hoy siguen luchando firmemente por esos objetivos. Entre ellos, las principales son: lograr que los y las contratistas cobren 12 meses al año y la reducción de la edad jubilatoria a 57 años por el enorme desgaste que esta tarea causa en su salud integral».
«Es importante destacar -afirma el documento- que en 1973, por la ley 20.589, habían sido considerados como trabajadores en relación de dependencia, con características especiales. Esta norma fue derogada por el gobierno de facto en 1980, que sancionó la ley 22.163 hasta que con el renacer de la Democracia, en 1984 se sancionó la ley 23.154 vigente restableciendo las normas de la ley 20.589 con algunas modificaciones».
«Gracias a la sanción de la ley que reconoce esta relación de dependencia, se aseguró una remuneración a estas personas trabajadoras, además de comenzar a percibir asignaciones familiares, indemnización por accidente de trabajo o despido. Dentro de las características especiales de este tipo de contratación se encuentra el requisito de que sea redactado por escrito y registrado en la Subsecretaría de Trabajo y Empleo».
«La legislación posee muchas carencias, las que los integrantes del Sindicato Único de Trabajadores Contratistas de Viñas y Frutales se encuentran intentando revertir. Algunas de ellas son: la percepción del salario sólo por 10 meses, perdiendo no sólo el salario sino también sus aportes previsionales de los dos meses restantes; la no inclusión del porcentaje de cosecha en la indemnización; no poseen feriados, sueldo anual complementario, vacaciones ni horarios. A lo manifestado se suma que toda la familia de la persona contratista trabaja por el mismo sueldo».
«Por lo expuesto es que, actualmente, la Comisión Directiva del Sindicato reclama el cobro de remuneraciones los 12 meses del año y la reducción de la edad jubilatoria a 57 años considerando el enorme desgaste que esta tarea implica para la salud de las personas que dedican su vida a ella. De hecho, son enfermedades profesionales comunes a las personas que desempeñan esta actividad las de las articulaciones, huesos y músculos, que se ven afectados por el trabajo manual y las inclemencias del tiempo».
«Consideramos que la fecha para homenajear a estas personas trabajadoras no puede ser otra que la del aniversario de la fundación de la organización que día a día brega por sus derechos y por una mejora en las condiciones laborales. Sin dudas crear el día provincial de los y las contratistas de viñas y frutales implica un reconocimiento a la labor de estas personas trabajadoras que son fundamentales en la economía mendocina».
«Por lo expuesto -solicita finalmente el escrito de Aparicio- le pedimos a los y las legisladoras que nos acompañen en el presente proyecto de ley para instituir el 19 de noviembre como el Día Provincial de los y las Contratistas de Viñas y Frutales de Mendoza».