El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) elaboró un informe que analiza la evolución de la superficie implantada de uvas blancas en Argentina en los últimos 10 años, comparándola con las ventas de vinos blancos y espumosos en el mismo período. Según el estudio, en la última década el despacho y el consumo de esos vinos en el mercado interno argentino creció +26,6%, mientras que la comercialización total (mercados interno y externo) de vinos varietales blancos finos (chardonnay, torrontés riojano, sauvignon blanc) creció 13,3% en igual lapso. En tanto, el despacho de la variedad de base -Pedro Giménez- aumentó un significativo +452%. En contraste, en el mismo período la pérdida de superficie de uvas blancas bajó en -21,5%) y la producción en quintales -41,8%.
A continuación, replicamos el informe completo del Laboratorio Estadístico del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Superficie y producción de variedades blancas
Las variedades de uva blanca se utilizan tanto para la elaboración de vinos blancos como para obtener vino base para producir vinos espumosos. De ahí la importancia de realizar un análisis de la evolución de la superficie plantada de variedades blancas y la evolución de las ventas de vinos blancos especialmente varietales y espumosos.
La superficie total de variedades blancas va disminuyendo año a año. Actualmente hay 33.348 ha de uvas de variedades blancas para elaborar vino, un 21,5% menos que hace 10 años (-9.114 ha). Han disminuido todas las variedades blancas desde el año 2013.
Variedades como chardonnay, sauvignon blanc, torrontés riojano o viognier que manifestaban algún crecimiento de superficie en la primera década del milenio, también disminuyen en los últimos años.
En el mismo sentido, la producción de variedades blancas aptas para elaborar vinos va en disminución, llegando en 2022 a producir un 41,8% menos de quintales que hace 10 años atrás. Esta baja de producción no solo se debe a la baja de superficie sino que también hay disminución del rendimiento por hectárea, siendo éste en 2013 de 138 qq/ha y en 2022 de 99 qq/ha.
Comercialización de vinos varietales blancos y vinos espumosos
Para el análisis de la comercialización de los varietales se ha considerado la suma del varietal puro más los cortes en los cuales la variedad mencionada es la principal. En contraposición a lo que ocurre con la disminución de superficie y producción de variedades blancas, la comercialización de vinos varietales blancos y la de vinos espumosos va en aumento.
Mercado interno
El mercado interno de vinos varietales blancos tranquilos 2021 ha aumentado un 26,6% respecto al año 2012 y sigue creciendo, ya que en el acumulado enero-noviembre de 2022 presenta un incremento del 8,7% respecto al mismo período de 2021.
Todos los varietales blancos provenientes de variedades finas han aumentado sus ventas en 2021 respecto a 2012, excepto semillón.
Las ventas de vinos espumosos en el mercado local, si bien tienen una tendencia decreciente desde 2012, han recuperado terreno en los últimos dos años, logrando en 2021 un volumen de ventas mayor al de 2019 (prepandemia) y acumulando en los primeros 11 meses del año 2022 una suba del 21,1% respecto a enero-noviembre 2021.
Mercado externo
Al analizar lo ocurrido en las exportaciones de vino en los últimos 10 años se compara el año 2021 con el año 2012. En este análisis hay que tener en cuenta que el año 2012 fue el año de mayores exportaciones de vino de todo el milenio. Por otro lado hay que aclarar que ese año se realizaron exportaciones de grandes volúmenes del varietal blanco moscatel de Alejandría a Estados Unidos que no se repitieron en años posteriores.
Teniendo en cuenta lo antedicho, se observa que en el año 2021 se exportaron 303.318 hl menos de vino varietal blanco que en 2012, de los cuales 236.685 hl corresponden a la baja de moscatel de Alejandría. Si bien se está comparando los datos contra un año de exportaciones récord (2012) hay varietales que incluso así aumentaron sus ventas, tal es el caso del chardonnay, del cual se exportó un 26,6% más que en 2012. Con un volumen exportado mucho menor, también creció el varietal de Pedro Giménez (889%).
Las exportaciones de vinos espumosos tienen una tendencia creciente desde 2012, especialmente en los últimos dos años luego de la pandemia, crecimiento que continúa en 2022 ya que el volumen exportado según datos provisorios este último año fue 55,3% mayor al del 2021.
Comercialización total (mercado interno y externo)
Si bien la comercialización total (mercado interno + mercado externo) de vinos varietales blancos 2021 disminuyó un 22,3% respecto al año 2012, esa disminución se produce por la baja en la exportación puntual del varietal moscatel de Alejandría mientras que los 6 varietales de mayor volumen comercializado en 2021 aumentaron sus ventas o se mantuvieron en el mismo volumen respecto a ese año de alto volumen exportado.
Así chardonnay aumentó un 24,4%, torrontés riojano un 5,6%, sauvignon blanc un 9,8% y Pedro Giménez un 452%. Se mantienen con un volumen de comercialización similar a 2012 los varietales chenín y viognier.
Desde el año 2017 los varietales blancos aumentan el volumen comercializado total y los vinos espumosos lo hacen desde el año 2020. La comercialización total de estos vinos elaborados con variedades blancas va en aumento desde el año 2018.
En el año 2022 esta tendencia continúa. El acumulado de los 11 primeros meses de 2022 (mercado interno + exportaciones) respecto a 2021 manifiesta un aumento del 7,6% en el volumen total comercializado de vinos blancos (-0,3%) + vinos espumosos (+23,9%).
Conclusiones
Se avizora un futuro complicado de continuar con la baja de superficie y producción que ocurre en las variedades blancas finas que no corresponde con el crecimiento en la comercialización total de vinos blancos varietales tranquilos y vinos espumosos.
Todos los análisis de consultoras y entidades que monitorean el consumo están indicando crecimientos futuros para estas categorías.
Se debe repensar la matriz productiva del sector, se necesita agua para producir estas variedades, productores y bodegas asociadas en la rentabilidad del negocio y el desarrollo de nuevas estrategias de comercialización que hagan de Argentina un oferente atractivo de muchos más productos además de Malbec.