Uno de los objetivos principales del denominado Plan Estratégico de la Vitivinicultura Argentina 2030 (PEVI 2030) elaborado por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) es que las bodegas del país pasen de exportar U$S 750 millones -facturación de 2020- a exportar U$S 1.000 millones en los próximos 2 a 5 años. Para concretarlo, la Coviar implementó su nueva unidad ejecutora «Pymes exportadoras», que buscará conectar a las empresas con las posibilidades de negocios y opciones de financiamiento. Es que, según registros del Observatorio Vitivinícola Argentino (OVA), en la actualidad hay unas 370 pequeñas y medianas bodegas con capacidad exportadora que sólo participan en un 4,5% del total de las exportaciones de vino argentinas. Y a ellas está principalmente dirigida esta iniciativa.
La vitivinicultura argentina necesita más empresas exportadoras. El Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI), en su actualización al 2030, establece como objetivos no sólo crecer en exportaciones, sino que también busca darle sostenibilidad económica, social y ambiental a la actividad a partir de la revalorización de las distintas regiones vitivinícolas y la incorporación de más jugadores al comercio exterior. Esa es la razón de ser de la nueva unidad ejecutora de Pymes Exportadoras que se creó en el seno de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y fue lanzada recientemente de forma virtual ante unas 30 empresas y representantes de organismos públicos y privados de promoción.
«Vemos que hay un número muy importante de proyectos a lo largo de todo el país, con la actividad presente en 18 provincias argentinas, que tienen un manejo cualitativo de los viñedos, un manejo cualitativo de sus vinos, que conocen los mercados pero que tienen una serie de necesidades y vulnerabilidades que no están cubiertas. Y es justamente el disparador para crear un nuevo ámbito de gestión que aporte soluciones principalmente en cuatro problemas o necesidades recurrentes: necesidad de capital de trabajo, recursos para equiparse e incorporar tecnología, dinero para promocionar sus vinos y capacitación», explicó José Alberto Zuccardi, presidente de COVIAR. Para el directivo, «gestionar y facilitar el crecimiento de las pymes es muy importante en cuanto a los objetivos de crecer en exportaciones, pero también para la integración y sostenibilidad económica planteados en el PEVI».
Desarrollar a las empresas y proyectos más chicos contribuye también a darle emoción a la vitivinicultura argentina».
José Alberto «Pepe» Zuccardi, presidente de la Coviar
Con estos fundamentos surgió la idea de crear un nuevo ámbito de gestión dentro de la Coviar donde se pudieran canalizar todas estas necesidades y generar un espacio de relacionamiento con organismos nacionales y provinciales, públicos y privados, que hoy quieren y tienen recursos para apoyar a este segmento de empresas.
«Desarrollar a las empresas y proyectos más chicos, dándoles soporte y ayudándolos en la gestión de las herramientas que necesitan, contribuye también a la valorización de distintas regiones del país y a darle emoción a la vitivinicultura argentina. El vino es diversidad y requiere de muchos jugadores. Somos competidores, pero también colegas y nos necesitamos unos a otros», agregó Zuccardi.
«El objetivo plasmado en el PEVI 2030 no es sólo crecer en exportaciones sino también mejorar la distribución de los ingresos en la cadena, por lo que es necesario diversificar y ampliar el universo de empresas exportadoras», afirmó por su parte Daniel Rada, director del Observatorio Vitivinícola Argentino (OVA), quien dio un panorama sobre la evolución de las exportaciones y una radiografía del mercado externo de vinos de Argentina durante la presentación de la nueva unidad ejecutora de la Coviar.
Unas 370 bodegas exportadoras apenas participan un 4,5% del total de las exportaciones de vino argentinos, según datos del OVA.
Según datos al 2019 del OVA -otra de las unidades de la Coviar, gestionada por la Bolsa de Comercio de Mendoza-, hay un universo de empresas detectado de unas 370 bodegas que tienen una participación de mercado en el total de exportaciones que ronda el 4,5%. Exportan y tiene potencial para crecer, pero han perdido mercado entre 2009 a 2019 pasando de exportar un total de 27 millones de litros a sólo 9 millones de litros de vinos fraccionados.
La nueva unidad ejecutora de Pymes Exportadoras estará coordinada por Pablo Asens, vicepresidente de la Coviar, y por Adolfo Brennan, miembro del directorio de la Corporación y vicepresidente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA); y dirigida por Mario Giordano.
El rol de esta asociación es acercar oportunidades a las empresas pymes que exporten o quieran exportar».
Adolfo Brennan, coordinador de la unidad Pymes Exportadoras
«El objetivo de esta nueva unidad ejecutora de la Coviar es encontrar caminos y conectarlos con las bodegas que lo necesitan. Caminos de financiamiento, caminos de capacitación y de ayuda a la promoción», explicó Giordano.
Por su parte, Brennan amplió: «El rol de esta asociación, como grupo de trabajo, es acercar todas las oportunidades que hay y receptar las demandas que como empresas pymes que exportan o quieren exportar tienen. El objetivo es que a todos nos vaya bien». Además, el empresario celebró la participación de organismos de promoción del sector público como ProMendoza e instituciones similares de otras provincias e incluso del gobierno de la Nación.
Fuente: Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar)