En el contexto climático actual, con inviernos más suaves que adelantan la brotación de las vides en la mayoría de las regiones vitícolas, el período de exposición a riesgos de heladas primaverales se ha prolongado. Las heladas provocan pérdidas de rendimiento de entre un 20% y un 100% según el año, poniendo en peligro la supervivencia económica de las explotaciones vitícolas. Además, al destruir los brotes herbáceos jóvenes, las heladas primaverales pueden impactar en la producción del ciclo siguiente, por ejemplo al reducir el número de sarmientos disponibles para la poda. Entre los métodos de lucha contra las heladas primaverales figura la poda tardía. En este artículo publicado recientemente en la revista técnica vitícola IVES, los agrónomos Alain Deloire y Anne Pellegrino resumen el conocimiento sobre este tipo de poda y ponen en escena una investigación con variedad syrah realizada en viñedos de Francia, Italia y España, con clima mediterráneo.
Por Alain Deloire y Anne Pellegrino, de la revista técnica online IVES
(https://doi.org/10.20870/IVES-TR.2022.7167)
¿Por qué la poda tardía?
1) Para retrasar el desborre o brotación y por lo tanto limitar el impacto de las heladas primaverales de abril en el hemisferio Norte y octubre en el hemisferio Sur (sobre todo para las variedades precoces) en regiones temperadas de inviernos suaves.
2) Para retrasar (además del desborre) los otros estados fenológicos, vale decir la floración, el envero y la maduración, y por lo tanto la fecha de la vendimia.
Cómo practicar de forma eficaz la poda tardía
Distinguiremos las podas pre y post-desborre:
A) La poda pre-desborre: Debe razonarse en función de dos estados clave del reposo invernal de la vid: la endodormancia (relacionada con limitaciones fisiológicas) y la ecodormancia (relacionada con limitaciones climáticas). Esta última está dividida en dos sub-estados fisiológicos: antes y durante el lloro de la vid. La poda antes del lloro no tiene ningún impacto sobre los estados fenológicos. Sólo las podas a partir del lloro pueden retardar el desborre, pero sin modificar los estados fenológicos posteriores. Según los resultados experimentados en este estudio en syrah (clima mediterráneo), el retraso del desborre es de alrededor de 6 días (a calibrar por variedad y clima).
B) La poda post-desborre: Para practicar esta poda, es decir más allá del estado de medio-desborre (30-50% de las yemas latentes brotadas en los sarmientos de invierno aún no tallados, estado EL-4 de la escala de Eichhorn & Lorenz), es importante comprender ciertos conceptos relacionados con el desarrollo y el funcionamiento de la vid, como la acrotonía y las dinámicas de evolución de las reservas de carbono de los sarmientos, del tronco y de las raíces.
- La acrotonía: en un sarmiento de invierno mantenido en posición vertical, las yemas del ápice se desarrollarán con prioridad, inhibiendo el desarrollo de las yemas latentes de la base. La acrotonía autoriza entonces una poda de la vid post-desborre. Se recomienda dejar como mínimo de 8 a 10 yemas latentes en un sarmiento en caso de pre-poda para que la acrotonía se pueda ejercer de manera eficaz.
- Las reservas de la vid: las reservas de carbono (almidón, azúcares solubles) y de nitrógeno (aminoácidos y proteínas) almacenadas en los órganos perennes (raíces, tronco, sarmientos) son de nuevo movilizados al desborre para permitir el desarrollo de los tallos jóvenes (figura 1). Según Bates et al. (2002)4, hasta el 80% de las reservas son movilizadas antes de la etapa de floración. El stock de reserva luego se reconstituye progresivamente durante el ciclo, cuando las hojas se vuelven mayoritariamente autótrofas (alrededor de la floración). El razonamiento de la poda post-desborre debe ser en función del pool de reservas de carbono establecidas el año previo y de la cantidad de carbono reservada a los tallos jóvenes. En este sentido, el filocrono (tiempo térmico que separa la emisión de dos hojas sucesivas) puede ser utilizado como un indicador del nivel de agotamiento de las reservas de carbono post-desborre.
Un experimento realizado en el cv. Syrah mostró que el crecimiento herbáceo de las bayas (figura 2) y el inicio del envero (ablandamiento y coloración de las bayas) (figura 3) se retarda aún más cuando la poda se realiza en estados de desarrollo avanzados, i.e. del estado de lloro (pre-desborre) al estado 3-5 hojas desplegadas (post-desborre). Para completar la leyenda de la figura 3, es interesante señalar que el medio-envero se situó alrededor del 31/07/2021 (en el hemisferio Norte) para las dos primeras fechas de poda, y que la poda del 21/04/2021 tuvo un retraso de alrededor de 10 días. Nuevamente, se debe destacar aquí el efecto notable de la interacción variedad x clima x suelo en el retraso de los estados fenológicos.
Una calibración de la fecha de la poda post-desborre por escenario «variedad x ambiente» es entonces necesaria para retardar el desborre (figura 4), y eventualmente los otros estados fenológicos, sin por ello ocasionar pérdidas de rendimiento importantes debido al agotamiento de las reservas de carbono.
¿Qué hay que retener sobre la poda tardía de la vid?
Pre-desborre
1) El período de poda de la vid más eficaz para retardar el desborre es durante la fase de lloro. Evidentemente, aquello abre el interrogante de la factibilidad relacionada con las superficies de los viñedos a podar y la logística en materia de mano de obra. Es por este motivo que la poda mecánica, cuya puesta en marcha más rápida permite una poda tardía, puede aportar una ventaja.
2) La determinación/predicción del período de lloro de la vid necesita de más investigación-experimentación y de considerar la interacción «variedad/portainjerto x temperatura y estado hídrico del suelo».
Post-desborre
El período de poda dependerá de la interacción «variedad x clima» versus variedades (precoces o tardíos) y el clima (frío o caluroso) haciendo llamado a las nociones de acrotonía, de filocrón y de las reservas de carbono de la vid.
Es necesaria una calibración por región vitícola y por familia de variedades, según su precocidad de desborre.