La empresa con sede en San Martín, Mendoza, propiedad de la Familia Falasco, se convirtió en la primera compañía vitivinícola del país en poner en el mercado bursátil los bonos denominados «verdes», en los que cualquier firma o persona puede invertir para obtener rentabilidad, según plazos y tasas de ajustes pactadas y fijadas por normas internacionales, del Banco Central de la República Argentina y de la Bolsa de Valores. El Estado mendocino apoyó y colaboró para la concreción de este lanzamiento, acerca del cual el gobernador Alfredo Cornejo destacó los beneficios que pueden derramar en la comunidad este tipo de iniciativas público-privadas. Los fondos obtenidos con la comercialización de los bonos sólo se pueden utilizar en proyectos «verdes», es decir que promuevan las energías renovables, sirvan para cuidar la ecología del planeta o demuestren sostenibilidad en el tiempo.
La empresa familiar mendocina Bodega Los Haroldos es la primera bodega argentina en emitir bonos verdes, que se destinan a la financiación o refinanciación de proyectos verdes, es decir, a la inversión en activos sostenibles y socialmente responsables en áreas tan diversas como las energías renovables, la eficiencia energética, el transporte limpio o la gestión responsable de los residuos. Estos bonos se usan íntegramente en proyectos verdes que impactan de manera positiva en el medio ambiente, entre los que se pueden destacar las instalaciones renovables, proyectos de eficiencia energética, transporte limpio y gestión de residuos.
Qué son los bonos verdes
Los bonos verdes son títulos de crédito emitidos por instituciones públicas o privadas que están calificadas para manejarlos. Son activos líquidos y de ingreso fijo que buscan realizar proyectos verdes, es decir sustentables, y obtener financiamiento por parte de inversionistas interesados, para al final, retornar el rendimiento de su inversión. Cada vez son más populares y demandados en el mundo. En 2021, se emitieron en total en todo el planeta bonos verdes por 452.200 millones de dólares, un 52,2% más que en 2020. El primer bono verde fue emitido por el Banco Europeo de Inversiones en 2007. Si se suman desde entonces hasta 2021 -últimos números estadísticos que pudimos chequear- la cifra llega al trillón de dólares, es decir 1 millón de millones de dólares, de los cuales, el 35% se utilizó en energías renovables, el 26% en construcciones y el 19% en Transporte. Los principales emisores son EEUU, China y países varios de la Unión Europea, como Francia Alemania y los escandinavos.
Durante un reciente acto en dicha bodega, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, destacó la iniciativa y, al mismo tiempo, rubricó el primer contrato público-privado entre Bodega Los Haroldos y el Departamento General de Irrigación, en el marco del estudio de Eficiencia Hídrica en Viñedo. El objetivo de este acuerdo es lograr mejoras en viñedos y formar a los regantes de la zona sobre la importancia de optimizar el recurso hídrico.
En el acto participaron también la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado; el intendente del departamento de San Martín, Raúl Rufeil; los ministros, de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, y de Producción, Rodolfo Vargas Arizu; el superintendente del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli, legisladores y funcionarios municipales.
Al respecto, el gobernador Cornejo enfatizó en la necesidad de que el país avance con un plan económico exitoso que permita el financiamiento para las empresas. Además, el mandatario provincial remarcó que el mecanismo de los bonos verdes está siendo usado en el mundo y va de la mano de convenios y protocolos internacionales, por lo que felicitó a los equipos técnicos mendocinos que lograron llevarlo a la práctica. “El Gobierno de la provincia quiere que se conozca este tipo de mecanismos y que muchas empresas accedan a ellos”, afirmó el mandatario.
Cornejo finalizó diciendo que hay mercado en el mundo para los vinos mendocinos y fuerte interés en todos los productos agroalimentarios de la provincia. Agregó que hay mayor demanda de productos que sean sustentables y saludables, y que se trata de un mercado en el que Mendoza puede participar, sin que esto sea incompatible con otras industrias.
“Mi gobierno pretende que nos internacionalicemos mucho más, porque creemos que eso es lo que va a generar bienestar para la inmensa mayoría de los mendocinos, que es lo que necesitamos”, finalizó el gobernador.