El histórico acuerdo entre las dos mayores provincias productoras de vino de Argentina se reactivó recientemente tras una reunión de los ministros del área, quienes acordaron impulsar que en cada estado se utilice una importante cantidad de uva a la elaboración de mosto concentrado, para no saturar con vino las bodegas, que ya tienen un stock acumulado. Al mismo tiempo, el responsable de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, anunció que, al menos en Mendoza, no se promoverá hasta setiembre próximo la vinificación con mosto sulfitado y luego desulfitado en cualquier momento del año, práctica que el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) autorizó recientemente a través de la Resolución INV 6/2025 del 20/2/25 y que generó tantas adhesiones como rechazos.
En una medida considerada sorpresiva por muchos en la industria vitivinícola, el Ministerio de Producción de Mendoza anunció que al menos hasta setiembre no se aplicará en esta provincia la resolución del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) que permite la vinificación diferida. Esta nueva norma permite producir mosto sulfitado y guardarlo para producir vino a lo largo del año, cuando el mercado lo necesite.
Ver Resolución INV 6/2025 del 20/2/25 : AQUÍ
Para algunos objetores de esta Resolución 6/2025, por ejemplo para el ex presidente del INV Luis Borsani, se trata de una disposición «inconsulta», «inoportuna» e «ilegal», ya que, argumentó, no se requirió la opinión de los productores primarios ni a los distintos eslabones de la cadena vitivinícola; se dictó durante la cosecha de uva, generando desconcierto e incertidumbre en el momento de la formación de precios para la comercialización de la uva; y porque considera que el artículo 1 de la nueva Resolución viola la Ley de Vinos 14.878, que establece como vinos genuinos sólo a aquellos obtenidos por la fermentación alcohólica de la uva fresca y madura o del mosto de uva fresca.
Por su parte, Sergio Villanueva, gerente del Fondo Vitivinícola, consideró oportuna y meritoria la suspensión de la aplicación de la Resolución al menos hasta setiembre. En una charla con el periodista Pablo Pérez Delgado, del programa Conexión Agro de Radio Nihuil de Mendoza, Villanueva opinó: «No podemos quedarnos en el tema de la vinificación diferida, sino en cambio repensar el INV, en la Unión Vitivinícola Argentina pensamos que el control debe ser en la parte de la producción y en el producto final, simplificandoo todos los procedimientos… sino va a venir alguien que no conoce el tema y va a terminar eliminándolo o haciéndolo un organismo que no cumple las funciones básicas, que para nosotros son muy importantes, tanto en el registro, la estadísticas, las relaciones internacionales, tiene un montón de condiciones, y después también repensar si la presidencia del Instituto no debiera ser ejercida por un funcionario de carrera que dé continuidad, y no designado por la política».
A su turno, el ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, manifestó a la periodista Soledad González de diario Los Andes: «Esta iniciativa permite obtener vinos más frescos, con mejores sabores y otro perfil… Es muy buena esta regulación pero en este momento sería inoportuna porque nos encontramos la mitad de la cosecha. Además, necesitamos explicarla bien. No es adecuado cambiar una norma fundamental en este momento».
Vargas Arizu consideró que el sector está atravesando un contexto de sobreoferta debido a la caída del consumo de vino a nivel global. «Hoy el vino está sobrando. En España están arrancando viñedos, en Italia también, en Francia y Estados Unidos incluso han dejado de cosechar algunos viñedos», reseñó el ministro. En Argentina, el consumo per cápita pasó de 18 a 16 litros anuales, aunque se espera una recuperación del mercado interno durante este año.
Por su parte, el maestro de enólogos mendocinos Ángel Mendoza, quien apoya la vinificación diferida pero advirtió que se trata de un cambio importante que hay que implementar en el momento oportuno, manifestó a Enolife: «Ignoro las razones del INV para dictar esta resolución en tiempos de crisis emocional de la vitivinicultura. Hace más de 40 años que he defendido la postura de elaborar vinos genéricos, de todos los días, a lo largo del año, como producen las cervecerías y la coca cola. A partir de mosto virgen conservado en frío o sulfitado se puede diferir la vinificación para lograr un vino siempre fresco y rico. Esto trae una reducción de costos muy importante, sobre todo en energía para controlar la temperatura de fermentación. En invierno y primavera no necesitamos refrigerar por el natural frío de la estación. Mucho jugo concentrado que exportamos a varios países son utilizados para elaborar vinos de forma diferida.»
El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Carlos Tizio, en la citada nota de Los Andes, defendió la nueva resolución: «Con todo el equipo, hemos tomado conciencia de la importancia de simplificar, desregular y desburocratizar. Hay cerca de 40 resoluciones que van en ese sentido». Y agregó que el objetivo principal de esta nueva norma es dar mayor libertad comercial y brindar herramientas que contribuyan a una mejor producción y comercialización del vino. Tizio cerró: «Se comprobó que el mosto sulfitado se mantiene en excelentes condiciones y que, a lo largo de los meses, las fermentaciones sucesivas conservan sus cualidades. Mientras que un vino elaborado en marzo puede sufrir oxidación con el tiempo, el mosto diferido preserva su frescura y su expresión frutal».
Qué es el acuerdo Mendoza-San Juan
El acuerdo Mendoza-San Juan es una herramienta para la regulación del mercado vitivinícola en Argentina. Establecido por ley en 1994, su principal objetivo es mantener equilibrados los stocks de vino a través de la fijación de un porcentaje obligatorio de mosto. Este mecanismo busca evitar sobreofertas y estabilizar los precios en el sector.
Según detalló el ministro Vargas Arizu, «El cupo obligatorio de mosto será del 23%, y la producción de mosto ha crecido significativamente», En 2023 se elaboraron unas 40.000 toneladas, mientras que este año se espera superar las 100.000 toneladas, con una proyección de entre 110.000 y 120.000 toneladas para 2025. «El incentivo para producir mosto es clave, porque saca volumen del mercado interno de vinos y ayuda a equilibrar la oferta», concluyó.